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martes, 27 de diciembre de 2011

NGC1535 - Nebulosa Planetaria en Eridanus (2)

Después de sorprenderme con la nebulosa planetaria NGC1535 y de disfrutar de su observación con el SC de 127mm, me dejé anotado que tenía una cita pendiente con su enana blanca. Con el telescopio de 5” y la contaminación lumínica no fui capaz de percibir la estrella central de esta planetaria.

No es fácil observar estrellas enanas blancas debido a su poca luminosidad, sin embargo no es imposible, y el gran atractivo de hacerlo es llegar a ser conscientes que estamos observando un estado de la evolución estelar al que nuestro Sol se dirige de manera inexorable. Una enana blanca es una estrella con menos de 8 masas solares que ha agotado todo su combustible y se encuentra en las etapas finales de su vida. Los gases que ha expulsado hacia el espacio después de su colapso es lo que podemos observar cuando apuntamos a una nebulosa planetaria, siendo la estrella central su origen.

Pues bien, la noche del 26 de diciembre de 2011 me encontraba bajo varias capas de abrigo para soportar el 1º C que marcaba el termómetro, lejos de todo tipo de contaminación lumínica, con un seeing de 4/5 (Siendo 5= óptimo), sin nubes, sin Luna y con mi telescopio de 235mm montado y listo para apuntar a una vieja conocida: NGC1535.

Tenía los recuerdos frescos de la observación del 18 de diciembre de 2011 con el telescopio pequeño, por lo que empecé la noche con la intención de hacer una comparativa entre lo que vi con el SC de 127mm y lo que me disponía a ver con el SC de 235mm.

Este es el dibujo que hice a 313x:


Una buena muestra de lo que es observar esta clase de objetos con un telescopio de 5” y con otro de 9,25”. En este caso, la abertura manda.

He estado un cuarto de hora mirando por el ocular, sin apartar de él el ojo, cerrándolo en ocasiones para descansar un poco la vista, pero obligándolo a adaptarse lo mejor posible a la oscuridad y a lo que me mostraba los 10’ del campo del ocular de 7,5mm.

El esfuerzo ha valido la pena. NGC1535 cada vez cogía más confianza y se iba mostrando paulatinamente de manera más clara. Llegado a un punto en que ya no creía poder observar nada nuevo, me he relajado un poco y he podido disfrutar de un núcleo potente, redondeado, brillante, envuelto por un halo difuso que lucha por hacerse cada vez más evidente.

Creo que ya estoy preparado. Miro con visión lateral y me aparece bien puntual la enana blanca que no había podido observar con mi SC de 127mm. Una sonrisa se dibuja en mis labios, y el cuerpo, a pesar del abrigo, se estremece un poco pensando que estoy viendo “nuestro” futuro.

A la mínima que fijo la vista, la estrella central desaparece camuflándose entre el brillante núcleo y no vuelvo a verla hasta que cambio de estrategia y vuelvo a la visión lateral. Sensacional lo que puedo distinguir con estos 313x.

Después de observar NGC1535 con el SC de 127mm y quedar realmente satisfecho, hoy he tenido la impresión que la planetaria ha decidido abrirse definitivamente mostrando todas sus interioridades, como si se encontrara a gusto con mi compañía y después de tantos esfuerzos en conocerla me hubiera ganado ya su confianza.

Llegados a este punto decido ir a por otro objetivo, pero lamentablemente la humedad y el frío reinante han hecho mella en mi telescopio y me ha resultado imposible continuar observando. Tengo que buscar alguna solución, no hay nada más frustrante que tener ganas de observar en una buena noche y tener que dejarlo porqué se empañe el telescopio. Con todo, lo dejo satisfecho y con el recuerdo de NGC1535 grabado en mi retina.

2 comentarios:

  1. Excelente descripción! Aunque el dibujo sea inmaculado, como siempre, sólo tus palabras ya dejan volar la imaginación

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  2. Gracias Quili ;)

    Si puedes no dejes de observarla. Con un telescopio de gran abertura y una noche oscura es un objeto que te deja con la boca abierta.

    Saludos... y buena entrada de año.

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