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sábado, 28 de enero de 2017

STF401 y STFA 7, pareja de dobles en Taurus

En la constelación de Taurus podemos encontrar una pareja de estrellas dobles que, además de su belleza particular, tienen el aliciente añadido de poder disfrutarlas en el mismo campo del ocular.

Se trata de STF401 y STFA 7, separadas entre ellas por sólo 10’, y lo cierto es que aunque habitualmente no acostumbremos a observar estrellas dobles, si estamos por la constelación, merece la pena que les hagamos una visita.

Carta generada con Cartes du Ciel
Localizaremos a la pareja de parejas 4º al Noroeste de las Pleiades, y lo que veremos ya a pocos aumentos, no nos dejará indiferentes. Este es el dibujo que hice de ellas durante mi observación del 8 de marzo de 2008 con el SC de 127mm:


En el catálogo del WDS aparecen los siguientes datos acerca de ellas, ambas con una tercera componente que a nivel visual poco nos aportan, pero que si disponemos de cielos oscuros podemos entretenernos en intentar cazarlas:


Lo primero que anoté en mis apuntes fue la palabra “Sensacional”, y la verdad es que no era para menos. Si habitualmente la observación de una estrella doble ya me produce una profunda admiración, ver dos en el mismo campo del ocular, sólo hace que aumentar la belleza de ambas.

STF401 es la que más destaca gracias a sus componentes prácticamente gemelas, cercanas y de potente brillo. Las dos componentes las percibo con un relajante color blanco-azulado.

Frente a ellas, STFA7, con las dos componentes que muestran un brillo equilibrado, azulada la principal y con un azul-grisáceo la secundaria. Su cómoda separación contrasta con la exigente, a pocos aumentos, de STF401.

Un bonito espectáculo.

Esta es la imagen que podemos encontrar de ellas en Aladin Lite:

Aladin Lite
Si buscamos información sobre STF401 encontraremos que se encuentra a unos 776 años luz de distancia y que la clase espectral de sus tres componentes es A: A2, B: A3 y C: F5. Fue descubierta por W. Struve en 1829, pero curiosamente no se percató de su compañera STFA7 hasta años más tarde, publicando su descubrimiento en el segundo apéndice de su catálogo en 1832.

STFA7 se encuentra a unos 311 años luz de distancia y la clase espectral de sus componentes es B9.

Respecto STFA7 puede haber cierta confusión a la hora de ver la nomenclatura que se le aplica.

Si tomamos como fuente el libro de Sissy Haas “Doble Stars for Small Telescopes” (Ed. 2006), veremos que al hacer referencia a ella, la denomina como STF7 (Σ7), pero se trata de una errata, ya que STF7 es una doble de la constelación de Cassiopeia.

Si tomamos como referencia la “Guía del Firmamento” (7ª Ed) de José Luis Comellas, veremos que describe esta doble pareja nombrándolas también como STF7 (Σ7) por un lado, y STF431 (Σ431). Una doble errata.

Si tomamos como referencia “The Cambridge Double Star Atlas”, la encontraremos como ΣI 7, que corresponde a la nomenclatura tradicional referida al primer apéndice del catálogo de Struve.

Finalmente, en el Washington Double Star Catalogue (WDS), el sitio de referencia actual de los aficionados a las dobles, se utiliza la nomenclatura más actual, STFA 7, que hace referencia al primer apéndice que antes se reconocía con el I romano.

Esto puede ser un poco lioso para los que no estén familiarizados con la variopinta nomenclatura de las estrellas dobles, pero lo que no hay duda es que llamemos como llamemos a STF401 y STFA7 nos ofrecerán un bonito espectáculo si las visitamos con nuestro telescopio.

viernes, 20 de enero de 2017

Albategnius y Klein

Durante el séptimo día de lunación, la observación del terminador lunar nos ofrece un buen número de zonas realmente atractivas.

Muchas veces las he visitado con mi SC de 127mm y no me han decepcionado, pero la verdad es que cuando tengo la ocasión de utilizar el SC de 235mm, la Luna no deja de asombrarme con la multitud de detalles que me muestra.

