Normalmente, cuando observamos el cielo podemos tener la impresión que nos ofrece un aspecto inmutable. No somos capaces de apreciar ningún tipo de cambio en la posición de las estrellas y comprobamos noche tras noche que las constelaciones mantienen imperturbables su disposición estelar.
Las grandes distancias a las que se encuentras estas estrellas y lo limitado del “tiempo” humano en comparación al “tiempo” del Cosmos hace que no seamos capaces de apreciar su movimiento.
Pero nosotros podemos comprobar con unos simples prismáticos o pequeños telescopios que si algo no es el cielo, es inmutable.
Podemos observar el recorrido de los diferentes planetas, su rotación, las fases y la libración de la Luna, cambios de brillo en estrellas variables (tipo Algol, Beta Lyrae o Delta Cephei), el movimiento de cometas brillantes… y asteroides…
En el caso de los asteroides, al ser vecinos de nuestro Sistema Solar y encontrarse relativamente cerca de la Tierra, podemos detectar su movimiento en el fondo estrellado al cabo de unas horas… o más fácilmente, al cabo de un solo día.
Vesta es un asteroide peculiar. Fue el cuarto en descubrirse, el 29 de marzo de 1807 por Heinrich Wilhelm Olbers y con un diámetro de 530 km. es el asteroide más brillante que podemos observar (oscila alrededor de la 5ª y 7ª magnitud).
Cuando se encuentra en los periodos de máximo brillo es detectable a simple vista desde un cielo oscuro, por lo que no es descabellado pensar que con un poco de suerte, si algún astrónomo de la antigüedad hubiese reparado en él, se hubiera podido convertir en el sexto “planeta” conocido (Obviando el Sol y la Luna).
Hacía tiempo que quería observar este asteroide y ser testigo de su movimiento. Y las noches del 29 y 30 de mayo de 2010 tuve oportunidad de hacerlo:
Estas dos noches Vesta se encontraba cerca de Algieba, en la constelación de Leo. Para localizarlo mejor tomé sus coordenadas del Starry Night y memoricé tres estrellas que me iban a servir de referencia, que no eran otras que HIP 50814 (mg. 7,8); TYC 1423-1267-1 (mg. 10) y TYC 1423-1241-1 (mg. 9,15). El asteroide propiamente dicho debía brillar con una magnitud de 6,8.
Con el ocular de 25mm (50x) localicé fácilmente la zona y pude comprobar que, debido a la contaminación lumínica que sufro tan sólo podía apreciar las tres estrellas de referencia... y el asteroide. En un primer vistazo me dió la sensación que Vesta brillaba con una intensidad similar a HIP 50814.
Decidí poner más aumentos (166x) para ver si notaba alguna peculiaridad del asteroide, pero en principio no notaba demasiada diferencia respecto a la estrella. Fijándome un poco, acabé notando que HIP 50814 "titilaba", mientras que Vesta se apreciaba como un puntito blancuzco/azul metálico bastante definido... y puntual.
De todas maneras, si no supiera que estoy observando un asteroide, seguramente lo tomaría como una estrella más... si no fuera porqué al día siguiente, a la misma hora, pude comprobar que ese puntito metálico se había desplazado de una manera significativa.
Esta segunda noche pude cumplir mi objetivo de confirmar el movimiento de Vesta respecto a las tres estrellas de referencia.
En definitiva, una bonita experiencia observacional de un vecino de nuestro querido Sistema Solar.
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lunes, 31 de mayo de 2010
domingo, 30 de mayo de 2010
Gamma Crateris y Jc 16 en Crater
El cielo está lleno de estrellas dobles perfectamente asequibles y espectaculares... por lo que no deja de ser curioso que en ocasiones disfrutemos tanto o más con parejas que, sobre el papel, no nos ofrecen una vista tan estética. Es más, incluso presentan una cierta dificultad en su observación.
Este es el caso de dos estrellas dobles en la constelación de Crater: Gamma Crateris (HJ 840) y Jc 16.
Para sacarles el máximo partido hay que elegir una noche oscura... como la que tuve el 29 de mayo de 2010. Empecé con la Gamma Crateris:
( 2 ) Gamma Crateris – HJ 840
Telescopio Celestron Nexstar 5i de 127mm, oculares de 25mm (50x); 18mm (69,44x) y 10mm (125x). Seeing de 4/5 (Siendo 5=óptimo). Despejado. La Luna a punto de salir, no afecta la observación.
A 50x localizo fácilmente la Gamma Crt que se muestra blanca y brillante, tan brillante que no soy capaz de apreciar la compañera.
Sólo cuando pongo los 125x, y fijándome mucho, puedo distinguir un puntito grisáceo al lado de la principal.
Vale que la constelación no se eleva excesivamente en relación al horizonte... Vale que la separación entre las componentes no es mucha... Vale que la magnitud de la principal es muy brillante comparada con la secundaria... Pero incluso sabiendo todo esto, me ha sorprendido lo que me ha costado desdoblarla. Me he visto obligado a incluirla en mi lista de dobles que representan un reto para mi telescopio.
Pruebo a añadir el filtro polarizador y me sirve para confirmar que realmente la he desdoblado.
No es una pareja nada fácil y hasta me atrevería a decir que el brillo de la secundaria es menor que el marcado en los datos que tenía. Por todo ello, la satisfacción de desdoblar Gamma Crateris es mayor.
Este es el dibujo que he hecho con el Photoshop (La secundaria me ha quedado mucho más evidente de lo que la pude ver en visual):
Después de sudar con Gamma Crateris, fui a por Jc 16 preparado a seguir con las dificultades:
( 3 ) Jc 16
Y voy de sorpresa en sorpresa. Después de ver lo que me ha costado desdoblar Gamma Crt y viendo los datos de Jc 16 me esperaba una doble de gran dificultad... pero lo que me encuentro es que ya a 50x la veo perfectamente desdoblada, muy delicada, una verdadera preciosidad.
