El 15 de marzo de 1781 Pierre Méchain descubrió tres “nebulosas sin estrellas” que fueron catalogadas como M98, M99 y M100. Según palabras del propio Messier: “Estas tres nebulosas, nº 98, 99 y 100, son muy difíciles de reconocer, a causa de la debilidad de su luz; no se las conseguirá ver más que con buen tiempo, y próximas a su paso por el meridiano”...
Ahora sabemos que estos tres objetos son, en realidad, galaxias, pero tengo que reconocer que, de no saberlo, viéndolas a través de mi SC de 127mm, se asemejan más a nebulosidades que no a otra cosa.
A menudo, mientras estoy disfrutando de una noche de observación pienso en la gran diferencia que supone apuntar a un objeto que ha sido observado infinidad de veces y del que se conoce perfectamente su naturaleza; respecto a lo que debía ser en pleno siglo XVIII, apuntar al cielo y ver objetos por primera vez ,sin saber a ciencia cierta, qué se estaba viendo.
Por otro lado, Messier tenía razón al considerar la dificultad que comporta su observación, sin embargo, en el caso de M99, no me parecio tan exigente como me había resultado la observación de M98.
La noche del 1 de abril de 2011 apunté hacia M99 y dibujé lo que pude ver a través de mi Nexstar 5i observando desde un cielo realmente oscuro:
Lo primero que me llama la atención es una brillante estrella anaranjada, con un tono muy delicado, que se encuentra arriba a la derecha. Se trata de HIP60089, de magnitud 6,55 y clase espectral K0. Muy atractiva, y una perfecta referencia para localizar M99, que se encuentra a tan sólo 10’.
La galaxia la puedo percibir sin demasiada dificultad una vez he adaptado lo mejor posible la vista a la oscuridad, cosa que me sorprende un poco después de haber leído en varias fuentes acerca de su dificultad. La veo bastante grande y con una forma redondeada. Su brillo es bastante homogéneo, de tal manera que me resulta complicado concretar sus límites externos. En cierta manera, me recuerda un cúmulo golbular irresoluble.
A 50x ya se aprecia enmarcada en un bonito campo estelar donde destacan, además de la citada HIP60089, la HIP59933 (arriba a la izquierda) de magnitud 8,18 y la HIP60124 (abajo a la derecha) de 8,97. Sin embargo, para disfrutar mejor de la galaxia vale la pena forzar un poco más los aumentos.
M99 la podemos encontrar en la constelación de Coma Berenices, pertenece al cúmulo galáctico de Virgo y se encuentra a unos 55 millones de años luz de distancia. Se trata de una galaxia espiral que, a diferencia de M98, se desplaza alejándose de nosotros a una velocidad de 1.200 km/sg.
Sin duda, con un telescopio de gran abertura su vista debe ser más espectacular, pero con un telescopio mediano, esta galaxia tiene mucho que ofrecer.
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