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sábado, 14 de noviembre de 2009

Buscando el cráter Linné

Este mes de noviembre el tiempo no acompaña, y casi no he podido sacar el telescopio. En temporadas así, lo mejor es dedicarse a preparar futuras sesiones de observación, u organizar anotaciones que estuvieran pendientes de revisión.

Revisando mis libretas, me he encontrado con mi experiencia personal con un cráter muy peculiar: Linné.

Leyendo “Observing the Moon” de Gerald North, me llamó la atención la historia de Julius Schmidt y el cráter Linné.

A lo largo del siglo XIX, varios importantes observadores lunares (Lohrmann, Beer, Mädler y el mismo Schmidt) describieron al cráter Linné, situado al nordeste del Mare Serenitatis, como un cráter profundo. Pero en 1866 Schmidt, que era director en el Observatorio de Atenas, anunció que el cráter había ¡desaparecido! y que en su lugar había tan sólo una pequeña mancha de luz.

Se produjo un gran revuelo, y se llegó a pensar que Linné era un volcán activo que había entrado en erupción. Y la controversia duró unos cuantos años...

De hecho, hasta 1967 no pudo demostrarse que Linné era tan sólo un pequeño cráter de 2,5 km. de diámetro y una profundidad de 500 m. gracias a las fotos realizadas por las sondas espaciales.

Aquí está una foto tomada por el Apollo XV del cráter en cuestión:

http://history.nasa.gov/SP-362/ch5.1.htm

La explicación de estos cambios es sencilla. Se debe a que cuanto más se eleva el Sol sobre Linné, más se ilumina la aureola de eyectos que lo rodea, hasta alcanzar los 10 km. de diámetro en función del ángulo con que incide la luz cada día de lunación, el cual varía según la libración.

Con esta información me picó el gusanillo y me propuse intentar observarlo con mi telescopio SC Nexstar 5i de 127mm. Tarea nada fácil, ya que se encuentra en mi límite de resolución teórica y lo más probable es que no pudiera ver el cráter, sin embargo, pensé que por lo menos la “pequeña mancha de luz” sí podría verla.

La noche del 6-10-2008, a las 20,00h T.U., con un seeing de 3/5, un poco nublado y con la Luna no demasiado alta, monté el telescopio y empecé la observación.

Con 69x localicé la Luna, y con 125x me centré en el Mare Serenitatis. En un primer vistazo no vi nada especial, tan sólo me llamó la atención el cráter Bessel, realmente bonito, ya que al encontrarse aislado en medio del Mare Serenitatis, contrasta de manera espectacular.

Pero yo no iba a eso, así que no me entretuve demasiado y puse los 208x y me centré en la zona donde pensaba que debía encontrar a Linné. No vi ni rastro del cráter, pero sin embargo, forzando un poco la vista, vi una manchita blancuzca enfrente del cráter Autolycus dentro del Mare. ¡Eureka!, eso es: tal como me imaginé, no pude ver el cráter, pero si su corona de luz.

Esta es una pequeña foto testimonial de esa noche que hice con la cámara Neximage. La calidad no es muy buena, pero en cierta manera, muestra lo que vi:


Al final forcé los 250x, pero el seeing no acompañaba para tanto.

El 30 de mayo de 2009 volví a hacerle una fotografía, pero esta vez con la cámara DBK. Curiosamente, como una especie de demostración empírica sobre las diferentes percepciones que se pueden tener de Linné, no se aprecia tanto la aureola blanca, debido a que los rayos del Sol todavía no lo cogían de lleno, sin embargo, sí se puede apreciar el cráter propiamente dicho:

En fin, hasta aquí mi experiencia.

Por cierto, según “Descubrir la Luna”, se puede ver bien en la séptima noche, y según el “Virtual Moon Atlas” en la sexta noche.

3 comentarios:

  1. gracias por la explicación. vi un seudo documental sobre ese volcan y otras cosillas, llamado "mirlo rojo".

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    1. No he visto el documental que comentas, pero algunos compañeros de afición me han dicho que no es demasiado riguroso (bueno, para serte sincero había opiniones bastante contrarias al documental). A ver si tengo un momento, puedo verlo y me formo mi propia opinión.

      Gracias Emilio por pasarte y comentar.

      Saludos.

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    2. Ya he visto el documental, y haces bien de calificarlo como pseudo-documental :)

      Como guión cinematográfico estaría bien, pero como documental con rigor científico... pues deja bastante que desear.

      Como curiosidad comentar la historia de la Ciudad Lunar de Gruithuisen:

      http://gasendi.blogspot.com.es/2009/07/la-ciudad-lunar-de-gruithuisen.html

      Tengo pendiente su observación para comprobar si esa zona me sugiere algo parecido a una ciudad... aunque lo dudo.

      Con todo, hay observadores que les gusta ir a la caza de Fenómenos Lunares Transitorios:

      http://es.wikipedia.org/wiki/Fen%C3%B3menos_lunares_transitorios

      Aunque ser testigo de uno es realmente excepcional, debe ser bastante emocionante tener la suerte de ver alguno.

      Saludos, y de nuevo, gracias por tu comentario.

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