Esta planetaria fue descubierta, como no, por William Herschel el 25 de agosto de 1793 quien dejó anotadas sus impresiones de la siguiente manera:
“Considerablemente brillante, pequeña, irregularmente débil, fácilmente resoluble, algunas estrellas son visibles”.
Aunque Herschel fue quien acuñó el término de “nebulosa planetaria”, en su época todavía no se conocía la verdadera naturaleza de estas nebulosas y él, en un principio, interpretó que estaban formadas por agrupaciones de estrellas que no eran resolubles por el telescopio, de ahí sus anotaciones referentes a las estrellas visibles en la nebulosa.
Con el tiempo Herschel propuso otra explicación para las planetarias, sugiriendo que se trataban de nebulosas formadas por materia desconocida en varios estadios de desarrollo. Pero a pesar de esta evolución teórica, no acabó de dar exactamente con lo que realmente eran las nebulosas planetarias: gases expulsados por una estrella cercana al final de su vida.
Hasta 1864 no se empezó a desvelar la incógnita. En ese año Sir William Huggins, uno de los pioneros de la espectroscopia, tomó el espectro de NGC6543 (La Nebulosa Ojo de Gato) y al analizarlo pudo comprobar que no se encontraba ante un espectro de emisión continuo, como sucedía con aquellas “nebulosas” formadas por estrellas, sino que estaba ante un pequeño número de líneas de emisión, igual que sucede con los gases.
Muchas veces, leyendo sobre estos pioneros de la observación astronómica telescópica me preguntó qué debían sentir al ir escrutando los cielos y descubriendo y catalogando objetos a los que nadie antes había identificado y mucho menos interpretado correctamente su naturaleza.
Alguna noche observando algún objeto complicado he “jugado” a esto, planteándome, que si no supiera como sé, lo que estoy viendo, ¿qué interpretaría que es? Y al final tengo que acabar reconociendo que no es nada sencillo aventurar interpretaciones medianamente plausibles.
Pero centrémonos un poco con la planetaria que me ha conducido a todas estas divagaciones, NGC6804.
La noche del 9 de agosto de 2013, sin Luna, con el SC de 235mm y disfrutando de cielos oscuros pude apuntar hacia esta planetaria. Este fue el dibujo que hice después de estar observándola un buen rato:
Como comentaba al principio, bonita y asequible planetaria que considero ofrece su máximo encanto con el ocular de 10mm que me da los 235x.
El problema de esta noche son las turbulencias atmosféricas. Estimo un “seeing” de 3/5 (Siendo 5=óptimo). Con estos aumentos tan altos he tenido que ser bastante paciente porqué con el viento racheado que soplaba por momentos, había instantes en que me resultaba especialmente complicado enfocar correctamente, al tiempo que las estrellas perdían su puntualidad y se volvían de repente gruesas y distorsionadas.
Por suerte había ratos bastante prolongados en que la visión mejoraba considerablemente, de manera que he podido disfrutar… y sufrir a partes iguales con esta planetaria.
A pesar de las dificultades, los 235x son los ideales y ha merecido la pena el esfuerzo.
Nada más poner el ojo en el ocular reconozco perfectamente la situación de la planetaria, aunque todavía tengo que adaptar mejor la vista a la oscuridad para sonsacarle todos los detalles que puede ofrecer. Se encuentra formando una línea recta junto a las dos estrellas más brillantes que aparecen en el campo, HIP96055, de magnitud 8,9 y plateada; y TYC1055-5681-1, de magnitud 9,2 y de un bonito color amarillo-anaranjado gracias a su clase espectral K2.
El resto de estrellas son más débiles en comparación, pero tienen la virtud de aportar un plus de atractivo al conjunto. Sobretodo una que se encuentra en la base de la planetaria y que he podido descubrir precisamente por esto. Mientras intentaba escrutar mejor la forma de la nebulosa me he dado cuenta de su tímida presencia.
La planetaria es bastante extensa (abarca unos 50”), con una forma un tanto irregular, rectangular, alargada… Le noto la parte central más marcada y con la visión lateral se distinguen con claridad unos halos más débiles en su zona externa, circunvalando el núcleo. Con el filtro OIII mejora el contraste, aunque como cabe esperar, el conjunto de estrellas que se distinguen disminuye drásticamente.
Muy bonita y recomendable. Me dejo anotado para cuando tenga ocasión observarla con el SC de 127mm, creo que también daría un buen juego, aunque no fuera capaz de apreciarle tantos detalles como con el SC de 235mm.
Se estima que NGC6804 se encuentra a unos 4.200 años luz de distancia y brilla con una magnitud de 12,2. Lo que sí que no he podido percibir ha sido su estrella central de magnitud 14,4. Tal vez en una noche con mejor “seeing” pueda intentar la proeza.
Hola Oscar,
ResponderEliminarAyer noche pude observarla con un seeing óptimo.Despues de un buen rato y con la vista perfectamente aclimatada fui capaz de verle su estrella central;con visión lateral.
Una muy agradecida planetaria y un clásico de las noches veraniegas.
Salut
Una buena recompensa Agustí, felicidades.
EliminarÓscar