Pongo los 69x y continúa el espectáculo:
La principal, con un cierto tono amarillento y brillante se encuentra acompañada por una orgullosa componente B que se deja ver a pesar de su debilidad, debilidad que me impide apreciarle un color claro.
Pongo los 125x y la imagen no es tan diáfana, aunque me permite apreciar un cierto tono azul oscuro en la secundaria.
Dos grandes dobles para estar un buen rato disfrutando con ellas y poniendo a prueba nuestra capacidad de observación, nuestro telescopio y la calidad de la noche.
Este es el caso de dos estrellas dobles en la constelación de Crater: Gamma Crateris (HJ 840) y Jc 16.
Para sacarles el máximo partido hay que elegir una noche oscura... como la que tuve el 29 de mayo de 2010. Empecé con la Gamma Crateris:
( 2 ) Gamma Crateris – HJ 840
Telescopio Celestron Nexstar 5i de 127mm, oculares de 25mm (50x); 18mm (69,44x) y 10mm (125x). Seeing de 4/5 (Siendo 5=óptimo). Despejado. La Luna a punto de salir, no afecta la observación.
A 50x localizo fácilmente la Gamma Crt que se muestra blanca y brillante, tan brillante que no soy capaz de apreciar la compañera.
Sólo cuando pongo los 125x, y fijándome mucho, puedo distinguir un puntito grisáceo al lado de la principal.
Vale que la constelación no se eleva excesivamente en relación al horizonte... Vale que la separación entre las componentes no es mucha... Vale que la magnitud de la principal es muy brillante comparada con la secundaria... Pero incluso sabiendo todo esto, me ha sorprendido lo que me ha costado desdoblarla. Me he visto obligado a incluirla en mi lista de dobles que representan un reto para mi telescopio.
Pruebo a añadir el filtro polarizador y me sirve para confirmar que realmente la he desdoblado.
No es una pareja nada fácil y hasta me atrevería a decir que el brillo de la secundaria es menor que el marcado en los datos que tenía. Por todo ello, la satisfacción de desdoblar Gamma Crateris es mayor.
Este es el dibujo que he hecho con el Photoshop (La secundaria me ha quedado mucho más evidente de lo que la pude ver en visual):
Después de sudar con Gamma Crateris, fui a por Jc 16 preparado a seguir con las dificultades:
( 3 ) Jc 16
Y voy de sorpresa en sorpresa. Después de ver lo que me ha costado desdoblar Gamma Crt y viendo los datos de Jc 16 me esperaba una doble de gran dificultad... pero lo que me encuentro es que ya a 50x la veo perfectamente desdoblada, muy delicada, una verdadera preciosidad.
Pongo los 69x y continúa el espectáculo:
La principal, con un cierto tono amarillento y brillante se encuentra acompañada por una orgullosa componente B que se deja ver a pesar de su debilidad, debilidad que me impide apreciarle un color claro.
Pongo los 125x y la imagen no es tan diáfana, aunque me permite apreciar un cierto tono azul oscuro en la secundaria.
Dos grandes dobles para estar un buen rato disfrutando con ellas y poniendo a prueba nuestra capacidad de observación, nuestro telescopio y la calidad de la noche.
sábado, 29 de mayo de 2010
El cráter fantasma Prinz y los Montes Harbinger
A menudo se comenta que la Luna siempre nos ofrece un aspecto diferente según la incidencia de los rayos solares. Y realmente es muy cierto.
De la misma manera que en ocasiones pasamos por alto formaciones muy interesantes y atractivas por el simple hecho de encontrarse cerca de otras, que debido a su espectacularidad, las eclipsan.
Este es el caso del cráter Prinz y las montañas que se encuentran en sus inmediaciones (Montes Harbinger). Lo más habitual es que cuando visitamos la zona nos fijemos principalmente en Aristarchus, Vallis Schröteri, Montes Agricola...
http://laorilladelcosmos.blogspot.com/2010/04/zona-crater-aristarchus.html
Por todo ello, es muy aconsejable elegir adecuadamente el momento en que observar Prinz y los Montes Harbinger. Lo ideal es hacerlo cuando el terminador solar se encuentra justo encima de Aristarchus. En ese instante, el Sol todavía no ilumina el Vallis Schröteri y no puede distraernos. A parte que los Montes Harbinger presentan unas atractivas sombras que los hacen destacar de la monótona superficie de lava del Mare Imbrium.
La noche del 24 de mayo de 2010 con la Luna iluminada al 89%, onceava noche después de Luna Nueva, dibujé esta preciosa zona:
Mal que me pese, tengo que reconocer que no he sabido plasmar la serena prestancia de estas montañas sobresaliendo tímidas por encima del mar de lava que las cubren. Algunas de ellas alcanzan la altura de 2.500m. y en visual es todo un espectáculo.
Las sombras que se extienden a partir de Krieger, al Norte de Prinz, también me llamaron especialmente la atención. Es curioso ver sobresalir de un solo cráter dos sombras tan bien definidas y largas...
Y que decir del cráter fantasma Prinz, colgado parcialmente por lava procedente del Oceanus Procellarum. Una presencia delicada allá donde las haya.
Esta es una foto testimonial que saqué del momento:
... pero tal como he comentado, lo mejor es echarle un ojo en visual. No defraudará en absoluto. Más tarde ya tendremos ocasión de disfrutar de las maravillas de la zona de Aristarchus en todo su esplendor...
De la misma manera que en ocasiones pasamos por alto formaciones muy interesantes y atractivas por el simple hecho de encontrarse cerca de otras, que debido a su espectacularidad, las eclipsan.
Este es el caso del cráter Prinz y las montañas que se encuentran en sus inmediaciones (Montes Harbinger). Lo más habitual es que cuando visitamos la zona nos fijemos principalmente en Aristarchus, Vallis Schröteri, Montes Agricola...
http://laorilladelcosmos.blogspot.com/2010/04/zona-crater-aristarchus.html
Por todo ello, es muy aconsejable elegir adecuadamente el momento en que observar Prinz y los Montes Harbinger. Lo ideal es hacerlo cuando el terminador solar se encuentra justo encima de Aristarchus. En ese instante, el Sol todavía no ilumina el Vallis Schröteri y no puede distraernos. A parte que los Montes Harbinger presentan unas atractivas sombras que los hacen destacar de la monótona superficie de lava del Mare Imbrium.
