Un recuerdo que nos ayude a rememorar lo que sentimos y vimos ante el ocular.
El pasado 10 de octubre de 2015 estuve observando y dibujando M27, la nebulosa de la Haltera (Dumbbell Nebula) y después, revisando las notas que tenía sobre esta planetaria, me reencontré con uno de mis primeros dibujos astronómicos. Revisé las notas que tomé en su momento y no pude evitar sentir cierta nostalgia.
Parece mentira. El dibujo lo hice en 2007, y dentro de nada vamos a estrenar el 2016, ¡nueve años, nada menos! Y luego recordé que mi primer telescopio lo compré a finales de 2003.
Cuando decidí comprarme el SC de 127mm tengo que reconocer que tenía una idea algo vaga de lo que es la afición astronómica, y la verdad es que no sabía muy bien que podía esperar de ella. Lo único que sabía es que me gustaba mirar el cielo estrellado de mi pueblo, tanto a simple vista como con prismáticos, y que un telescopio me permitiría alcanzar a ver mucho más allá.
Y después de 12 años el bagaje es francamente positivo. Y lo mejor de todo, es que tengo la sensación de que aún me queda mucho por disfrutar en esta bonita afición.
Pero mejor que deje de divagar y me centre en M27.
Apuntar hacia esta nebulosa planetaria, que con su magnitud aparente de 7,4 es la segunda más brillante que podemos ver con nuestros telescopios, con mi SC de 235mm desde unos cielos oscuros, resulta una experiencia inolvidable.
Estuve más de diez minutos extasiado mirándola antes de decidirme a dibujarla, y es que me resultaba realmente difícil plasmar lo que de verdad podía ver por el ocular en el papel. Pero recordando lo que comentaba al principio de la entrada, me armé de valor e intenté dibujarla lo mejor que pude. Este fue el resultado:
El campo estelar es extremadamente rico si utilizamos bajos aumentos, pero a medida que los forzamos, las estrellas que acompañan a la nebulosa cada vez son menos. Sin embargo, la protagonista es M27.
Se ve preciosa, extensa, muy marcada. Las zonas exteriores se muestran muy potentes, sobre todo en la parte derecha del dibujo. Lo que no soy capaz de cazar es la estrella central, tal vez debido a que hay algo de turbulencia atmosférica. Objetivo para la próxima observación.
Añado el filtro UHC y consigo que la nebulosa aparezca más resaltada respecto al campo estelar. A continuación utilizo el filtro OIII y, aunque me desaparecen las estrellas más débiles del campo del ocular, la parte central de la planetaria es como si la viera en 3D. Es realmente espectacular.
Cuando ya llevo un buen rato con M27, recuerdo lo que realmente es: una explosión estelar que lanza sus gases al espacio exterior, dejando la estrella que lo provoca, moribunda, cercana al final de su ciclo evolutivo.
Vuelvo a observarla y no puedo evitar sentir una verdadera emoción ante ella.
Según recientes estudios M27 se encuentra a una distancia de 1.150 años luz. Sus gases se extienden a lo largo de 3 años luz y visualmente, como he comentado antes, brilla con una magnitud aparente de 7,4 ocupando 8,4’x6,1’ de cielo.
Fue descubierta el 12 de julio de 1764 por Charles Messier que la definió como una nebulosa sin estrellas de forma ovalada.
A John Herschel le debemos el sobrenombre por el que es conocida. Además de describir su aspecto, dejó anotado: “A nebula shaped like a dumbbell” (Una nebulosa de forma parecida a una haltera).
Y a William Huggins hay que reconocerle el mérito de haber descubierto utilizando la espectroscopia la verdadera naturaleza gaseosa.
Lo que me ha dejado un poco desilusionado es no haber sido capaz de percibir la estrella central, pero como comento, tal vez sea sólo debido a las condiciones atmosféricas de observación de la noche. Esta estrella, que brilla con una asequible, para mi SC de 235mm, magnitud de 13,5, es una enana azulada muy caliente que presenta una clase espectral de tipo O7.
Se ha descubierto que tiene una compañera que brilla con magnitud 17 a una distancia de 6,5” y un ángulo de posición de 214º. Inalcanzable para mí equipo, pero que añade un aspecto más impresionante a la hora de imaginarme lo que debe ser esa parte del Cosmos. De hecho, ambas estrellas están separadas por tan sólo 2.500 UA.
Acabé la observación echándole un vistazo con mis prismáticos 15x70. Una manera diferente de disfrutarla, más que nada por qué he ido saltando de estrella en estrella, partiendo del cúmulo de la Percha (Cr399), siguiendo las estrellas más brillantes de Sagitta hasta localizarla en el corazón de Vulpecula.
Carta generada con Cartes du Ciel |
Uno de los mejores objetos que podemos disfrutar en el cielo.
¡Feliz Navidad!
La Dumbell siempre es espectacular, enhorabuena por ese pedazo de dibujo Óscar, ¡y Feliz Navidad!
ResponderEliminarMigue
Gracias Migue, con tu telescopio debe verse de miedo :)
ResponderEliminarSaludos
Óscar