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domingo, 31 de octubre de 2010

Stock 23 - Cúmulo abierto en Camelopardalis

Habitualmente cuando planifico mis observaciones de cielo profundo me baso principlamente en objetos del catálogo Messier o del NGC, y tengo que reconocer que todavía tengo bastantes años por delante antes de poder decir que los he observado todos... Sin embargo, existen objetos que no tienen asignado un número en el NGC, ni por supuesto, en el catálogo Messier.

Se podría llegar a pensar que si un objeto no está catalogado en el NGC, es un objeto fuera de nuestras posibilidades de observación. Puede ser, pero también es cierto que nos podemos llevar alguna que otra sorpresa.
Un buen ejemplo de ello es el cúmulo abierto conocido como Stock 23.

Cuando Charles Messier elaboró su catálogo, no pretendía seleccionar una serie de objetos vistosos y espectaculares aptos para la observación telescópica, sino más bien enumerar objetos que pudieran resultarle engañosos a la hora de llevar a cabo su principal tarea, que no era otra que encontrar cometas.

Jürgen Stock (1923-2004) fue un científico alemán con una larga e interesante trayectoria en el campo de la astronomía, y él tampoco tenía intención de elaborar un catálogo de cúmulos abiertos... pero su nombre se asocia a un listado de ellos.

Stock, en uno de sus proyectos de investigación, se dedicó a observar placas fotográficas “buscando áreas con una gran concentración de estrellas, las cuales, de acuerdo a su espectro y magnitudes fotográficas, pudieran estar relacionadas y, en consecuencia, formar un diagrama Hertzsprung-Russell (HR) coherente” (1)

De entre todos los cúmulos que encontró, veinticuatro de ellos no estaban catalogados en ningún listado conocido, así que Stock envió esta relación al Dr. G. Alter, un científico de la antigua Checoslovaquia, que estaba preparando un catálogo de cúmulos abiertos. Finalmente, el Dr. Alter y su equipo los incluyeron en su catálogo bajo la nomenclatura de Stock 1...24.

La noche del 26 de octubre de 2010 soplaba un poco de viento, y valoré el seeing en un 2/5 (Siendo 5= óptimo), pero el cúmulo abierto Stock 23 se puede observar fácilmente sin forzar aumentos, con lo que me atreví a echarle un vistazo con el SC de 127mm. Al final me animé a dibujarlo a 69,44x:


Stock 23 se encuentra a caballo entre las constelaciones de Camelopardalis y Cassiopeia (AR: 03h 16,2m / Dec. +60º 03'), aunque tradicionalmente se le ubica en la primera. Es un cúmulo asequible a todo tipo de telescopios. Es muy vistoso y, lo más importante, aguanta bien cierta contaminación lumínica.

Es un cúmulo extenso, por lo que empiezo a observarlo con 31,25x. A estos aumentos en el campo del ocular ofrece ciertamente una apariencia de cúmulo frente al resto de estrellas que lo acompañan. Una vista de conjunto que aconsejo no dejar pasar.

Con todo, a la hora de dibujarlo prefiero hacerlo a 69,44x. De esta manera puedo apreciar mejor las estrellas más débiles que lo componen. Lo primero que destaca son unas cinco o seis estrellas que brillan con una magnitud entre la 7 y la 8, que son las que nos permiten distinguirlo con cierta contaminación lumínica. Fijándome un poco, van apareciendo el resto de componentes, más débiles, pero perfectamente reconocibles. Seguro que desde un lugar oscuro se puede disfrutar mucho más de él, pero tenemos que convivir con nuestros lugares de observación habituales...

De estas estrellas más brillantes no puedo evitar fijarme especialmente en una bonita doble de estrellas gemelas azuladas catalogada como STF362. Separadas por unos confortables 7,2” y con un ángulo de posición de 142º, brillan con magnitud 8,3 y 8,6. Me parece tan bonita que no puedo evitar pensar que todo el cúmulo “gira” a su alrededor.

En mi dibujo, arriba a la derecha de STF362 brilla una estrella (HIP15217) con magnitud 7,5 que destaca por su color amarillo bien marcado. Y ya en los límites del cúmulo, puedo disfrutar de otra pareja con una separación generosa y unos colores atractivos. Una principal amarillenta con una secundaria azulada... aunque después, compruebo que su espectro es F8 III y F5III, es decir, blancas... cosas del seeing de la noche.

