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sábado, 29 de agosto de 2020

NGC6652 - Cúmulo Globular en Sagittarius

La constelación de Sagittarius podría llenar por sí sola varias noches de observación durante el verano, y una prueba de ello es que después de tantos años de observación todavía soy capaz de observar nuevos objetos bastante vistosos.

La noche del 19 de agosto de 2020 cacé uno de ellos. NGC6652, un cúmulo globular que se encuentra cerca de las inmediaciones de M69 y M 70.

Carta Generada con Cartes du Ciel

Brilla con magnitud 8,5 y presenta un tamaño aparente de 6’. Se encuentra aproximadamente 1º al sureste de M69, y esta proximidad no es sólo debido a la perspectiva, M69 está situado a unos 30.000 años luz de distancia, mientras que NGC6652 está a 33.000. Se pueden considerar vecinos galácticos.

Soplaba un poco de viento, por lo que las condiciones de observación, sin ser malas, tampoco podían considerarse las ideales. A lo mejor debido a ello, la primera impresión que me ha dado este globular es que resulta un tanto exigente.

Con bajos aumentos lo percibo sin excesivos problemas, pero es cierto que debido al pequeño tamaño de NGC6652, he necesitado adaptar lo mejor posible la vista a la oscuridad y explotar los cielos decentes desde los que lo he observado.

Pero es necesario poner más aumentos. Utilizo el Delos de 14mm (167x) y empiezo a disfrutar de este coqueto globular.



Percibo una cascada estelar a un lado del cúmulo que contrasta con el resto del campo que aparece en el ocular, pobre de estrellas brillantes.

El cúmulo se ve pequeño, con un núcleo brillante que aparece envuelto por un diminuto halo de forma un tanto irregular. A medida que voy mejorando mi adaptación a la oscuridad, percibo cierto crepitar estelar en el cúmulo, pero a pesar de ello no me atrevería a calificarlo como resoluble, por lo menos con mi SC de 235mm.

Cerca de los límites exteriores del cúmulo, percibo una pequeña estrella perdida que, a pesar de su débil magnitud, con la vista bien adaptada, consigue diferenciarse del globular.

Si no disponemos de buenos cielos, mejor dejar la observación de este cúmulo para otra ocasión. Con buenas condiciones , vale la pena una visita por nuestra parte, además, no perderemos el tiempo gracias a la proximidad de los más asequibles M69 y M70.

sábado, 22 de agosto de 2020

Marte el 19 de agosto de 2020

Estos días de agosto, cuando me iba a dormir lo hacía con una última mirada a un punto rojizo de empezaba a despuntar por el Este.

No era otra cosa que Marte, queriendo seguir la estela de los luminosos y espectaculares Júpiter y Saturno que ya hacía un buen rato que acompañaban al asterismo de la Tetera en la constelación de Sagittarius.

La noche del 19 de agosto, a pesar de haber cierta turbulencia molesta, me esperé a que el planeta se elevara lo suficiente por encima del horizonte, para que me permitiera hacer una primera fotografía de Marte en esta aparición de 2020.

Este es el resultado:

Intenté acoplar la barlow x2 para aumentar el tamaño de la toma, pero el resultado no fue el deseado, sea por culpa de la turbulencia o de mi propia torpeza. De manera que me quedo con la versión sin barlow, donde se aprecia claramente el polo y Syrtys Major.

Sky & Telescope

El tamaño aparente del planeta es de 17”, lejos del tamaño que presentará durante su oposición el próximo 13 de octubre de 2020, que será de 22”.

Lo mismo ocurre con su magnitud, -1,5 ahora en agosto y -2,92 en octubre. Seguro que hará más frío, pero el espectáculo valdrá la pena.

lunes, 17 de agosto de 2020

NGC6629 - Nebulosa planetaria en Sagittarius con el SC de 235mm

El pasado 27 de julio de 2020 murió mi madre a causa de un cáncer con el que estuvo luchando los últimos cuatro años, y la muerte, no por esperada, deja de ser muy dolorosa para todos los que la queríamos. Sólo nos queda recordar todos los buenos momentos que compartimos con ella, que por suerte fueron muchos, y esperar que algún día nos podamos reencontrar en el cielo.

Han pasado ya bastantes días y todavía uno no se hace a la idea, y la verdad es que los ánimos tampoco están muy allá. Hemos vuelto al pueblo para intentar recargar fuerzas, y poco a poco lo vamos consiguiendo. Pero cuesta. Por poner un ejemplo, he dejado pasar unas tres noches que podían considerarse excelentes, de aquellas que se pueden contar con los dedos de una mano a lo largo del año, sin ganas de montar el telescopio. Algo incomprensible para un aficionado a la astronomía.