La noche del 8 de octubre de 2016 tuve una sesión de observación muy agradable y productiva, y uno de los puntos de interés donde decidí detenerme y disfrutarlo un poco más a fondo, fue el cráter Albategnius y sus alrededores.

Virtual Moon Atlas
Esa noche tuve la suerte de encontrarme con que el terminador no hacía mucho que había rebasado a Albategnius, y todavía no había llegado a iluminar a sus cráteres vecinos del Oeste, Ptolemaeus, Alphonsus y Arzachel, que normalmente suelen eclipsar su presencia.

Esta vez Albategnius, con sus 136 km de diámetro, resplandecía sin ninguna distracción.

Estuve un buen rato con los lápices intentando exprimirlo al máximo, y después de mucho trabajo, este fue el resultado:


Sin duda, su presencia impresiona, y lo primero que llamó mi atención fue su montaña central y la sombra que proyectaba sobre un inmaculado suelo del cráter. Base ancha, alargada y terminada en punta, besando la muralla de Klein, un cráter posterior a la formación de Albategnius, que con sus 44 km de diámetro y una profundidad de 1.500m cabalga sobre la pared oeste de nuestro protagonista principal.

Así como las sombras que emergen de la pared Este de Albategnius presentan una forma irregular, la que proyecta Klein es perfectamente redondeada. Un curioso contraste que nos muestra los efectos del paso del tiempo.

Klein también muestra un pico central, pero mucho más discreto que no el de Albategnius.

Intento ser un poco metódico, pero mi atención va moviéndose de un lado para otro a ritmo de impulsos. Ahora me fijo en la zona Este de Albategnius y veo una procesión de cráteres que parecen dispuestos en una cuidada disposición lineal que los ordena de mayor a menor tamaño.

Justo al lado de Albategnius, se muestra Halley, un cráter de 36km de diámetro. A continuación, Hind, de 30km, seguido por Hipparchus C, de 17km y como último de la fila, Hipparchus L, de tan sólo 13 km. No deja de ser una curiosidad fruto de la casualidad, pero hay que reconocer que estéticamente ofrece una bonita imagen.

Volviendo a Halley, veo como de su vertiente Sur emana una especie de grieta, o valle, que se extiende a lo largo de la pared Este de Albategnius. Y curiosamente, algo parecido sucede al hacia el Sur de Klein. Sin duda, se trata de fracturas radiales provocadas por el impacto que formó Mare Imbrium, tal y como comenté en la entrada del blog “Zona de Ptolemaeus, Alphonsus, Arzachel, Rupes Recta, Alpetragius, Thebit, Purbach, Albategnius, Parrot C”. Es espectacular.

Para acabar no puedo evitar fijarme en lo que a veces se ha dado en llamar “el Sonajero de la Luna”, que no es otra cosa que el juego de sombras que muestra en esta fase lunar el cráter Vogel junto Vogel B y Vogel A.

Dejo la foto que pude tomar con la cámara ASI 120MM en la que aprovecho para rotular los accidentes que he comentado.



 Y esta tomada de la página de la LROC:

LROC
Sin duda, vale la pena observar esta zona antes que la presencia del trío Pptolemaeus-alphonsus-arzachel aparezca para acaparar todo el protagonismo.

domingo, 15 de enero de 2017

NGC7023, la Iris Nebula en Cepheus

En la constelación de Cepheus podemos encontrar una nebulosa que, con condiciones adecuadas, resulta bastante asequible y realmente bonita. Se trata de NGC7023, una nebulosa de reflexión que a menudo podemos ver cómo los aficionados la relacionan con una flor de iris violácea.

Si la vemos en fotografía, podremos entender perfectamente el símil:

Aladin Lite
Para localizarla tenemos una perfecta referencia de punto de partida. Si apuntamos nuestro buscador hacia la Beta Cep (Alfirk), una preciosa doble que no debemos dejar de disfrutar en nuestro camino hacia NGC7023, y nos desplazamos unos 3,5º al Suroeste de ella, encontraremos la estrella HIP103763, que brilla con magnitud 7,3 y que es la responsable que podamos percibir esta impresionante nebulosa.