La noche del 24 de mayo de 2010 con la Luna iluminada al 89%, onceava noche después de Luna Nueva, dibujé esta preciosa zona:
Mal que me pese, tengo que reconocer que no he sabido plasmar la serena prestancia de estas montañas sobresaliendo tímidas por encima del mar de lava que las cubren. Algunas de ellas alcanzan la altura de 2.500m. y en visual es todo un espectáculo.
Las sombras que se extienden a partir de Krieger, al Norte de Prinz, también me llamaron especialmente la atención. Es curioso ver sobresalir de un solo cráter dos sombras tan bien definidas y largas...
Y que decir del cráter fantasma Prinz, colgado parcialmente por lava procedente del Oceanus Procellarum. Una presencia delicada allá donde las haya.
Esta es una foto testimonial que saqué del momento:
... pero tal como he comentado, lo mejor es echarle un ojo en visual. No defraudará en absoluto. Más tarde ya tendremos ocasión de disfrutar de las maravillas de la zona de Aristarchus en todo su esplendor...
miércoles, 26 de mayo de 2010
Gassendi - A orillas de Mare Humorum
La noche del 24 de mayo de 2010, la onceava noche después de Luna Nueva, monté mi telescopio SC Nexstar 5i, cogí los lápices y el papel, levanté la cabeza hacia el cielo y apunté a una brillante Luna iluminada en el 89% de su superficie.
Mi objetivo no era otro que Gassendi, un espectacular cráter a orillas del Mare Humorum de unos 110 km. de diámetro. Había estado esperando una noche con las buenas condiciones de ésta para dibujarlo y disfrutar de su observación. No creo que exagerara lo más mínimo al asignarle un seeing de 5/5 (Siendo 5=óptimo). Y, en consecuencia, el resultado de la observación fue plenamente satisfactorio.
Este es el dibujo que hice hacia las 21h 25m T.U. observando el cráter a 333x:
Estuve observando un buen rato a 250x, que son los máximos aumentos teóricos que me permite mi telescopio. Pude reconocer las grietas que bordean el interior del cráter y alguna que se dirigía hacia las montañas centrales, diferenciar perfectamente los tres picos en el centro del cráter... y ver claramente dos cratercillos en su interior en la parte Sureste...
El fondo del cráter que se encuentra encastado en la muralla Norte (Gassendi A, de 33km. de diámetro) se mostraba prácticamente negro en su totalidad. Los 3,6 km. de profundidad le permitían resistir un poco más el inexorable avance de los rayos solares que iban bañando la zona. Menos profundo debe ser, sin duda, Gassendi B...
Partiendo de la zona Oeste de Gassendi y bordeando la orilla del Mare Humorum, se veía perfectamente Rimae Mersenius. Unas grietas que alcanzan una longitud de 230 km.
Otra cosa que me llamó la atención fue unas montañas que se encuentran a medio camino entre Gassendi A y Herigonius... me recordaron desde el primer momento en que me fijé en ellas a un Caballito de Mar. Parece ser que por su lado pasa la Rima Herigonius, pero no fui capaz de distinguirla.
Quedé tan sorprendido de la cantidad de detalles que podía apreciar con mi telescopio gracias a la calidad de la noche, que pensé: "De perdidos al río". Coloqué la Barlow Celestron Ultima de x2 y le añadí el Takahashi de 7,5mm. Esta configuración me da la friolera de 333x... Y lo bueno es que la calidad de la imagen aguantó perfectamente pudiendo disfrutar de los detalles, ya a un tamaño considerable.
Moraleja: Con la Luna, en una buena noche, se pueden poner aumentos sin miedo.
Para acabar con la observación hice una fotografía del cráter con la cámara DBK y la Barlow x2. Curiosamente, distinguí más detalles en visual que no los que he sacado en la fotografía:
Para concluir comentar que en 1966 pudo observarse un Fenómeno Lunar Transitorio (TLP-Transient Lunar Phenomena) en Gassendi: una intensa luz rojiza que fue confirmada por varios observadores del Observatorio Lowell (EEUU).
Pocos cráteres lunares son tan agradecidos de observar con pequeños telescopios como Gassendi. Y si pillamos una buena noche...
Mi objetivo no era otro que Gassendi, un espectacular cráter a orillas del Mare Humorum de unos 110 km. de diámetro. Había estado esperando una noche con las buenas condiciones de ésta para dibujarlo y disfrutar de su observación. No creo que exagerara lo más mínimo al asignarle un seeing de 5/5 (Siendo 5=óptimo). Y, en consecuencia, el resultado de la observación fue plenamente satisfactorio.
Este es el dibujo que hice hacia las 21h 25m T.U. observando el cráter a 333x:
Estuve observando un buen rato a 250x, que son los máximos aumentos teóricos que me permite mi telescopio. Pude reconocer las grietas que bordean el interior del cráter y alguna que se dirigía hacia las montañas centrales, diferenciar perfectamente los tres picos en el centro del cráter... y ver claramente dos cratercillos en su interior en la parte Sureste...
El fondo del cráter que se encuentra encastado en la muralla Norte (Gassendi A, de 33km. de diámetro) se mostraba prácticamente negro en su totalidad. Los 3,6 km. de profundidad le permitían resistir un poco más el inexorable avance de los rayos solares que iban bañando la zona. Menos profundo debe ser, sin duda, Gassendi B...
Partiendo de la zona Oeste de Gassendi y bordeando la orilla del Mare Humorum, se veía perfectamente Rimae Mersenius. Unas grietas que alcanzan una longitud de 230 km.
Otra cosa que me llamó la atención fue unas montañas que se encuentran a medio camino entre Gassendi A y Herigonius... me recordaron desde el primer momento en que me fijé en ellas a un Caballito de Mar. Parece ser que por su lado pasa la Rima Herigonius, pero no fui capaz de distinguirla.