La mayoría de componentes del cúmulo las veo de color blancuzco y azulado, muy desperdigadas, dándome la sensación de encontrarse “partido” por el medio. Sensación que supongo desaparecería observándolo desde un lugar más oscuro.

Para finalizar, comentaré que este cúmulo también es conocido por el nombre de Pazmino’s Cluster, y tiene una historia curiosa.

En el número de marzo de 1978 de la revista Sky & Telescope, en el artículo Deep-Sky Wonders, Walter Scott Houston hacía mención al “descubrimiento” de este cúmulo que no aparecía en ningún catálogo ni carta estelar de la época por parte de un astrónomo aficionado novayorqués, John Pazmino.

Stock había hecho referencia a este cúmulo años antes, llegando a catalogarse como Stock 23 en 1966, pero por caprichos del destino había quedado en el olvido hasta que Pazmino lo “redescubrió”, convirtiéndose desde ese 1978 en el objetivo de observación de muchos astrónomos aficionados.

Independientemente de si lo conocemos como Stock 23 o como Pazmino’s Cluster, observarlo con nuestro telescopio nos va a permitir disfrutar de su serena belleza durante un buen rato.

(1) Fuente: Guy Mackie

jueves, 28 de octubre de 2010

Gamma Delphini (STF 2727) - Doble imprescindible en Delphinus

Gamma Delphini (STF2727) es una de aquellas dobles que deberían aparecer en todos los tratados de astronomía como ejemplo de doble realmente espectacular. Es una genialidad.

La pasada noche del 23 de octubre, con un seeing de 4/5 (Siendo 5=óptimo), despejado, humedad en el ambiente y con Luna brillando al 99,4%, tuve ocasión de volver a visitarla.

Muy brillante, acapara toda la atención en un primer vistazo, pero fijándonos un poco en el campo del ocular, comprobamos que a unos 14’ de distancia, se encuentra otra doble, la STF2725, que aunque más débil, también se aprecia desdoblada a 78x.

Pero me centro en STF2727, que no es difícil. La principal presenta un marcado color amarillo, y la secundaria... la secundaria me deja un poco indeciso. He leído en varios lugares, que muchos observadores ven esta secundaria de color verdoso. Yo, no soy capaz de apreciar esta tonalidad, más bien la veo de un color azul celeste, pero un azul un poco raro... tal vez ¿verdoso?, no me atrevería a decir tanto. Sea como sea, el contraste de colores es muy curioso.

Este es el dibujo que hice con el Photoshop:


Es una doble con muchos atractivos: brillante, separación ideal, bonito contraste de colores y otra doble de regalo en el mismo campo... Imprescindible.

Esta fotografía la tomé hace unos años con el Nexstar 5i de 127mm y la cámara Neximage de Celestron:


STF2725, por su parte, no destacaría por méritos propios, a no ser por el hecho de encontrarse en el mismo campo de visión de una doble tan espectacular como Gamma Delphini. Pero ahí está, acompañándola como si fuera la hermana pequeña de la Gamma.

STF2725 no es muy brillante, aunque presenta unos colores muy delicados y atractivos: amarillento la principal y azulado la secundaria.

También quise inmortalizarla con el Photoshop:

Una vistosa doble/doble que no podemos perdernos.

martes, 26 de octubre de 2010

Zeta y Theta Sge - Dos bonitas dobles en Sagitta

El pasado 19 de octubre de 2010, con un seeing de 4/5 (Siendo 5=óptimo), cierta humedad que poco a poco va calando, despejado y con una Luna brillando al 91%, aproveché para observar unas cuantas estrellas dobles de la pequeña constelación de Sagitta.

De entre todas ellas, dos fueron las que más me gustaron y las que aconsejaría que se observaran si se tiene la oportunidad. Son, concretamente, la Zeta Sge (STF 2585) y la Theta Sge (STF 2637).

Zeta SGE (STF2585)

Muy, pero que muy bonita. Eso sí, hay que tener un poco de paciencia con ella.Localizo la doble a 50x. Un campo rico estelar en el que destaca por encima de todas las estrellas el brillo de Zeta SGE. Presenta un color blancuzco muy potente... y, fijándome mucho, a su lado, se adivina un puntito... pequeño, muy pequeño... tan pequeño que me veo obligado a poner los 78x. Es entonces cuando he pensado que, efectivamente, era una doble muy bonita.

