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domingo, 3 de noviembre de 2019

M14, cúmulo globular en Ophiuchus con el SC de 235mm

Si nos atrae la observación de cúmulos globulares, Ophiuchus, sin duda, tiene que ser una constelación de visita obligada.

Después de disfrutar de los espectaculares M10 y M12, la noche del 23 de agosto de 2019, decidí echarle un vistazo  M14, que ofrece una visión bien distinta a la que nos muestran los otros dos.

Carta generada con Cartes du Ciel
Resulta imprescindible adaptar bien la vista a la oscuridad para llegar a percibir una mancha fantasmagórica, de forma redondeada, irresoluble, de tamaño considerable.

Precisamente el tamaño con la que la percibo, es una de las pocas diferencias si comparo esta observación con la que hice con el SC de 127mm (M14).



Es realmente interesante comprobar la gran diferencia de aspecto que nos ofrece respecto a M10 y M12.

M14 ofrece este aspecto fantasmagórico por dos razones que José Luis Comellas indica en su libro “Catálogo Messier”. La primera, por la distancia a la que se encuentra. Según el catálogo Recio-Blanco de 2005, a 55.620 años luz. Y la segunda, por verse afectado por la absorción provocada por el polvo estelar situado entre su posición galáctica y la nuestra. Polvo que implica que apreciemos su brillo una magnitud más débil de lo que lo observaríamos en otras condiciones más favorables.

Charles Messier descubrió este cúmulo el 1 de junio de 1764. Se extiende a lo largo de 180 años luz y es el único cúmulo globular, junto a M80, en el que se ha podido detectar la explosión de una nova.

Credits: NASA, ESA, STScI and F. Ferraro (Universita di Bologna)
No es resoluble, pero su tamaño y su considerable brillo, hacen que valga la pena echarle un vistazo si estamos observando por la zona de Ophiuchus.

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