Quedé tan sorprendido de la cantidad de detalles que podía apreciar con mi telescopio gracias a la calidad de la noche, que pensé: "De perdidos al río". Coloqué la Barlow Celestron Ultima de x2 y le añadí el Takahashi de 7,5mm. Esta configuración me da la friolera de 333x... Y lo bueno es que la calidad de la imagen aguantó perfectamente pudiendo disfrutar de los detalles, ya a un tamaño considerable.
Moraleja: Con la Luna, en una buena noche, se pueden poner aumentos sin miedo.
Para acabar con la observación hice una fotografía del cráter con la cámara DBK y la Barlow x2. Curiosamente, distinguí más detalles en visual que no los que he sacado en la fotografía:
Para concluir comentar que en 1966 pudo observarse un Fenómeno Lunar Transitorio (TLP-Transient Lunar Phenomena) en Gassendi: una intensa luz rojiza que fue confirmada por varios observadores del Observatorio Lowell (EEUU).
Pocos cráteres lunares son tan agradecidos de observar con pequeños telescopios como Gassendi. Y si pillamos una buena noche...
domingo, 23 de mayo de 2010
Piccolomini, un juego de sombras lunar
En la quinta noche a partir de la Luna Nueva, de entre los muchos objetivos lunares destacados a los que podemos apuntar nuestro telescopio, encontramos un peculiar y atractivo cráter: Piccolomini.
Este es el dibujo que hice la noche del 18 de mayo de 2010 mientras lo observaba a través de mi SC Nexstar 5i de 127mm y el ocular de 5mm (250x):
Piccolomini es un cráter de 85 km de diámetro y me llamó la atención por el juego de sombras que presentaba en ese preciso instante. Las sombras proyectadas por la pared del cráter casi rodeaban el impresionante pico central de 2.000m, y éste, a su vez, proyectaba su propia sombra hasta alcanzar prácticamente la muralla del cráter opuesta del cráter.
La Rupes Altai, que nace a partir de Piccolomini, se adentraba temerariamente en la, todavía, noche lunar...
Piccolomini M y Piccolomini C formando una bonita imagen de cráteres superpuestos que todavía mantienen su interior a cubierto de la luz solar...
Rothmann M, presentando una forma de corazón muy adecuada para observadores lunares enamorados...
Y finalmente, Stiborius. Así como la sombra proyectada por la pared Este del cráter Piccolomini sugiere una forma irregular... la proyectada por la pared Oeste de Stiborius es todo lo contrario: un arco bien definido.
Para acabar con la sesión de observación hice una rápida fotografía de la zona:
Y aquí dejo identificados las diferentes partes de este espectacular recorrido:
La zona del cráter Piccolomini con esta iluminación ofrece un espectáculo impresionante, y lo mejor, es que es apto para toda clase de telescopios.
Este es el dibujo que hice la noche del 18 de mayo de 2010 mientras lo observaba a través de mi SC Nexstar 5i de 127mm y el ocular de 5mm (250x):
Piccolomini es un cráter de 85 km de diámetro y me llamó la atención por el juego de sombras que presentaba en ese preciso instante. Las sombras proyectadas por la pared del cráter casi rodeaban el impresionante pico central de 2.000m, y éste, a su vez, proyectaba su propia sombra hasta alcanzar prácticamente la muralla del cráter opuesta del cráter.
La Rupes Altai, que nace a partir de Piccolomini, se adentraba temerariamente en la, todavía, noche lunar...
Piccolomini M y Piccolomini C formando una bonita imagen de cráteres superpuestos que todavía mantienen su interior a cubierto de la luz solar...
Rothmann M, presentando una forma de corazón muy adecuada para observadores lunares enamorados...
Y finalmente, Stiborius. Así como la sombra proyectada por la pared Este del cráter Piccolomini sugiere una forma irregular... la proyectada por la pared Oeste de Stiborius es todo lo contrario: un arco bien definido.
Para acabar con la sesión de observación hice una rápida fotografía de la zona:
Y aquí dejo identificados las diferentes partes de este espectacular recorrido:
La zona del cráter Piccolomini con esta iluminación ofrece un espectáculo impresionante, y lo mejor, es que es apto para toda clase de telescopios.
sábado, 22 de mayo de 2010
Mosaico lunar: minitutorial de Registax 5 e iMerge
La noche del 18 de mayo de 2010 las condiciones de observación eran idóneas y decidí intentar confeccionar un mosaico lunar con varias fotografías tomadas con la cámara DBK a foco primario de mi SC Nexstar 5i de 127mm.
Este fue el resultado de juntar 11 tomas, tratadas con el programa de apilado Registax 5 y unidas en mosaico con iMerge:
Llegar a conseguir una fotografía como esta no es complicado. Un poco laborioso sí, pero no complicado.
Dirigido a los que empiezan y no saben cómo hacerlo, dejo aquí un pequeño tutorial con los pasos básicos que nos permitirán conseguir fotos como esta... o mucho mejores...
Es sabido que el campo que abarca una webcam o una CCD no nos permite encajar la Luna en una sola imagen, por lo que es necesario hacer varias tomas y después unirlas en forma de mosaico con algún programa específico.
Para empezar tomaremos con nuestra cámara los vídeos de toda la superficie lunar que queramos que nos aparezca en nuestra imagen definitiva. Iremos con cuidado de no dejar zonas “muertas”. Es un poco fastidioso hacer todo el trabajo para después comprobar que nos queda un cacho de Luna en negro por no haber hecho correctamente la toma de esa parte.
Una vez hemos tomado los diferentes vídeos, procederemos a su apilado y optimización con el programa gratuito Registax 5:
http://www.astronomie.be/registax/download.html
1.- Select -> Abrimos el fichero AVI que hemos grabado con la webcam o la CCD
2.- Podemos dejar todas las opciones por defecto. Yo, la única que modifico según la calidad del vídeo que he grabado es la opción que aparece en la parte izquierda “Lowest Quality”. Esta opción desecha los fotogramas de menor calidad, lo que permite obtener un mejor resultado final. Si el vídeo es bueno, lo suelo dejar al 80%.
