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jueves, 18 de abril de 2013

Epsilon Boo (Izar) - "Pulcherrima" en Boötes


No hay primavera que no apunte el telescopio hacia una de las estrellas dobles más atractivas del cielo, que no es otra que Epsilon Bootis.


Perteneciente a la constelación de Boötes (El Boyero), nos encontramos con la curiosidad de que a pesar de ser designada como Epsilon, en realidad es la segunda estrella más brillante de la constelación después de Alpha Boo (Arcturus). Actualmente se conoce con el nombre común de Izar, pero no es extraño encontrarla en algunos escritos como “Pulcherrima” (La más preciosa). Así la bautizó Wilhelm Struve al observarla y descubrir su naturaleza de doble. En el catálogo de Struve aparece como STF1877.

Resulta ser un sistema físico situado a unos 210 años luz de nuestro Sistema Solar que se formó aproximadamente hace unos 300 millones de años. Las dos componentes no han seguido una misma evolución debido a su diferente masa, de manera que Izar A es una gigante naranja de clase espectral K0II que brilla con una magnitud de 2,6 que se encuentra separada actualmente por 3,0” de Izar B, una estrella blanca de clase espectral A2V y magnitud 4,8. Todavía no se conoce la totalidad de su órbita, pero se estima que debe completarse a lo largo de más de 1.000 años encontrándose ambas componentes separadas al menos por 185 UA.

Pero dejando de lado todas estas consideraciones, hay que reconocer que pocas estrellas dobles ofrecen un espectáculo tan impresionante a nivel visual como Izar.

No es una doble fácil, pero sí asequible a telescopios de abertura media. La noche del 13 de abril de 2013 decidí echarle el primer vistazo de la temporada.

Resultó sencillo apreciar la estrella a simple vista gracias a la gran referencia que representa Arcturus. Izar se encuentra a 10º al nordeste de ella. Tampoco fue complicado identificarla con el telescopio a 50x aunque a estos aumentos no es posible desdoblarla. Sin embargo en el mismo campo del ocular, si desplazamos a Izar hacia un extremo, aparece la estrella variable W Boo, una gigante de tipo M3, con un color anaranjado muy bonito. Su variabilidad es complicada de seguir, ya que oscila cada 25 días entre la magnitud 4,6 y 4,9, pero por su color vale la pena perder unos minutos observándola.

Carta generada con Cartes du Ciel

Me centro en Izar y empiezo el proceso de ir subiendo aumentos hasta que pueda desdoblarla.

Ocular de 18mm (69x), nada.

Ocular de 10mm (125x), en principio nada, pero fijándome un poco, en momentos de mejor estabilidad atmosférica me parece notar un puntito luchando por surgir de entre el fulgurante resplandor de Izar. De todas maneras, si no supiera que es una doble, pasaría completamente desapercibido.

Ocular de 7,5mm (166,66x). Bien. A estos aumentos puedo decir que ya he desdoblado Epsilon Boo. El “seeing” no puede considerarse el ideal, pero puedo apreciar una principal de color amarillo claro y una secundaria separada por un suspiro a la que noto un color azul bien marcado. Espectacular.

Ocular de 6mm (208x). A pesar que la turbulencia atmosférica empieza a provocar que las estrellas se muestren distorsionadas, nada puntuales, decido forzar un poco más los aumentos. Pongo el ojo en el ocular y mis sensaciones son contradictorias. Por un lado decepcionado, veo las estrellas como si estuvieran agrietadas… (en días de mejor “seeing” he podido ver Izar a estos aumentos con las componentes más puntuales y presentables). Pero por otro lado, mucho mejor al encontrarse con una separación más cómoda, gracias a ello puedo apreciar los colores mucho mejor contrastados. El azul de la secundaria es precioso y estoy un buen rato disfrutando del colorido… y del bailoteo estelar.

Este es el dibujo que hice. He intentado que los colores muestren lo más fidedignamente lo que observé, pero me gustaría dejar constancia que dependiendo del observador, estos colores se pueden apreciar de forma más o menos evidente.


Esta noche con Izar no fue necesario, pero hay veces que para desdoblar una pareja tan apretada donde la principal brilla con potencia, ayuda mucho utilizar un filtro polarizador (o lunar si se carece de él) para que amortigüe el brillo de la componente A y no canibalice a la compañera más débil. En muchas ocasiones utilizar este filtro representa poder desdoblar una doble que se resiste por el gran contraste de brillo y proximidad de sus componentes.

Finalmente, animado por la satisfacción de haber podido desdoblar Epsilon Boo y disfrutar de su colorido decido acoplar una barlow x2 y la cámara DBK21AU4.AS al telescopio y probar suerte a ver si soy capaz de inmortalizarla fotográficamente. Este es el resultado:


Vale la pena dedicar el tiempo que sea necesario a esta preciosa doble, no nos decepcionará. Pero si queremos ir sobre seguro, mejor esperar a una noche con poca turbulencia atmosférica.

4 comentarios:

  1. Hola, Almach. Hoy, 21 de mayo, he logrado al fin desdoblar Pulcherrima y disfrutar de ella. En anteriores ocasiones lo había intentado sin éxito, seguramente por usar un ocular inadecuado y/o mal seeing. He seguido los mismos pasos que tú: con pocos aumentos, nada de nada; con aumentos medios se ve como si a la principal le hubiera salido un bultito azul, y con un ocular de 7,5 mm (en un C8 de 203 mm) ya se resuelven y con los colores exactos a los que tú comentas. Ha sido una gran satisfacción. Saludos y enhorabuena por el blog. Juan Luis.

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    1. Gracias Juan Luis por el comentario. Realmente cuando después de varias tentativas fallidas consigues desdoblar una doble, la satisfacción es mayor, y si encima se puede disfrutar de sus colores, pues ya no te digo :)

      Como dices, hay noches que la turbulencia atmosférica es determinante. Lo mejor en estos casos, intentar dobles más separadas.

      Buena caza.

      Saludos.

      Óscar

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  2. Simplemente espectacular, que sensación ver algo así, con los propios ojos, al menos lo puedo disfrutar por medio de tu fotografía, gracias Almach.

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    1. Gracias por pasarte y por el comentario. Parece mentira lo que puede llegar a emocionar ver tan sólo esos dos puntitos de luz, sobretodo si piensas lo que estamos viendo realmente. De todas maneras, a veces divagando un poco he llegado a la conclusión que tenemos suerte de que nuestro Sol no tenga ninguna pareja. ¿Te imaginas, según la disposición de los dos soles, lo que sería no tener noche y no poder ver las estrellas? :)

      Saludos.

      Óscar

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