El 9 de mayo de 2016, Mercurio transitaba por delante del Sol mientras yo me lamentaba por la presencia de las nubes. Iba a ser mi primer tránsito de este planeta que podía contemplar con el telescopio, y la decepción fue grande.
https://laorilladelcosmos.blogspot.com/2016/05/el-transito-de-mercurio-el-9-de-mayo-de.html
Pero algo de consuelo encontré en el hecho que el 11 de noviembre de 2019 se iba a producir un nuevo tránsito.
Y cómo pasa el tiempo.
Debido a mi anterior experiencia, estaba un poco intranquilo respecto al tiempo, y las previsiones no ayudaban a que cambiara mi estado de ánimo. Este era el panorama el 8 de noviembre:
El día en cuestión ha amanecido nublado. Después ha entrado un fuerte viento frío, y a la hora de comer, que era el único momento en que podía echarle un vistazo, he tenido toda la suerte que me faltó en 2016. Las nubes han escampado durante unas dos-tres horas y he podido apuntar el telescopio hacia el Sol.
Ha sido un poco estresante. Disponía de aproximadamente una hora para disfrutar del tránsito, así que sin pérdida de tiempo he montado el SC de 127mm, le he acoplado el filtro solar, la cámara Nikon D5100, he buscado el Sol, en enfocado… y se encontraba un diminuto puntito oscuro.
He probado varias configuraciones con la cámara y esta es la mejor imagen que he conseguido del poco rato que he podido contemplar del tránsito:
La foto la he dejado en falso color para darle un poco más de contraste. Esta otra es la foto tal y como me ha salido de la cámara:
Prueba conseguida. Y con una sonrisa de oreja a oreja, desmonto el equipo de prisa y corriendo y como en 10 minutos para llegar a tiempo al trabajo. Obviando un poco los comentarios de mi padre y de mí hermano acerca de lo excéntricos que parecemos los astrónomos aficionados.
Cuando he salido por la puerta de casa, las nubes volvían a adueñarse del cielo.
Lo que más me ha llamado la atención ha sido la extraordinaria diferencia de tamaño entre Mercurio y el Sol, diferencia que queda bien patente en este tipo de eventos que no pueden verse demasiado a menudo… y que en cierta manera me permite justificar mi emoción ante mi familia.
Al final, un buen día.
ANEXO:
Iba dando por finalizada la observación cuando pensé en probar qué tal quedaría Mercurio con la ASI120MM. Evidentemente, no podría abarcar todo el Sol, pero por el contrario, el tamaño del planeta aumentaría sensiblemente.
No podía perder más que algo de tiempo, así que quité la Nikon y acoplé la ZWO ASI 120MM.
Casi me olvido de ella, pero hoy he recordado que la hice y después de procesarla, aquí está el resultado. Otro recuerdo más.