Carta generada con Cartes du Ciel
El 18 de octubre de 1794, William Herschel descubrió esta nebulosidad, dejando escrito: “Una estrella de magnitud 7. Muy afectada por nebulosidad, la cual llena sobradamente el campo. Parece extenderse al menos 1º alrededor”.

Situada a unos 1,400 años luz de distancia, es una zona de formación estelar bastante joven, ya que las estrellas que están relacionadas con ella tienen una edad de aproximadamente 5.000-6.000 años. Respecto a la nebulosa, comentar que presenta un tamaño de alrededor de los 8 años luz. Conviene recordar estos datos mientras estamos observándola con nuestros instrumentos y lamentándonos de no ser capaces de percibir esos espectaculares colores que se aprecian en fotografía.

La noche del 8 de octubre de 2016 apunté hacia ella mi SC de 235mm desde cielos rurales, y la verdad es que no me defraudó en absoluto.



A pesar de lo que pueda parecer viendo el dibujo, es necesario una buena dosis de paciencia con esta nebulosa. Y a pesar de ello, siempre queda la sensación de no haber podido exprimirla por completo.

Con el tamaño que presenta, unos 20’, decido utilizar el ocular que más campo me da con el telescopio, el Hyperion Aspheric de 31mm (56’). Empiezo sin ningún tipo de filtro, y lo primero que destaca ante mi ojo es sin duda la potente HIP103763, con un bonito color blanco-azulado. Tal como aparece en el ocular, de ella cuelga una ristra estelar de estrellas más débiles, pero con suficiente brillo como para destacar del resto. En cierta manera me recuerda un sucedáneo de la famosa Cascada de Kemble, salvando las distancias.

Después leo en la “Guía del Firmamento” de José Luis Comellas, que indica que “Al acostumbrar la vista, nos parecerá observar un dibujo de ‘cola de cometa’ que se extiende unos 20’ hacia el W., formado por diminutas estrellas de la 11 magnitud”.

Como siempre, el maestro Comellas resulta una excelente referencia para los que nos gusta la observación visual.

Aprovecho para dibujar el campo estelar. Una vez acabado, apago la linterna roja, descanso un poco la vista, adapto el filtro UHC al ocular, y decido centrarme en la caza de la nebulosa.

De manera automática, alrededor de HIP103763 aparece un halo que la abraza. Halo que poco a poco va extendiéndose por diferentes zonas del campo del ocular.

En la parte derecha del dibujo la distingo mejor, y veo cómo va alargándose siguiendo la misma dirección de la ristra de estrellas que comentaba antes.

He ido dibujando las zonas nebulosas que iba percibiendo a medida que mi adaptación a la oscuridad iba aumentando. Al final, cuando me ha dado la sensación de no ser capaz de ver ningún detalle más, he cambiado el filtro UHC por el OIII.

Me ha dado la sensación que la nebulosa quedaba más marcada, pero sin poder apreciar nuevas zonas cubiertas por ella. Así que viendo cómo el filtro me hacía desaparecer un buen número de débiles estrellas, decido quedarme con la visión que me ofrece el UHC.

Sin duda, una nebulosa que vale la pena visitar si tenemos una noche con las condiciones de observación ideales. Nos va a dar mucho juego y nos dejará una agradable sensación de boca. Después ya tendremos más tiempo de deleitarnos con las fotografías que podamos encontrar de ella, como esta que apareció en el APOD del 6 de mayo de 2016 de Federico Pelliccia, un verdadero lujo:

https://apod.nasa.gov/apod/ap160506.html

sábado, 7 de enero de 2017

Conjunción Marte - Neptuno el 1 de enero de 2017

El 1 de enero de 2017, Marte se encontraba a 1,6455 UA de la Tierra, Neptuno a 30,4577 UA. Sin embargo, desde nuestro punto de vista, esa noche Marte y Neptuno se mostraban como si fueran dos vecinos cercanos, tanto que estaban separados por tan sólo 20’53”. Una inmejorable ocasión para presenciar una conjunción poco habitual con nuestros telescopios.