Una principal con fuerza y con una gran presencia. Blanca. Y una secundaria todo lo contrario: delicada, discreta, muy fina y con un azul celeste fantástico.

La separación entre componentes es la ideal para las características de la doble, doble que se ha convertido en la “estrella” de la noche.

Este es el dibujo que hice con el Photoshop:



Theta Sge (STF2637)

Enmarcada en un campo estelar muy peculiar... ya que se encuentra formando una especie de asterismo en forma de “Y” junto a otras estrellas de brillo similar... esta triple se presenta muy asequible y bonita para todo tipo de telescopios.

Ya a 50x se puede disfrutar plenamente de ella , pero prefiero utilizar los 78x y el campo de visión aparente de 82º que me proporciona el ocular Nagler de 16mm. Una vista mucho más cómoda y cercana.

La principal la veo de color blanco muy marcado. La componente B se luce con un azul celeste muy delicado; mientras que la componente C, tal vez un poco demasiado alejada, brilla con más fuerza que B y con un color amarillento con tendencias al blanco...

Una preciosidad de triple con la que se puede estar disfrutando durante un buen rato.

Este es el dibujo que hice con el Photoshop:


Al final, fijándome un poco más en la visión de conjunto, decidí sacar la Nikon D70s, acoplarla al telescopio y sacar una foto de familia:

sábado, 23 de octubre de 2010

NGC 1502 - Cúmulo abierto en Camelopardalis

En el año 1995 se estrenó una película de la que guardo un buen recuerdo. Una agradable comedia titulada: “El inglés que subió una colina pero bajó una montaña” (“The englishman who went up a hill but came down a mountain”), dirigida por Christopher Monger y protagonizada por Hugh Grant. Pues bien, a mi el pasado 15 de octubre me ocurrió lo mismo, pero astronómicamente hablando: Fui a observar un cúmulo abierto y al final me encontré con un sistema estelar múltiple.

Pero vayamos por partes. Después de observar el bonito asterismo de la Cascada de Kemble con mis prismáticos Celestron SkyMaster 15x70, pude comprobar que para ver en su plenitud el cúmulo abierto NGC1502, en el cual “desemboca” la cascada de estrellas del asterismo, necesitaba utilizar el telescopio. Así que monté mi SC de 127mm y con el ocular Nagler de 16mm (78,13x) apunté al cúmulo y estuve un buen rato disfrutando de un panorama realmente espectacular.

Este es el dibujo que hice:

NGC1502 es un cúmulo abierto descubierto por William Herschel en 1787 en la constelación de Camelopardalis y que se encuentra situado a unos 2.650 años luz de distancia.

Donde primero se me va la vista es hacia el centro del cúmulo y empiezo a darme cuenta que me voy adentrando en el “reino” de las estrellas dobles, más que en los dominios de los cúmulos abiertos. Como decía, en el centro del cúmulo destaca una pareja de soles dorados gemelos, que brillan alrededor de la magnitud 7ª. Su cómoda separación de 18” permite disfrutar de ellos con telescopios de cualquier abertura. Esta pareja fue catalogada en 1830 por Wilhem Struve como la STF485.

Mi sorpresa va en aumento cuando consulto el catálogo del WDS y compruebo que existen 28 mediciones para las dobles de la zona de NGC1502:

