La constelación de Sagittarius es una de las maravillas más destacadas que nos ofrece el cielo estival, en ella podemos encontrar un gran número de objetos espectaculares, como M22, M8, M17, M20… lo que nos puede provocar lo mismo que en invierno nos pasa con Orión: que muchos objetos remarcables e interesantes nos pasen por alto eclipsados por los más conocidos y típicos que podemos observar en estas constelaciones.
Es el caso de NGC6638, cúmulo globular que se encuentra en la constelación de Sagittarius. Es fácil de localizar, ya que está a tan sólo 40’ al Este de Kaus Borealis (Lambda Sagittarii), sin embargo dos egregios vecinos, M22 y M28, a tan sólo 2º y 1,30º respectivamente, provocan que pase completamente inadvertido cuando estamos visitando la zona con nuestros telescopios.
La noche del 16 de agosto de 2012 estaba disfrutando de unos cielos oscuros con mi SC de 235mm y decidí, después de echarle un rápido vistazo a M22 y a M28 –un error, lo ideal es verlos después de NGC6638 para que no nos condicionen su observación-, apuntar hacia este olvidado globular. Después de un buen rato con él, decidí dibujarlo utilizando el ocular Radian de 10mm (235x):
Tengo que reconocer que la vistosidad de NGC6638 no alcanza la de M22 o M28, sin embargo sí que ofrece más que la mayoría de cúmulos globulares que se pueden observar. Con el ocular de 25mm (94x) se localiza fácilmente, pero de manera inmediata se percata uno que es un objeto que pide más aumentos. Con los 235x me ofrece un buen acuerdo entre calidad de imagen y tamaño, aunque por el contrario, se reduce bastante el espectacular campo estelar que lo rodea.
En un principio me quedo un poco desconcertado, ya que tan sólo puedo percibir una pequeña mancha redondeada, difusa e irresoluble, pero a medida que voy adaptando la vista a la oscuridad y miro con visión lateral (de reojo), empiezo a notar el crepitar de alguna estrellita en el corazón del globular, hasta que llega un momento en que este crepitar se extiende por buena parte del cúmulo.
Posteriormente leí que las estrellas más brillantes del globular se presentan alrededor de la magnitud 14, por lo que me queda la duda de si NGC6638 sería resoluble con mi SC de 127mm. De todas maneras, si tuviera que apostar, diría que no, que para resolverlo, aparte de cielos oscuros, es necesario disponer de un telescopio de abertura generosa.
Como datos interesantes tenemos que NGC6638 fue descubierto por William Herschel el 12 de julio de 1784 y que, situado a unos 7.500 años luz del centro galáctico y a 31.100 años luz de nuestro Sol, este globular se extiende a lo largo de unos 66 años luz… Realmente, nunca dejan de maravillarme estas distancias, un verdadero reto para mi imaginación.
En conclusión, un globular eclipsado por sus vecinos que precisa de cielos oscuros y al que se le tiene que dedicar un buen rato de observación para exprimir todo lo que puede ofrecer. Lo mejor es que al final, si tenemos paciencia, obtendremos una buena recompensa.
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