Cuando se observan galaxias desde un lugar oscuro por la zona de Coma Berenices-Virgo, siempre se corre el riesgo de encontrar alguna agradable sorpresa ajena a lo que previamente nos habíamos planificado.
Esto es precisamente lo que me sucedió el pasado 1 de abril de 2011 mientras iba a la caza de las galaxias Messier de la constelación de Coma Berenices. Después de un buen rato observando manchitas redondeadas, alargadas, brillantes, esquivas… le tocó el turno a M85.
Esta galaxia se encuentra situada a unos 47,8 millones de años luz de distancia. La podemos localizar en la constelación de Coma Berenices y es un miembro del Cúmulo galáctico de Virgo. Tradicionalmente se consideraba M85 una galaxia de tipo lenticular, pero recientes estudios la están considerando como de tipo elíptica. Sea como sea, un objetivo asequible a pequeños telescopios desde lugares con poca o nula contaminación lumínica.
Como decía, le tocó el turno a M85, y hacia ella apunté el SC de 127mm utilizando el ocular de 25mm (50x).
Ya en un primer momento pude distinguir un núcleo bastante brillante que formaba un triángulo rectángulo junto a las estrellas TYC1445-1572-1 (mag. 10,4) y TYC-1445-1858-1 (mag. 11,7). Para ser sinceros, al principio, utilizando bajos aumentos la galaxia se asemejaba más a una estrella desenfocada que a otra cosa.
Viendo el panorama decidí aplicar más aumentos. Para ello utilicé el ocular Nagler de 16mm (78x), con el que, lo que parecía una estrella desenfocada, se convierte en una galaxia con todas las de la ley. Puedo apreciar un núcleo bastante brillante, alargado, rodeado por un extenso halo bastante tenue.
Para poder sacarle el máximo partido es necesario adaptar perfectamente la vista a la oscuridad, tener un poco de paciencia, ir mirando de reojo… e ir moviendo un poquito el tubo de vez en cuando. Este pequeño movimiento ayuda a nuestro ojo a percibir mejor detalles que, de otra manera, nos pasarían desapercibidos.
Precisamente, en uno de estos pequeños movimientos de tubo “noté” que a la derecha de M85 aparecía una pequeña manchita blancuzca alargada. Muy sutil, pero una vez detectada, aparecía de una forma inconfundible. Este es el dibujo que hice a 78x:
Y aquí enlazo con lo que comentaba al principio acerca de las sorpresas agradables… Sin buscarlo, “descubrí” una galaxia realmente complicada para mi telescopio. Bueno, no sólo para mí, sino también para Pierre Méchain (descubridor de M85) y el mismo Charles Messier, y pude disfrutar de una bonita panorámica galáctica, que debe mejorar mucho con un telescopio de mayor abertura.
Realmente, en la zona de Coma Berenice-Virgo las galaxias aparecen como setas.
La acompañante de M85 es NGC4394, una galaxia espiral barrada situada a 52 millones de años luz que puede servirnos de perfecto test a la hora de estimar la contaminación lumínica que sufrimos, comprobar la calidad y posibilidades de nuestro telescopio, las condiciones de observación de la noche… e incluso, nuestra pericia a la hora de poner en práctica los consejos habituales que se dan para observar objetos tenues.
Por mi parte, pasé un buen rato con M85 y su esquiva acompañante NGC4394.
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