04078+6220 ES 2603AB AP: 256º - Sep: 6.5” – Mag. 6.91 / 12.9
04078+6220 STF 485AC AP: 0º - Sep: 11.0” – Mag. 6.91 / 10.39
04078+6220 STF 485AD AP: 132º - Sep: 14.4” – Mag. 6.91 / 14.1
04078+6220 STF 485AE AP: 305º - Sep: 17.9” – Mag. 6.91 / 6.94
04078+6220 STF 485AF AP: 320º - Sep: 36.3” – Mag. 6.91 / 12.2
04078+6220 STF 484AG AP: 261º - Sep: 60.1” – Mag. 6.91 / 9.63
04078+6220 STF 484AH AP: 257º - Sep: 57.1” – Mag. 6.91 / 10.5
04078+6220 STF 484AI AP: 279º - Sep: 69.6” – Mag. 6.91 / 9.81
04078+6220 STF 485AL AP: 71º - Sep: 98.4” – Mag. 6.91 / 10.4
04078+6220 HZG 2AN AP: 206º - Sep: 116.2” – Mag. 6.91 / 9.62
04078+6220 STF 485AO AP: 78º - Sep: 138.8” – Mag. 6.91 / 9.40
04078+6220 WSI 20AQ AP: 325º - Sep: 45.6” – Mag. 6.91 / 13.2
04078+6220 CHR 209Ea,Eb AP: 296º - Sep: 0.1” – Mag. 6.94 / -
04078+6220 STF 485EC AP: 87º - Sep: 14.6” – Mag. 6.94 / 11.7
04078+6220 STF 485EF AP: 334º - Sep: 19.6” – Mag. 6.94 / 11.9
04078+6220 STF 485EG AP: 246º - Sep: 49.0” – Mag. 6.94 / 9.63
04078+6220 STF 484EH AP: 240º - Sep: 47.2” – Mag. 6.94 / 10.5
04078+6220 STF 484EI AP: 271º - Sep: 54.1” – Mag. 6.94 / 9.81
04078+6220 WSI 20EQ AP: 336º - Sep: 29.4” – Mag. 6.9 / 13.2
04078+6220 WSI 20FQ AP: 342º - Sep: 9.8” – Mag. 12.2 / 13.2
04078+6220 STF 484GH AP: 132º - Sep: 5.6” – Mag. 9.63 / 10.5
04078+6220 STF 484GI AP: 336º - Sep: 22.7” – Mag. 9.63 / 9.81
04078+6220 STF 484HI AP: 331º - Sep: 27.4” – Mag. 10.5 / 9.81
04078+6220 HZG 2IJ AP: 156º - Sep: 60.4” – Mag. 9.81 / 12.0
04078+6220 HZG 2JK AP: 343º - Sep: 8.8” – Mag. 12.0 / 13.3
04078+6220 HLM 3LM AP: 216º - Sep: 5.4” – Mag. 10.4 / 11.4
04078+6220 HZG 2LO AP: 93º - Sep: 42.4” – Mag. 10.4 / 9.40
04078+6220 HZG 2OP AP: 229º - Sep: 17.3" - Mag. 9.40 / -

Las dejo aquí listadas por si algún valiente se atreve a irlas identificando mientras observa por el telescopio. Yo no me he atrevido a tanto, tan sólo he marcado, ayudado por el magnífico trabajo de Edgardo Rubén Masa, las componentes que fui capaz de observar en visual:

Y posteriormente, en la fotografía que saqué con la Nikon D70s a foco primario del SC de 127mm:

Pero STF 485 no sólo es preciosa como doble, no sólo está enmarcada en un sensacional cúmulo abierto, no sólo tiene referenciadas un gran número de mediciones... sino que sus componentes A y E son, asímismo, dobles espectroscópicas... y la componente A, también está catalogada como variable con el nombre de SZ Camelopardalis. Es una variable eclipsante tipo Algol que oscila entre la magnitud 7,0 y la 7,3 cada 2,69854 días.

Y yo que me pensaba que iba a observar un “simple” cúmulo abierto...

Después de esta avalancha de datos y esfuerzos de identificación, decidí volver a la observación visual tranquila y sosegada del cúmulo. Como comentaba al principio, lo que más destaca es STF485 en el centro. Pero una vez vas adaptando la vista, compruebas que alrededor de estas brillantes estrellas van apareciendo un gran número de estrellitas más débiles, estrellitas que rodean con reverencia a la doble y que se asemejan a un mullido cojín donde reposa.

Cuento una veintena de componentes que brillan alrededor de las magnitudes 9-10, por lo que es aconsejable disfrutar de cielos razonablemente oscuros para su observación.

En el dibujo, arriba de STF485 se encuentra STF484, una estrella triple que si no fuera porque tiene robado todo el protagonismo por STF485, sería un sistema de ineludible contemplación. Tanto la componente principal (G) como la secundaria más brillante (I), ofrecen una tonalidad azulada muy atractiva.

Stephen James O’Meara, en su libro “Hidden Treasures”, al hablar de estas dos parejas comenta que parecen una versión en miniatura del famoso Trapecio de M42 en la constelación de Orion.

También en el dibujo, debajo de STF485 distingo otra tríada estelar muy bonita. Un poco más complicada, pero muy bonita. Los brillos de sus componentes son más desiguales que en la anterior, sin embargo, también es muy atractiva.

Y continuando con las parejas... fuera del cúmulo, en la parte superior, se aprecia una doble que no he sido capaz de identificar de manera 100% certera, pero ello no quita que la haya podido disfrutar. Una principal dorada acompañada por una secundaria azulada separada unos 16” y con un AP de 206º.