3.- En el “slide” (la barra que aparece en la base de la pantalla) con la ayuda del ratón, selecciono un fotograma de buena calidad que se encuentre en una posición media. (Ej. Si he tomado un vídeo de 1.000 imágenes –frames- elijo una alrededor de la posición 500).
4.- En “Alignbox size” seleccionaremos el tamaño adecuado que nos permita elegir un cráter significativo en el centro de la imagen (en el caso de la Luna) que nos servirá de referencia a la hora de alinear todas las imágenes.
5.- Marcamos con el ratón el cráter en cuestión y clicamos en “Align” (Subrayada con una línea verde).
6.- A continuación, si todo ha ido bien y estamos conformes con el número de imágenes que ha aprovechado el programa, clicaremos en “Limit”.
7.- Posteriormente “Optimize & stack”. El progama se pone a trabajar optimizando y apilando los fotogramas seleccionados.
8.- Cuando acaba el proceso aparece una pantalla, ya con la imagen resultante y nuevas opciones que nos permitirán mejorarla. Aquí ya entra la subjetividad y los gustos de cada uno, por lo que me voy a limitar a enumerar las opciones básicas que suelo modificar. Siempre empiezo por el brillo y el contraste.
9.- A continuación modifico los niveles de la opción “Layers”. Empiezo por el número 3, luego el 1 y el 6. Los otros, normalmente, o los dejo como están o no los utilizo demasiado. En líneas generales podremos forzarlos más dependiendo de la calidad de la imagen que hemos obtenido. Como ya he comentado, aquí entra el criterio de cada uno.
Las instrucciones comentadas hasta aquí representan lo básico que debemos saber para apilar las imágenes de un vídeo tomadas con nuestra cámara y conseguir una imagen decente. Más adelante, cuando conozcamos mejor el programa, podremos investigar qué nos puede aportar utilizar otras opciones como “Histogram”, “Gamma”, “RGB Align”...
10.- Seguramente habremos notado que las modificaciones que hemos estado introduciendo solamente se han aplicado a una zona central determinada de la fotografía. Para que podamos modificar la imagen entera deberemos clicar en la opción “Do all”.
11.- Si estamos contentos con el resultado, ya podemos guardar la imagen seleccionando la opción “Save image”. Yo las suelo guardar en formato TIF para no perder información. Más tarde, si queremos utilizarla en internet y necesitamos que no “pese” tanto siempre podremos hacer una copia y guardarla en formato “jpeg”.
IMPORTANTE si se quiere hacer un mosaico con iMerge: Para utilizarla posteriormente con el iMerge, deberemos, no obstante, guardarla en formato BMP, que es el aceptado por el programa.
12.- Si queremos hacer unos últimos retoques siempre podemos clicar en la pestaña “Final”, aunque, personalmente, no la utilizo casi nunca.
Esta es la imagen de partida:
Y esta la imagen final:
Una vez hemos apilado todos los vídeos y obtenido las diferente fotografías que van a formar la imagen final, procederemos a unirlas con otro programa gratuito y muy intuitivo, el iMerge:
http://www.softsea.com/review/iMerge.html
Abrimos el programa, y antes de empezar yo siempre marco la opción “View -> Feathering” que nos esconde los “marcos” de las imágenes individuales y nos permite tener una mejor visión de conjunto.
1.- Vamos a importar las fotografía individuales que deben tener un formato .bmp o .fit. Para ello vamos a “File -> File list”.
2.- Clicamos en la opción “Import”.
3.- Marcamos todas las imágenes que van a componer el mosaico y clicamos en “Abrir”.
4.- Damos el “ok”.
5.- Se han importado todas las imágenes y han quedado superpuestas en la parte superior izquierda de la pantalla. Con el ratón, clicamos una y la ponemos en el centro. A continuación iremos seleccionando las otras y, arrastrándolas, las iremos colocando en el sitio adecuado, procurando crear un mosaico con una imagen clara y definida.
6.- Podemos utilizar las opciones de lupa de aumento o lupa de reducción según nuestra conveniencia.
7.- Al final, conseguiremos nuestro collage y podremos guardarlo como nuestra foto definitiva.
8.- “Save image as”... y ya lo tenemos.
Espero que este minitutorial pueda ser de ayuda a aquellos que empiezan en este gratificante mundo de la fotografía lunar.
Y para finalizar comentar que, a parte de la sesión fotográfica, también dediqué un rato a la observación visual. Rato en el que me fijé especialmente en los siguientes objetivos lunares:
La Luna se encontraba en su 5º día después de Luna Nueva estando iluminada en un 26% de su superficie. Disfruté como nunca del juego de luces y sombras compensando todas esas noches de observación frustrada por el mal tiempo que llevo acumuladas durante este 2010.
Este fue el resultado de juntar 11 tomas, tratadas con el programa de apilado Registax 5 y unidas en mosaico con iMerge:
Llegar a conseguir una fotografía como esta no es complicado. Un poco laborioso sí, pero no complicado.
Dirigido a los que empiezan y no saben cómo hacerlo, dejo aquí un pequeño tutorial con los pasos básicos que nos permitirán conseguir fotos como esta... o mucho mejores...
Es sabido que el campo que abarca una webcam o una CCD no nos permite encajar la Luna en una sola imagen, por lo que es necesario hacer varias tomas y después unirlas en forma de mosaico con algún programa específico.
Para empezar tomaremos con nuestra cámara los vídeos de toda la superficie lunar que queramos que nos aparezca en nuestra imagen definitiva. Iremos con cuidado de no dejar zonas “muertas”. Es un poco fastidioso hacer todo el trabajo para después comprobar que nos queda un cacho de Luna en negro por no haber hecho correctamente la toma de esa parte.
