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viernes, 13 de noviembre de 2015

Doble Cúmulo de Perseo - NGC884-NGC869

Recuerdo cuando empecé a interesarme un poco más en serio en la observación astronómica, y me compré unos prismáticos 10x50, que una de las zonas preferidas que visitaba mientras tomaba el fresco durante las calurosas noches de verano en la terraza de la casa de mi pueblo, era la que englobaba las constelaciones de Cassiopeia y Perseus.

Solía trazar la “W” de Cassiopeia para, a continuación seguir una línea recta a partir de Gamma Cassiopeia (Navi) y Ruchbah y en dirección al horizonte hasta que me topaba con el doble cúmulo de Perseo.

Curiosamente, siempre me llamó más la atención un asterismo ovalado que se encontraba justo antes de llegar al doble cúmulo formado por 7 estrellas: 8 Per, HIP10379, HIP9990, 5 Per, HIP10322, HIP10633 y 7 Per, todas ellas brillando desde la magnitud 5,7 de HIP9990 hasta la 7,0 de HIP10322.



El doble cúmulo lo veía como dos manchitas cercanas, con algunas estrellas individualizas que ofrecían un bonito espectáculo cuando montaba los prismáticos en el trípode y lo observaba con calma.

Pero para ser sincero, no me encandilé con esta pareja de cúmulos abiertos hasta que me compré mi primer telescopio, el SC de 127mm, y apunté hacia ellos desde los cielos oscuros de mi pueblo. La vista era soberbia, tanto que no acababa de decidirme a coger el papel y el lápiz para plasmar lo que veía a través del ocular.

Hasta, raro en mí, los llegué a inmortalizar en 2012 fotográficamente dejando para otra ocasión el hacerlo sobre el papel:

Doble Cúmulo de Perseus

Pero la noche del 19 al 20 de agosto de 2015, no sabría decir por qué razón, apunté mi SC de 235mm, con el reductor de focal 6,3 y el Hyperion Aspheric de 31mm hacia ellos y decidí que era hora de intentar sacar el dibujo del doble cúmulo de Perseo hacia adelante.

Y después de media hora punteando estrellas, estimando brillos y separaciones, intentado exprimir al máximo mí capacidad visual y la del telescopio, terminé dando por concluido el dibujo con este resultado y la sensación de haber hecho lo que se ha podido:



De los dos cúmulos, el que más me llama la atención es el NGC869 (el de la izquierda en el dibujo), principalmente gracias a sus dos estrellas más brillantes que parecen dos ojos saltones que logran destacar sobre el resto. Por un lado tenemos la HIP10816 (mag. 6,7) mientras que por otro, la HIP10805, catalogada como la variable V520 Per que oscila ligeramente entre la magnitud 6.52 y la 6,67, pero que lo más significativo de ella visualmente es que se asemeja a una perla encastada a un anillo estelar. Por lo menos, esta es la sensación que me da esta noche.

Aparecen varias estrellas de magnitud similar a las que he comentado y un buen número de estrellas blanco azuladas más débiles que, según como las miro, forman hileras dejando zonas despejadas de estrellas, aunque no descarto que desde un cielo más oscuro puedan percibirse componentes más débiles que esta noche se me escapan y que darían un aspecto diferente al cúmulo.

En NGC884 tal vez no destaque por la presencia de estrellas brillantes, como ocurre con NGC869, pero sí que es cierto que soy capaz de distinguir cómodamente un mayor número de componentes estelares. Lo más bonito que encuentro en él es la presencia de algunas estrellas de color amarillo-anaranjado, que destacan con fuerza respecto a la mayoría de blanco-azuladas.

No me canso de ver a esta espectacular pareja, a pesar que con mi SC de 235mm, por bien poco, no entran enteros los dos en el campo de visión del ocular y tengo que mover ligeramente el tubo de manera alternativa para abarcar toda su extensión.

Estos dos cúmulos no sólo aparecen juntos en el cielo, sino que se encuentran muy próximos físicamente entre ellos. NGC869 está situado a unos 7.200 años luz de distancia y se formó hace unos 5,6 millones de años. NGC887 que es más joven, habiéndose formado hace tan sólo 3,2 millones de años, se sitúa a una distancia de 7.500 años luz.

Ambos pertenecen a la asociación estelar Perseus OB1.

El término “asociación estelar” fue introducido en 1947 por Víktor Amazáspovich Ambartsumián, un astrofísico armenio y hace referencia a agrupaciones de estrellas que se formaron juntas y que, por lo general, presentan un aspecto mucho menos compacto que los típicos cúmulos abiertos que todos tenemos en mente.