Bien abrigado, monté el SC de 127mm en el balcón y apunté hacia Marte. Hice el dibujo de lo que veía a través del ocular y posteriormente, para darle algo más de realismo, con el Photoshop añadí los colores que, más o menos, percibía.


Con el ocular de 25mm (50x), se aprecia un Marte potente, anaranjado y mostrando unas pequeñas dimensiones si lo comparo con la época de la oposición, que es cuando podemos observar el planeta en condiciones más favorables. Con la abertura que utilizo esta noche, no soy capaz de percibir ningún detalle de la superficie del planeta.

Junto a Marte se distingue sin ningún problema a Neptuno, y unidos a ellos, formando un sugerente triángulo, aparece también la estrella HIP112427, que con su magnitud de 8,2 y su clase espectral K2 III, proporciona un atractivo complemento a la conjunción planetaria.
Neptuno, en un primer momento y a estos aumentos, se asemeja más a una estrella azulada que a un planeta, sin embargo, al cabo de un rato, le puedo apreciar ya su forma redondeada.

Una bonita vista de nuestros vecinos del Sistema Solar.

Decido forzar los aumentos y utilizo el Takahasi LE de 7,5mm (166x). El campo que me ofrece ya me impide ver al mismo tiempo los dos planetas, perdiendo así el encanto de la conjunción. Sin embargo, ello me permite disfrutar mejor de Neptuno, que ahora ya se presenta con una clara forma planetaria y un azul realmente espectacular.

Por su parte, Marte aumenta el tamaño, pero sigo sin poder cazar ninguna zona de su superficie.
Vuelvo a poner los 25x para deleitarme una vez más del conjunto antes de empezar con las fotografías.

Empiezo acoplando la DBK21AU04.AS, pero el campo que me ofrece no me permite abarcar a la vez los dos planetas. Así que decido centrarme en Marte acoplando también la barlow x2 para exprimirlo mejor.

Y el resultado ha superado las expectativas que tenía en un principio después de la observación visual.


Se puede apreciar perfectamente la fase, con la iluminación del 90,18% de su disco, así como las zonas de Mare Acidalium, en la parte superior izquierda; Mare Erithraeum, en la inferior izquierda; y Mare Sirenum, en la parte inferior central.

Este es el detalle que ofrecía la herramienta Mars Profiler de Sky&Telescope:


Lamentablemente, un cúmulo de desgracias me impidieron fotografiar Neptuno con la DBK. Mi falta de pericia, el pequeño campo de la cámara, la poca delicadeza de los movimientos del mando del Nexstar y mi poca paciencia viendo que los planetas se iban acercando al horizonte, donde una neblina baja amenazaba con acabar rápidamente con el espectáculo, fueron determinantes.

Preferí entonces acoplar la Nikon D5100 al telescopio e intentar cazar de la mejor manera posible la conjunción.


Mientras iba haciendo las diferentes fotos, caí en que a la hora de apilarlas Marte me quedaría, como así ha sido, tal como aparece en la imagen final. Y aunque Neptuno si quedó bien definido, para despedirme no he podido reprimir la tentación de hacer un fotomontaje con esta fotografía y la de Marte hecha con la DBK.

Una pequeña licencia para concluir una sesión de observación que he disfrutado tanto visual como fotográficamente.


Marte
AR: 22h 47m
Dec: -08º 40’
Constelación: Aquarius
Magnitud Aparente: 0,89
Tamaño Angular: 5,7”
Disco iluminado: 90,18%
Distancia desde la Tierra: 1,65 U.A.

Neptuno
AR: 22h 46m
Dec: -08º 47’
Constelación: Aquarius
Magnitud Aparente: 7,93
Tamaño Angular: 2,2”
Disco iluminado: 100%
Distancia desde la Tierra: 30,46 U.A.