Sin embargo, esto no quiere decir que no las disfrutara como lo hacía antaño, antes de comprarme ningún telescopio. Sentado en una tumbona en la terraza de la casa de mi pueblo, observando un fantástico cielo estrellado con una marcada Vía Láctea y unas constelaciones muy bien definidas.

Incluso, por primera vez en mi vida, vi caer un bólido. Impresionantemente brillante, dejando una estela azulada en una caída vertical.

Ha pasado más o menos un año desde la última vez que pude observar a través del SC de 235mm en mi pueblo. Y no ha por falta de ganas. Este año 2020 se está convirtiendo entre unas cosas y otras en un año aciago, tal vez el peor que me ha tocado vivir hasta ahora, y lo único que espero es que todo vaya mejorando poco a poco para todos.

Finalmente, la noche del 16 de agosto de 2020 me animé a montar el telescopio. No había planificado nada, pero di un recorrido por varios objetos familiares que me apetecía volver a disfrutar. Así, Saturno, Júpiter, M22, M11, M31… fueron pasando ante mi ojo con el único objetivo de contemplar su magnificencia y recordarme el por qué la observación del universo a través de mi SC de 235mm desde un cielo oscuro me produce tanta paz, admiración y serenidad.

Al final, hasta me animé con el papel y el lápiz con un nuevo objeto que no había visitado hasta ahora: la nebulosa planetaria NGC6629 situada en la constelación de Sagittarius.

Carta Generada con Cartes du ciel

A poco más de 2º al oeste de M22, NGC6629 representa una bonita recompensa para aquéllos que aman la observación de las pequeñas nebulosas planetarias. Esta brilla con una magnitud de 11,3 y ofrece un tamaño aparente de unos 16”.

Situada a unos 6.200 años luz de distancia, fue descubierta por William Herschel en 1784.

Es fácil de localizar a pocos aumentos, ya que, aunque se encuentra enmarcada en un rico campo estelar, su tamaño y aspecto permite diferenciarla sin demasiados problemas.

De todas maneras, mejor forzar aumentos. En mi caso, me he encontrado muy cómodo con el ocular de 10mm que me ofrecía 235x.

Un redondel difuso, que aprecio de color verde-ceniza. Muy coqueta gracias a los cielos oscuros desde los que la estoy viendo.

Pruebo a utilizar el filtro OIII, pero no me acaba de gustar cómo se ve. Sin embargo, con el UHC-S de Baader, mejora mucho el aspecto de conjunto. La planetaria se aprecia más marcada y las estrellas mantienen su presencia.

Este es el dibujo que hice de ella:


Para esta noche ya tuve suficiente y empecé a desmontar mientras veía aparecer tímidamente a Marte por el Este.

sábado, 1 de agosto de 2020

El cometa C/2020 F3 Neowise desde Barcelona el 21 de julio de 2020

Durante el mes de julio de 2020 pudimos contemplar en el cielo uno de los eventos más espectaculares que puede llegar a ofrecernos: la presencia de un cometa visible a simple vista.

Se trataba de C/2020 F3 (Neowise), un cometa de periodo largo que en el momento de máximo brillo, a principios de julio, alcanzó una magnitud de 0,9.



El cometa fue descubierto el 27 de marzo de 2020 por el telescopio espacial Neowise, cuando brillaba con magnitud +17, pasando el 3 de julio de 2020 por el punto más cercano al Sol, mientras que el 23 de julio se encontraba por el paso más cercano a nuestro planeta.

No pude verlo durante la salida del Sol, que era cuando se mostraba en su máximo esplendor, ya que el balcón de mi domicilio en Barcelona está orientado hacia el suroeste. Cuando ya lo tuve asequible durante la puesta de Sol, empecé a intentar cazarlo con los prismáticos, pero el brillo del Sol, recién desaparecido, impedía que pudiera distinguirlo antes de que quedara tapado por la montaña que tengo enfrente.

Estuve varios días de fracaso en fracaso, hasta que el 21 de julio, tomando como referencia a Tania Australis (Mu UMa) y Tania Borealis (Lam Uma), de magnitud 3,0 y 3,4 respectivamente, y ayudado por mis prismáticos 15x70, pude, por fin, disfrutarlo.


Carta generada con Cartes du Ciel

Sin duda, desde cielos oscuros, este cometa debía dejar una impresión inolvidable en la retina, ya que desde Barcelona ciudad, aunque no pude verlo a simple vista, sí que aprecié con los prismáticos su brillante núcleo (mag. 3,7) y una clara cola bastante extensa.

No me cansé de contemplarlo.

Este es el dibujo que hice de C/2020 F3:


A pesar de las dificultades que provocaba la marcada contaminación lumínica, quise intentar fotografiarlo. No salió tan espectacular como en las innumerables imágenes que podemos encontrar por internet, pero quedé contento por haber podido atesorar un recuerdo de este cometa que nunca más volveré a ver.