Una vez hemos tomado los diferentes vídeos, procederemos a su apilado y optimización con el programa gratuito Registax 5:
http://www.astronomie.be/registax/download.html
1.- Select -> Abrimos el fichero AVI que hemos grabado con la webcam o la CCD
2.- Podemos dejar todas las opciones por defecto. Yo, la única que modifico según la calidad del vídeo que he grabado es la opción que aparece en la parte izquierda “Lowest Quality”. Esta opción desecha los fotogramas de menor calidad, lo que permite obtener un mejor resultado final. Si el vídeo es bueno, lo suelo dejar al 80%.
3.- En el “slide” (la barra que aparece en la base de la pantalla) con la ayuda del ratón, selecciono un fotograma de buena calidad que se encuentre en una posición media. (Ej. Si he tomado un vídeo de 1.000 imágenes –frames- elijo una alrededor de la posición 500).
4.- En “Alignbox size” seleccionaremos el tamaño adecuado que nos permita elegir un cráter significativo en el centro de la imagen (en el caso de la Luna) que nos servirá de referencia a la hora de alinear todas las imágenes.
5.- Marcamos con el ratón el cráter en cuestión y clicamos en “Align” (Subrayada con una línea verde).
6.- A continuación, si todo ha ido bien y estamos conformes con el número de imágenes que ha aprovechado el programa, clicaremos en “Limit”.
7.- Posteriormente “Optimize & stack”. El progama se pone a trabajar optimizando y apilando los fotogramas seleccionados.
8.- Cuando acaba el proceso aparece una pantalla, ya con la imagen resultante y nuevas opciones que nos permitirán mejorarla. Aquí ya entra la subjetividad y los gustos de cada uno, por lo que me voy a limitar a enumerar las opciones básicas que suelo modificar. Siempre empiezo por el brillo y el contraste.
9.- A continuación modifico los niveles de la opción “Layers”. Empiezo por el número 3, luego el 1 y el 6. Los otros, normalmente, o los dejo como están o no los utilizo demasiado. En líneas generales podremos forzarlos más dependiendo de la calidad de la imagen que hemos obtenido. Como ya he comentado, aquí entra el criterio de cada uno.
Las instrucciones comentadas hasta aquí representan lo básico que debemos saber para apilar las imágenes de un vídeo tomadas con nuestra cámara y conseguir una imagen decente. Más adelante, cuando conozcamos mejor el programa, podremos investigar qué nos puede aportar utilizar otras opciones como “Histogram”, “Gamma”, “RGB Align”...
10.- Seguramente habremos notado que las modificaciones que hemos estado introduciendo solamente se han aplicado a una zona central determinada de la fotografía. Para que podamos modificar la imagen entera deberemos clicar en la opción “Do all”.
11.- Si estamos contentos con el resultado, ya podemos guardar la imagen seleccionando la opción “Save image”. Yo las suelo guardar en formato TIF para no perder información. Más tarde, si queremos utilizarla en internet y necesitamos que no “pese” tanto siempre podremos hacer una copia y guardarla en formato “jpeg”.
IMPORTANTE si se quiere hacer un mosaico con iMerge: Para utilizarla posteriormente con el iMerge, deberemos, no obstante, guardarla en formato BMP, que es el aceptado por el programa.
12.- Si queremos hacer unos últimos retoques siempre podemos clicar en la pestaña “Final”, aunque, personalmente, no la utilizo casi nunca.
Esta es la imagen de partida:
Y esta la imagen final:
Una vez hemos apilado todos los vídeos y obtenido las diferente fotografías que van a formar la imagen final, procederemos a unirlas con otro programa gratuito y muy intuitivo, el iMerge:
http://www.softsea.com/review/iMerge.html
Abrimos el programa, y antes de empezar yo siempre marco la opción “View -> Feathering” que nos esconde los “marcos” de las imágenes individuales y nos permite tener una mejor visión de conjunto.
1.- Vamos a importar las fotografía individuales que deben tener un formato .bmp o .fit. Para ello vamos a “File -> File list”.
2.- Clicamos en la opción “Import”.
3.- Marcamos todas las imágenes que van a componer el mosaico y clicamos en “Abrir”.
4.- Damos el “ok”.
5.- Se han importado todas las imágenes y han quedado superpuestas en la parte superior izquierda de la pantalla. Con el ratón, clicamos una y la ponemos en el centro. A continuación iremos seleccionando las otras y, arrastrándolas, las iremos colocando en el sitio adecuado, procurando crear un mosaico con una imagen clara y definida.
6.- Podemos utilizar las opciones de lupa de aumento o lupa de reducción según nuestra conveniencia.
7.- Al final, conseguiremos nuestro collage y podremos guardarlo como nuestra foto definitiva.
8.- “Save image as”... y ya lo tenemos.
Espero que este minitutorial pueda ser de ayuda a aquellos que empiezan en este gratificante mundo de la fotografía lunar.
Y para finalizar comentar que, a parte de la sesión fotográfica, también dediqué un rato a la observación visual. Rato en el que me fijé especialmente en los siguientes objetivos lunares:
La Luna se encontraba en su 5º día después de Luna Nueva estando iluminada en un 26% de su superficie. Disfruté como nunca del juego de luces y sombras compensando todas esas noches de observación frustrada por el mal tiempo que llevo acumuladas durante este 2010.
lunes, 17 de mayo de 2010
Venus, la Luna... y un mal telescopio
No es oro todo lo que reluce… y no todo lo que tiene forma de telescopio es válido para iniciarse en la observación astronómica.
La empresa que nos suministra el material de oficina en mi lugar de trabajo nos obsequió con un magnífico “telescopio” astronómico y terrestre de 50mm de diámetro para observar las estrellas y las maravillas del Universo. Siendo un regalo, no esperaba que fuera de gran calidad, pero como mínimo esperaba que fuera tan digno como un prismático normalillo.
Este es el artefacto en cuestión:
El 15 de mayo de 2010 estaba de viaje y no llevaba conmigo nada más que el “telescopio” de regalo. No había tenido ocasión de probarlo, y decidí que observar Venus, al lado de una joven Luna creciente, sería una buena manera de estrenarlo.
