Si tuviera que aconsejar a alguien que se ha comprado un telescopio pequeño, qué es lo más espectacular que puede observar en la Luna, sin lugar a dudas, lo primero que le diría es que esperase a dos días después del cuarto creciente ( o uno después del cuarto menguante) y enfocase al cráter Copernicus.
Copernicus es un cráter joven, que se formó precisamente en el periodo llamado Copernicano, que abarca de hace 1,1 millones de años hasta nuestros días. Presenta un diámetro de 93 km. y una altidud de 3.760m. Se pueden apreciar claramente las terrazas de sus paredes, y en el centro del cráter se distinguen con facilidad tres montañas centrales de aproximadamente unos 1.200m de altitud.
Aprovechando una pequeña tregua que me concedieron las nubes, la pasada noche del 4 de abril de 2009, pude observar un buen rato este magnífico cráter. Lo primero que hice fue sacar un foto con mi cámara DMK a foco primario de mi telescopio de 5”:
En esta panorámica general se puede apreciar Copernicus cerca del terminador lunar y sus rayos brillantes realmente extensos. A su lado le hace compañía un no menos espectacular Erathostenes.
Pero quise centrarme un poco en mi objetivo principal de la noche, y coloqué la barlow de x2 Ultima de Celestron y conseguí esta foto:
Representa muy fielmente lo que pude observar a 250x. Una tétrica oscuridad en la zona este del cráter, mientras que en la oeste muestra unas paredes de un blanco inmaculado.
Hacia el sur del cráter es donde distingo mejor las terrazas, mientras que en el centro emergen majestuosos tres picos alineados. El central, más discreto, parece protegido por sus compañeros mayores que lo flanquean a cada lado.
Más al sur destacan dos crateres adyacentes, Fauth y Fauth A, que por su peculiar disposición son conocidos con el sobrenombre de la “cerradura”. Logran atraer mi atención y me hacen reflexionar sobre cómo una formación tan pequeña, en comparación a su singular vecino consigue ganarse mi admiración.
También me gustaría destacar de la zona, al este de Copernicus, el cráter fantasma Stadius, que fue invadido por la lava del Mare Insularum. Un cráter que no está... pero sí que se ve. Al igual que una cadena de cratercillos.
Antes que se acabara nublando definitivamente, pude hacer un rápido boceto del cráter. Más tarde, a partir de este boceto, de las fotos, de lo que anoté y de lo que recordaba... hice el siguiente dibujo:
No es demasiado bueno, pero por lo menos la esperanza es que con la práctica vaya mejorando poco a poco. Dibujar la Luna es muy difícil, al menos para mi.
OScar, son magníficos tus dibujos!!! tu trabajo es fabuloso y me alegra mucho que lo estes compartiendo.
ResponderEliminarY muchas garcias por añadirme a tu blog! yo también te tengo añadido.
Un abrazo compañero!
Muchas gracias Leonor, y más viniendo de ti. No sólo eres una artista, además eres una gran divulgadora, algo que se agradece desde el punto de vista de los que nos gusta hacer dibujo astronómico y queremos ir mejorando poco a poco.
ResponderEliminarAconsejo a todo aquél que quiera iniciarse o mejorar su técnica de dibujo astronómico que se pase por tu blog, un blog realmente de referencia.
Saludos.
Oscar