En conclusión, un cúmulo no demasiado extenso, pero inconfundible en el campo del ocular a 78x. Con cuatro componentes brillantes (STF484-STF485) acompañadas por una veintena de estrellas más débiles y con el atractivo añadido de formar parte del impresionante asterismo que representa la Cascada de Kemble.

lunes, 18 de octubre de 2010

Kemble's Cascade (Kemble 1) - Asterismo en Camelopardalis

Había tenido ocasión de observar con el telescopio el asterismo de la Cascada de Kemble hace unos años mientras intentaba observar el cúmulo abierto NGC 1502, y enseguida me di cuenta que era un objeto más adecuado para prismáticos que no para el telescopio. Desde entonces tuve la intención de volver a él con mis Sky Master Celestron de 15x70 y dibujarlo. Hace unos días, David hizo un comentario en la entrada correspondiente a Cr399 y me aconsejó este asterismo, con lo que me planteé que ya iba siendo hora de ponerse manos a la obra.

Este asterismo se dio a conocer en diciembre de 1980. Walter Scott Houston, el autor del artículo “Deep-Sky Wonders” publicado en la revista Sky & Telescope, mencionó este grupo de estrellas a raiz de los comentarios y dibujos que le hizo llegar su descubridor: el Fraile franciscano Lucian J. Kemble.

Kemble escribió: “A beautiful cascade of faint stars tumbling from the Northeast down to the open cluster NGC1502” (“Una hermosa cascada de estrellas débiles cayendo desde el noreste hasta el cúmulo abierto NGC1502”) e incluyó un dibujo, que también se publicó en el artículo... Un gran dibujo. Muy detallado. Y muy meritorio, ya que lo hizo a partir de lo que veía a través de sus prismáticos 7x35. No deja de ser también una muestra de lo importante que son los cielos oscuros. Mi dibujo lo hice con mis 15x70, y no veía ni la mitad de estrellas que incluyó Kemble en el suyo.

La Cascada de Kemble, también conocida como Kemble 1, se encuentra en las siguientes coordenadas:

AR: 03h 57,4m
Dec: +63º 04’

Para localizar el asterismo me ayudé de la siguiente carta que me preparé el día anterior a la observación:

A simple vista localicé las constelaciones de Cassiopeia y de Auriga. Ya situado me centré en Segin, la estrella más débil de la W (o la M) de Cassiopeia; y en Capella, inconfundible con su brillo de magnitud 0,71. Tracé una línea recta imaginaria entre estas dos estrellas y ayudado con unos prismáticos 10x50, partí de Segin hasta que localicé la estrella HIP16228 (la variable CS Cam), ya perteneciente a la constelación de Camelopardalis y que brilla con magnitud 4,26.

Una vez controlada la HIP16228, localicé la Alpha Cam, y, a más o menos medio camino entre ellas, encontré la cascada estelar que tanto gustó a Kemble.

Localizado el asterismo, ya es muy fácil volver a él. Cogí los prismáticos 15x70, los instalé en un trípode y me puse a dibujar lo que veía a través de ellos:

Por lo pronto, lo primero que me llamó la atención fue su gran extensión. La línea estelar que forma el asterismo se extiende a lo largo de unos 3º, hecho que me obligó a modificar mis fichas habituales de dibujo... tuve que eliminar el círculo que me ayuda a delimitar el campo del ocular para no verme encorsetado durante todo el proceso.

En un primer vistazo, más que la cascada de débiles estrellas (todas ellas brillando entre la magnitud 8ª y 9ª), destaca el arco formado por las tres estrellas que he dibujado en la parte superior izquierda (alrededor de la magnitud 5ª) y la estrella HIP18505 (mag. 4,93) que se encuentra a “mitad” de camino de la cascada. De estas cuatro estrellas, la más llamativa es la que se encuentra en la parte superior, que con su espectro M3 II presenta un color anaranjado muy atractivo.

Me cuesta un poco distinguir las estrellas más débiles, pero una vez adapto la vista a la oscuridad y me acostumbro a la mirada binocular puedo disfrutar enormemente de, aproximadamente, esta veintena de estrellitas que se asemejan a una cascada que va a desembocar en el cúmulo abierto NGC1502.