Pues bien, esto es, después de localizar Venus, lo que pude ver a través del ocular:Traduzco el dibujo: Venus flanqueado por dos fantasmas venusianos producto de extraños reflejos telescópicos…
En conclusión: Un telescopio inservible para la observación astronómica.
Lo bueno es que para observación terrestre, a la luz del día, la imagen que ofrece, libre de reflejos, es aceptable.
Esta pequeña anécdota personal me hizo reflexionar sobre lo importante que es para alguien que desea introducirse en esta bonita afición, informarse bien antes de lanzarse a la compra de un telescopio.
Y sobre todo, una vez tomada la decisión, comprarlo en una tienda especializada en material astronómico. El 90% de ellas son lo suficientemente profesionales como para aconsejarnos el mejor telescopio que se adapte a nuestras necesidades.
Además, si compramos una marca reconocida, nos aseguraremos que, elijamos el modelo que elijamos, nos ofrecerá unas garantías mínimas de calidad.
Cuando estaba guardando el “telescopio” volví a dirigir mi vista hacia Venus y la Luna que se mostraban espectaculares en un cielo despejado y límpido. Venus extremadamente brillante, y la Luna brillando en una pequeña porción y ofreciendo una clara luz cenicienta.
Además el paisaje acompañaba. El planeta y nuestro satélite se encontraban a poca altura de una sierra perfectamente perfilada gracias a un precioso contraluz ofrecido por el Sol que se iba despidiendo del día…
Dejé el “telescopio” abandonado, cogí lápiz y papel, y dibujé un pequeño recuerdo:
Me olvide de la mala experiencia con el “telescopio” y pensé: Se disfruta más de la astronomía a ojo desnudo que con un mal telescopio.
La empresa que nos suministra el material de oficina en mi lugar de trabajo nos obsequió con un magnífico “telescopio” astronómico y terrestre de 50mm de diámetro para observar las estrellas y las maravillas del Universo. Siendo un regalo, no esperaba que fuera de gran calidad, pero como mínimo esperaba que fuera tan digno como un prismático normalillo.
Este es el artefacto en cuestión:
El 15 de mayo de 2010 estaba de viaje y no llevaba conmigo nada más que el “telescopio” de regalo. No había tenido ocasión de probarlo, y decidí que observar Venus, al lado de una joven Luna creciente, sería una buena manera de estrenarlo.
Pues bien, esto es, después de localizar Venus, lo que pude ver a través del ocular:Traduzco el dibujo: Venus flanqueado por dos fantasmas venusianos producto de extraños reflejos telescópicos…
En conclusión: Un telescopio inservible para la observación astronómica.
Lo bueno es que para observación terrestre, a la luz del día, la imagen que ofrece, libre de reflejos, es aceptable.
Esta pequeña anécdota personal me hizo reflexionar sobre lo importante que es para alguien que desea introducirse en esta bonita afición, informarse bien antes de lanzarse a la compra de un telescopio.
Y sobre todo, una vez tomada la decisión, comprarlo en una tienda especializada en material astronómico. El 90% de ellas son lo suficientemente profesionales como para aconsejarnos el mejor telescopio que se adapte a nuestras necesidades.
Además, si compramos una marca reconocida, nos aseguraremos que, elijamos el modelo que elijamos, nos ofrecerá unas garantías mínimas de calidad.
Cuando estaba guardando el “telescopio” volví a dirigir mi vista hacia Venus y la Luna que se mostraban espectaculares en un cielo despejado y límpido. Venus extremadamente brillante, y la Luna brillando en una pequeña porción y ofreciendo una clara luz cenicienta.
Además el paisaje acompañaba. El planeta y nuestro satélite se encontraban a poca altura de una sierra perfectamente perfilada gracias a un precioso contraluz ofrecido por el Sol que se iba despidiendo del día…
Dejé el “telescopio” abandonado, cogí lápiz y papel, y dibujé un pequeño recuerdo:
Me olvide de la mala experiencia con el “telescopio” y pensé: Se disfruta más de la astronomía a ojo desnudo que con un mal telescopio.
lunes, 10 de mayo de 2010
El Anillo de Compromiso - El asterismo de la Polar
Cuando todavía no tenía telescopio y disfrutaba observando el cielo durante las agradables noches de verano con mis prismáticos 10x50, decidí comprarme un libro titulado “Binocular Highlights”, escrito por Gary Seronik. En él se presentan 99 objetos ideales para su observación a través de prismáticos. Muy recomendable.
Pues bien, en este libro fue donde por primera vez vi una referencia a un curioso asterismo: El Anillo de Compromiso. (En inglés, The Engagement Ring).
Consiste en una decena de estrellas que a través de unos prismáticos (tanto da 7x50, 10x50 ó 15x70) se asemejan a un anillo coronado por un precioso “diamante”, que no es otro que la misma Estrella Polar.
Un aliciente más que nos ofrece esta peculiar estrella.
El 17 de octubre de 2009 le hice una foto con la cámara Nikon D70S y el objetivo de 200mm:
Como es habitual en mi, la fotografía no es muy buena, pero espero que sea lo suficientemente aceptable como para poder dar una idea de la distribución de este grupo estelar formado por la Polar (mag. 1,96), HIP7283 (mag. 6,43) y el resto de componentes que brillan alrededor de las magnitudes 8ª y 9ª:
La mejor vista que he tenido de este asterismo ha sido desde un lugar con poca contaminación lumínica y con unos prismáticos 10x50.
A lo largo del año, el “diamante” (La Estrella Polar), se mantiene centrado, sin embargo el resto del anillo va rotando a su alrededor.
La noche del 9 de mayo de 2010 para relajarme un poco decidí sacar los prismáticos 15x70, montarlos en mi trípode fotográfico, apuntar a este asterismo y dibujar lo que estaba viendo. Este fue el resultado:
La sensación de anillo que ofrece en visual es muy superior estéticamente a lo que se puede apreciar en la fotografía o en el dibujo, por lo que aconsejo echarle un vistazo tan pronto se pueda disfrutar de un cielo medianamente oscuro. No decepcionará.