Las asociaciones OB están formadas por estrellas masivas, jóvenes y calientes con un tipo espectral O y B. La asociación estelar Perseus OB1 alberga unas 65 estrellas de este tipo con magnitudes absolutas más brillantes que -6,0.

Como curiosidad, comentar que Johann Bayer, en 1604, tomó estos dos cúmulos por estrellas y los catalogó como h Per (NGC869) y Chi Per (NGC884).

Aladin Lite

8 comentarios:

  1. Hola Óscar,

    Ya veo que te has atrevido con el cumulo de Perseus. Todavía recuerdo el dolor de muñera que me dejo cuando dibujaba esta zona, así que tiene su reconocimiento por que no es nada fácil, ademas tienes que tener buena organización para que todo quede en el lugar donde corresponde.

    Muy bueno el boceto, enhorabuena compañero.

    Un saludo.
    Roberto.

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    1. Gracias Roberto,

      La verdad es que llegó un momento en que se me enturbió la vista :)

      El que hiciste tú sí que tuvo mérito:

      http://dibujodelcielonocturno.blogspot.com.es/2014/12/observacion-cumulo-abierto-ngc-869-884.html

      Saludos

      Óscar

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  2. Eres un valiente Oscar. Yo tambien lo intente y se requiere mucha destreza que bien has demostrado con este dibujo. Magnifico.
    Angel Damian

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    1. Gracias Angel por el comentario :)

      Realmente el Doble Cúmulo es de aquellos objetos que hay que observar por uno mismo y disfrutarlo, ya que es casi imposible plasmar su belleza sobre el papel.

      El que hiciste está muy bien para ser la primera intentona, muestra perfectamente la sensación que se tiene al observarlos.

      http://www.astronomo.org/foro/index.php?action=mgallery;sa=item;id=1413

      Saludos

      Óscar

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  3. Este fin de semana tuve la oportunidad de ver por primera vez el Doble Cúmulo. Llevo años mirando el cielo por las noches en la montaña, pero solo unos pocos meses con telescopio. Y aunque en estos meses he visto bastantes cosas, he de decir que el Doble Cúmulo me causó una profunda impresión. No sé si porque no lo esperaba, o porque la noche anterior no había podido encontrarlo (nubes, había memorizado mal las referencias...), pero cuando puse el ojo en el ocular y lo contemplé en todo su esplendor, con un cielo bien oscuro y sin apenas contaminación lumínica, no pude reprimir un grito de exclamación. Una auténtica maravilla que no podría describir con palabras. Y por supuesto, no me habría picado la curiosidad si no hubiera visto tu blog. Gracias por esta labor de divulgación, desde que tengo el telescopio tengo tu blog como referencia, y he de decir que es una maravilla, se ha convertido en algo imprescindible consultar tus entradas cuando me planteo alguna observación concreta. No solo la calidad de los dibujos, sino la calidez de cómo transmites esa pasión por los astros.

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    1. Muchas gracias Pablo por el comentario. Si quieres que te diga la verdad, me das una envidia tremenda. La sensación que tiene uno cuando descubre por primera vez objetos tan espectaculares como este, o como muchos otros que podemos encontrar en el cielo, es irrepetible. Se vuelven a disfrutar, pero como esa sensación primera de descubrimiento... :)

      Anímate a tomar notas y hacer algún dibujo, con el tiempo agradecerás haberlo hecho.

      Saludos.

      Óscar

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    2. Sí, el primer consejo (tomar notas) es otro de los muchos aprendizajes que me he llevado leyéndote y que debo agradecerte. Tengo un cuaderno en el que voy anotando mis impresiones, y en ocasiones algunos trucos que me han servido para localizar mejor los objetos en futuras observaciones (todavía soy de los que van saltando estrellas). Con el dibujo todavía no me he atrevido (nunca ha sido una de mis virtudes), pero algo se mueve en mi interior que me invita a probarlo. Un saludo.

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    3. No creas, no es necesario tener mucho talento para dibujar lo que ves por el telescopio (lo digo por propia experiencia), al fin y al cabo, son puntos y manchas :)

      No, en serio, es cuestión de práctica. Empieza con algo fácil, como pueden ser las Pléyades (M45). Te irá muy bien para familiarizarte, a la hora de dibujar, con la distancia que dejas entre las estrellas, el grosor que les des según su brillo... pero bueno, siempre a tu ritmo. Es una afición y está para disfrutarla.

      Tampoco hay porque dibujar siempre, pero lo que es verdad es que a la que te acostumbres, vas a disfrutar haciéndolo.

      Y donde no llega el talento o la paciencia, llegan las notas que podemos tomar.

      Saludos.

      Óscar

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