Con los prismáticos, y con la contaminación lumínica que padezco, el cúmulo no va mucho más allá de ser una zona un poco más brillante que el resto... pero en este caso, donde no llegan los prismáticos, llega el telescopio. Y menuda sorpresa me encuentro con este cúmulo. Pero esto lo contaré en otra entrada.

La “Kemble’s Cascade” es un asterismo fácilmente localizable y muy atractivo para cualquier prismático. Eso sí, conviene que el cielo y las condiciones de la noche nos permitan la observación cómoda de estrellas de hasta la magnitud 10ª.

Para concluir, me gustaría hacer mención al último párrafo del artículo escrito por Walter Scott Houston, que puede resultar muy útil, o por lo menos curioso, a los que nos gusta dibujar lo que vemos a través del ocular:

“Kemble uses a trick for making drawings at the telescope that I have not heard mentioned before. He racks the eyepiece out of focus until only the brightest stars are visible, and then plots their relative positions. Once this “skeleton” is made, he refocuses and adds the fainter stars”.

Que más o menos viene a decir:

“Kemble utiliza un truco cuando dibuja observando por el telescopio que no había oído mencionar nunca antes. Desenfoca el ocular hasta que sólo las estrellas más brillantes son visibles, y entonces marca sus posiciones respectivas. Una vez hecho ese “esqueleto”, vuelve a enfocar y añade las estrellas más débiles”.

Cuando se observa desde un lugar oscuro algún campo rico de estrellas, lo habitual es que uno se encuentre completamente indeciso a la hora de cómo empezar a dibujar lo que se ve. Este sistema propuesto por Kemble puede ser una muy buena técnica. Tendré que probarlo algún día.

ASOD del 23 de octubre de 2010: http://www.asod.info/?p=4127

domingo, 17 de octubre de 2010

El cometa 103P/Hartley 2 el 15 de octubre de 2010

Parece mentira. Teniendo en cuenta mi experiencia con el cometa 103P/Hartley 2 el pasado 6 de octubre...

http://laorilladelcosmos.blogspot.com/2010/10/el-cometa-103phartley-2-el-6-de-octubre.html

... no esperaba gran cosa la noche del 15 de octubre de 2010, con una Luna en el cielo brillando ya al 60%.

Este es el dibujo que hice del cometa, que continúa en la constelación de Perseus (AR: 04h 26,4m / Dec. +49º 25’):


¡Vaya diferencia de una noche a otra!. Esta noche fue poner el ocular de 25mm (50x) y detectarlo a la primera. Tan claro lo vi que me animé a poner el Nagler de 16mm y observarlo con los 78x que me proporciona.

El campo estelar no es muy rico, pero se da la feliz coincidencia que el cometa está pasando entre dos estrellas, la TYC3337-1712-1 (mag. 11,5) y la TYC3337-104-1 (mag. 10,3), que ayudan a situarlo perfectamente. La gracia de no haber estrellas excesivamente brillantes a su alrededor es que de esta manera, el cometa toma todo el protagonismo del campo del ocular.

Se ve perfectamente el núcleo, más marcado que no la noche del 6 de octubre, y además, puedo apreciar un halo redondeado que lo envuelve. Muy ténue, pero claramente reconocible. El núcleo no se encuentra exactamente en el centro del halo, sino cerca de un extremo... como es lo habitual en los cometas. El halo que veo responde a parte de la cola que se forma en su aproximación al Sol.

El 20 de octubre se encontrará en su punto más cercano a la Tierra... a ver si tengo ocasión de volver a él. Después de verlo como lo he visto esta noche, ya espero cualquier cosa de este cometa.

miércoles, 13 de octubre de 2010

NGC1023 - Galaxia en Perseus

NGC1023 es una galaxia lenticular barrada en la constelación de Perseus que se encuentra a unos 34 millones de años luz. Es la más brillante que podemos observar de su clase, gracias en parte a que se nos presenta en una inclinación de 18º.

Como es habitual en las galaxias, observada desde un lugar oscuro ofrece su mejor aspecto. De hecho, con un buen cielo se puede ver su potente núcleo envuelto por un halo alargado perfectamente reconocible. Sin embargo, desde mi lugar de observación habitual tan sólo puedo apreciar el núcleo... que no es poco.

El hecho de poder observar una galaxia desde un lugar con cierta contaminación lumínica y con un telescopio de no demasiada abertura, se puede considerar como un éxito. Y también como una primera aproximación a ella antes de tener la oportunidad de observarla desde un cielo realmente oscuro.