Pues bien, en este libro fue donde por primera vez vi una referencia a un curioso asterismo: El Anillo de Compromiso. (En inglés, The Engagement Ring).
Consiste en una decena de estrellas que a través de unos prismáticos (tanto da 7x50, 10x50 ó 15x70) se asemejan a un anillo coronado por un precioso “diamante”, que no es otro que la misma Estrella Polar.
Un aliciente más que nos ofrece esta peculiar estrella.
El 17 de octubre de 2009 le hice una foto con la cámara Nikon D70S y el objetivo de 200mm:
Como es habitual en mi, la fotografía no es muy buena, pero espero que sea lo suficientemente aceptable como para poder dar una idea de la distribución de este grupo estelar formado por la Polar (mag. 1,96), HIP7283 (mag. 6,43) y el resto de componentes que brillan alrededor de las magnitudes 8ª y 9ª:
La mejor vista que he tenido de este asterismo ha sido desde un lugar con poca contaminación lumínica y con unos prismáticos 10x50.
A lo largo del año, el “diamante” (La Estrella Polar), se mantiene centrado, sin embargo el resto del anillo va rotando a su alrededor.
La noche del 9 de mayo de 2010 para relajarme un poco decidí sacar los prismáticos 15x70, montarlos en mi trípode fotográfico, apuntar a este asterismo y dibujar lo que estaba viendo. Este fue el resultado:
La sensación de anillo que ofrece en visual es muy superior estéticamente a lo que se puede apreciar en la fotografía o en el dibujo, por lo que aconsejo echarle un vistazo tan pronto se pueda disfrutar de un cielo medianamente oscuro. No decepcionará.
viernes, 7 de mayo de 2010
Beta Lyrae (Sheliak) - Una doble/variable en Lyra
No sólo de "messiers" vive el astrónomo aficionado..., aprovechando que vamos a tener la constelación de la Lyra a mano durante varios meses se presenta la posibilidad de hacer el seguimiento de una variable fácil: Beta Lyrae. Y digo que es fácil porqué sólo es necesario disponer de unos simples prismáticos.
Beta Lyrae, conocida también con el nombre de Sheliak (Arabe) y Tsan Tae (Chino), fue descubierta como variable por John Goodricke en 1784.
Es una variable eclipsante de tipo B (las dos componentes se ocultan parcialmente una a la otra) y con un periodo orbital de aproximadamente 12,9 días. Varía entre la magnitud 3,3 y la 4,2.
Cuando brillan las dos estrellas a la vez, su magnitud conjunta es de 3,3; cuando se produce un eclipse principal, una de las componentes queda casi completamente oculta y el brillo del conjunto baja a 4,2. Y cuando se produce un eclipse parcial, el conjunto baja a sólo 3,7.
Para estimar los brillos tomaremos como referencia la Gamma Lyrae (mag. 3,2) y la Zeta Lyrae (mag. 4,3)
Aquí dejo una carta que puede ser de utilidad para situarnos un poco:
También pongo el enlace de la AAVSO donde regularmente se publican las estimaciones de brillo de Beta Lyrae, por si se quiere comparar nuestras estimaciones con las de otros aficionados:
http://www.aavso.org/apps/webobs/results/?star=BET+LYR&num_results=200
Yo, para hacer las estimaciones utilizo el método de Argelander que consiste en lo siguiente: elegir dos estrellas de brillo fijo próximas a la variable. Asignar la letra A a la más brillante y B a la menos brillante. Se recomienda que entre las estrellas de referencia no haya más de 1,5 ni menos de 0,5 magnitudes de diferencia. (en este caso A=Gamma Lyrae 3,2 y B=Zeta Lyrae 4,3).
Si consideramos que entre las estrellas de referencia y la variable existen 5 grados de diferenciación tendremos que estimar si el brillo de la variable está más cerca de A ó de B según qué grado:
- Grado 1: En un primer vistazo la variable y la estrella de referencia parece que tienen el mismo brillo, pero si nos fijamos un poco notaremos una ligera diferencia.
- Grado 2: La estrella parece igual de brillante que la variable, pero rápidamente vemos que existe una pequeña diferencia de brillo.
- Grado 3: En un primer vistazo se aprecia que hay diferencia de brillo.
- Grado 4: Existe una notable diferencia de brillo.
- Grado 5: Existe una clara y desproporcionada diferencia de brillo.
mv = mA + [(gA * (mB – mA)) / (gA + gB)]
mag. de la variable = mag. A + [(grado A * (mag B – mag A)) / (grado A + grado B)]
mag. de la variable = mag. A + [(grado A * (mag B – mag A)) / (grado A + grado B)]
Actualmente se conoce que Beta Lyrae son dos estrellas gigantes azules, tan cercanas entre ellas que el espacio entre las dos componentes no es superior a su propio diámetro. Cada una de ellas es varios miles de veces más brillante que nuestro sol y se encuentran a 1.100 años luz de nosotros.
Pero Beta Lyrae no sólo es variable, sino que también es doble. La doble que podemos ver nosotros con nuestros telescopios es STFA 39, posiblemente una doble de perspectiva, pero que no quita que podamos admirar su belleza. Contrasta el color blanco-azulado de la principal (la variable propiamente) y azul oscuro de la secundaria (José Luis Comellas comenta en la "Guía del Firmamento" que la ve anaranjada).
Esta es la observación que hice en 2008:
Y estas son mis anotaciones de la noche:
"Una verdadera maravilla. Hoy calculo que debería tener una magnitud de 4,0, casi en su mínimo. La secundaria tiene un color azul muy marcado y bonito.
A 50x ya puede apreciarse claramente desdoblada. Pongo los 69x y, por un lado peor, porqué la separación ya es muy evidente; pero por otro lado mejor, porqué puedo ver más claras las componentes E (TYC2642-2933-1, mag. 10,09) y F (TYC2642-1394-1, mag. 10,60 ).
A 125x pierde un poco su apariencia de doble –demasiada separación- Mejor a 69x".
Una estrella que puede dar mucho juego durante varias noches...