Pues este verano está resultando muy atípico.
Por diversos y variados motivos no he podido ni poner una mano encima del telescopio, y verdaderamente, no ha sido por falta de ganas.
La última broma del verano la tuve la noche del 6 de agosto de 2015, en la que una fuerte tempestad con abundante aparato eléctrico me amenizó la noche hasta que me fui a dormir.
En compañía de mi padre en la terraza de mi pueblo, cogí la cámara Nikon D5100 y la puse en modo vídeo para intentar cazar algo del espectáculo que se estaba desencadenando ante nuestros ojos.
Al hacerlo de esta manera la calidad de las fotos no es muy buena, ya que es una captura de vídeo, pero no sé una forma mejor de fotografiar rayos.
A la espera de poder dedicar un poco de tiempo a temas propiamente astronómicos os dejo una muestra que permite hacerse un poco (sólo un poco) a la idea de lo que vivimos anoche.
Felicidades Óscar, por estas tomas de esa gran tormenta.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias Paco, realmente, en vivo impresionaba bastante :)
EliminarSaludos
Óscar