En este sentido, NGC1023 resultó ser toda una sorpresa. El pasado 6 de octubre de 2010 pude observarla con el Nexstar 5i de 127mm y una nueva adquisición: un Tele Vue Nagler de 16mm. Este es el dibujo que hice:


Antes de continuar con mis anotaciones acerca de la galaxia haré un pequeño inciso para comentar mis primeras impresiones con el Nagler de 16mm: Lo que más me ha impresionado de este ocular es el gran contraste que ofrece y su campo de visión aparente de 82º... lo que se dice un verdadera ventana al cielo.

Pero volvamos a NGC1023. La noche del 6 de octubre disfrutaba de un buen seeing de 4/5 (siendo 5=óptimo), la Luna no estaba presente, había nubes enganchadas en la costa, pero que, en principio, no me molestaban a la hora de observar. En conclusión, una buena noche para intentar observar galaxias.

Apunté al campo donde debería encontrarse a NGC1023 y ya en un primer vistazo pude ver la galaxia como una “bolita” blancuzca, redondeada, con un cierto aspecto de cometa. Curiosa comparación, ya que anteriormente había tenido oportunidad de observar el cometa 103P/Hartley 2... y a decir verdad, vi más fácilmente la galaxia que no el cometa.

A 50x se ve un campo estelar bastante interesante, sobretodo por las dos estrellas que forman una curiosa tríada junto a NGC1023: TYC2845-734-1 (mag. 9,06) y TYC2845-852-1 (mag. 10,18) y que ayudan a localizar el sitio donde se encuentra la galaxia. Esto es especialmente útil cuando observamos desde cielos que no son todo lo oscuros que desearíamos.

También destacan las cuatro estrellas que en forma de cascada puedo ver en la parte inferior del campo del ocular.

En definitiva. NGC1023 es una galaxia asequible a pequeños telescopios cuyo brillante núcleo central aguanta bastante bien la contaminación lumínica moderada. Sin embargo, me apunto observarla desde cielos oscuros en la primera ocasión que tenga. Seguro que la vista será mucho más gratificante.

domingo, 10 de octubre de 2010

El cometa 103P/Hartley 2 el 6 de octubre de 2010

Es desesperante. La contaminación lumínica impide muchas veces que disfrutemos del cielo y nos tenemos que contentar con intentar exprimirlo lo más posible.

En esta situación me encontré el pasado 6 de octubre al intentar observar el cometa 103P/Hartley 2.

El 16 de marzo de 1986 Malcolm Hartley, un astrónomo australiano, descubrió este cometa del que se ha calculado un periodo orbital de 6,46 años. No es muy grande, se estima que presenta un diámetro entre 1,2 y 1,6 km, por lo que sería prácticamente imposible que lo pudiera, ni tan siquiera, intuir con mi telescopio... si no fuera porqué pasa relativamente cerca de la Tierra (aproximadamente unos 18 millones de km de distancia).

También debido a esta cercanía, está previsto que la Sonda Deep Impact, que estudió previamente con gran éxito el cometa 9P/Tempel, lo alcance el próximo 4 de noviembre y pueda aportar más datos sobre estos cometas de corto periodo.

Sin ser un cometa excesivamente brillante, está siendo asequible a telescopios de aficionado, ofreciendo un aspecto muy diferente dependiendo de si se observa desde un lugar oscuro o desde un lugar con contaminación lumínica.

Reportes de aficionados que lo han observado en buenas condiciones indican que presenta un núcleo bastante brillante envuelto en un halo más difuso y extenso... Pero mi observación debe englobarse en la categoría de astrónomos aficionados que lo han obsevado desde un cielo con una contaminación lumínica bastante molesta.

La noche ofrecía un seeing de 4/5 (Siendo 5=óptimo), la Luna no estaba presente y aunque había bastantes nubes costeras, no cubrieron el cielo hasta que acabé con mi observación... También estuve “acompañado” por el sonido que subía de la calle de una batucada que, ajena a cualquier tema astronómico, se dedicó a seguir su ritmo de percusiones... hasta que dije basta y me puse unos auriculares a escuchar música de mi agrado...

Pero no nos desviemos del tema...

A pesar de las buenas condiciones de la noche, sabía que la contaminación lumínica de una localidad de unos 25.000 habitantes me afectaría a la hora de observar el cometa, así que opté por prepararme una pequeña carta estelar ayudado por el Starry Night. En ella me marqué el lugar exacto en el que encontrar el 103/P Hartley 2 en una determinada hora y referenciado con las estrellas más brillantes que aparecían a 50x.

Concretamente, se encontraba en la constelación de Perseus en las coordenadas:

AR: 01h 54,6m
DEC: +56º 49'

Saco el telescopio SC de 127mm y sitúo perfectamente el campo estelar en cuestión... miro donde debería encontrarse el cometa... y no veo nada de nada.

Ya estamos...

Intento adaptar un poco más mi vista a la oscuridad. Intento mirar de reojo. Intento mover un poco el tubo del telescopio. Nada.

Pero no estoy dispuesto a darme por vencido y opto por intentar la aproximación desde otra perspectiva. Cojo mi cámara Nikon D70s, la acoplo a foco primario de mi telescopio y vuelvo a apuntar hacia el lugar donde debería estar el cometa. Y tomo la siguiente fotografía:


Clicar en la imagen para ver la situación del cometa

Ya sé que lo mío no es la fotografía astronómica, pero mi intención era comprobar que el 103P se encontraba, por lo menos, en el lugar donde lo estaba buscando... y después de mirar por el visor de la cámara la foto que había hecho, pude confirmar la presencia del cometa.

Vuelvo a la carga en visual. Esta vez estoy un buen rato con los ojos cerrados intentando adaptarme lo mejor posible a la oscuridad y un cuarto de hora después, pongo otra vez el ojo en el ocular y me centro en el lugar exacto donde se encuentra el cometa. Y, por fin, puedo verlo. Eso sí, con mucha dificultad. No pasa de ser una pequeña manchita evanescente que sólo puedo “notar” mirando de reojo y con mucho tiento.

Y a la que me descuido, ya me ha vuelto a desaparecer. Me vuelvo a concentrar... y ahí vuelve de nuevo. Es cierto que una vez localizado y visto por primera vez, es más fácil detectarlo visualmente en los próximos intentos.

Lo observo a las 20h 22m T.U.; a las 20h 52m T.U. y a las 21h 22m T.U.

Este es el dibujo que hice:

Clicar en la imagen para ver la evolución del cometa

En esta entrada del blog de Jeremy Perez podemos ver el mismo cometa observado desde un cielo oscuro:

http://www.perezmedia.net/beltofvenus/archives/001445.html

Supongo que con unos cielo más contaminados lumínicamente que los míos, ni tan siquiera se podrá observar el núcleo brillante del cometa, que es lo que debo haber visto yo. Y tengo que reconocer que si no fuera porqué ya he tenido unas cuantas “malas” experiencias con otros cometas, esta noche, el 103P/Hartley me habría pasado completamente desapercibido.

El 20 de octubre de 2010 se encontrará en el punto más próximo a la Tierra. Espero tener ocasión de verlo de nuevo, de lo contrario, tendré que esperar hacia el mes de abril... de 2017.

sábado, 9 de octubre de 2010

Artículo en la revista AstronomíA

Esta es una entrada un poco atípica en relación a lo que habitualmente comento en el blog, pero se trata de algo íntimamente ligado a él y que me ha hecho tanta ilusión que me gustaría compartirlo con los que, de una manera más o menos habitual, siguen mis entradas o simplemente consultan mis notas alguna vez para hacer comparaciones con sus propias observaciones.

El 21 de mayo de 2010 tuve una experiencia agridulce mientras estaba observando que decidí comentar en la entrada: “Plato y una pequeña reflexión”.

Fue una experiencia que, según me comentaron algunos amigos de afición, retrataba muy bien el estado de ánimo con el que se habían encontrado ellos mismos alguna noche a pie de telescopio.

Esto me animó a enviar el escrito a la revista mensual “AstronomíA”, editada por “Equipo Sirius”, una de las contadas revistas de referencia que tenemos los aficionados a la astronomía en nuestro país. Y ellos, muy amablemente, decidieron publicarlo en la sección “La Tribuna” del número 136/II Época del mes de octubre de 2010.

Esta es la portada:


Y este es el artículo en cuestión:

Aparte de compartir mi alegría por la publicación de unas reflexiones personales en una revista del prestigio de “AstronomíA”, me gustaría que también sirviera de homenaje a todos aquellos que mediante revistas especializadas, libros, publicaciones en internet, portales, páginas web, foros, blogs, asociaciones astronómicas... aportan su granito de arena para divulgar esta gran afición que es la Astronomía.