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sábado, 22 de febrero de 2014

Abell 12 - Nebulosa planetaria en Orion

La primera vez que observé el “Fantasma de Mirach”, una galaxia catalogada como NGC404, iba prevenido de la dificultad que presentaba a la hora de cazarla debido a que se encuentra situada junto Mirach (Beta And) cuyo potente brillo suele disimular la presencia de la galaxia. Pues bien, las dificultades que tuve con Mirach y NGC404 son un juego de niños frente a lo que me encontré con otra extraña pareja: Mu Orionis y la nebulosa planetaria Abell 12.


Carta generada con Cartes du ciel

Mu Orionis es una brillante estrella de magnitud 4,1 y clase espectral A1Vm que podemos localizar fácilmente tomando como referencia a Betelgeuse (Alpha Ori). No es una estrella cualquiera, ya que de hecho se trata de un sistema cuádruple formado por Mu Orionis A y Mu Orionis B, ambas por su parte binarias espectroscópicas. Lamentablemente se encuentran separadas por tan sólo unas décimas de segundo de arco, con lo que quedan fuera de nuestras posibilidades de observación telescópica.

Mu Orionis B orbita alrededor de Mu Orionis A cada 18,6 años, existiendo una separación media entre ambas de tan sólo 12,7 UA. Por su parte, Mu Orionis Ab, separada por 0,077 UA orbita Mu Orionis Aa en 4,447 días; y Mu Orionis Bb, separada por 0,078 UA de Mu Orionis Ba completa su órbita en 4,784 días.

Poder ver en vivo este sistema estelar debe resultar impresionante. Es una pena que en este caso sólo podamos valernos de nuestra imaginación.

Abell 12 es una nebulosa planetaria que encontramos visualmente a unos 2’ de separación de Mu Orionis. Presenta un tamaño de 37” y una magnitud de 12,0. Un verdadero reto observacional.

Antes de entrar en detalles de mi experiencia con esta planetaria me gustaría dejar constancia que esta vecindad es tan sólo efecto de la perspectiva. Las mediciones del satélite Hipparcos nos permitieron conocer que Mu Orionis se encuentra a 152 años luz de distancia, mientras que recientes estudios indican que Abell 12 se encuentra a no menos de 7.000 años luz de distancia.

Esta planetaria entró a formar parte de mi lista de objetos pendientes a observar gracias a una excelente fotografía tomada por Felipe Peña (Alfirk) y compartida en el foro Astrónomo.org. A lo largo de 2013 intenté varios días su caza, pero en todos ellos fracasé de manera estrepitosa, básicamente por no dedicarle el tiempo necesario y no ocurrírseme utilizar el filtro OIII, un fallo imperdonable en este objeto.

Un poco ya con la mosca tras la oreja en lo que respecta a la observación de esta planetaria, la ventosa noche del 1 de febrero de 2014 me propuse, sin demasiada confianza en el éxito, volver a probar con ella.

Las condiciones de la noche no acompañaban en absoluto. Mucho viento, con rachas que llegaron a los 80 km/h. Mucha sensación de frío, y digo sensación porqué de hecho llegamos a tener una mínima de 7ºC, pero mis manos heladas y pies entumecidos discrepaban un poco de este dato.

Pero ya que estaba todo preparado, finalmente apunté hacia Mu Orionis con mi SC de 235mm desde los cielos oscuros de mi pueblo. Con el ocular de 25mm (94x) se presenta un campo estelar muy rico, aunque las estrellas se ven afectadas por la turbulencia exagerada de la noche. Destaca sin lugar a dudas una potente Mu Orionis que percibo con un bonito color amarillento.

Decido forzar aumentos utilizando el Nagler de 16mm (146x) y de la planetaria, ni rastro. Subo a 235x y tampoco. Empiezo a resignarme cuando decido añadir el filtro OIII al ocular de 16mm. Como era de esperar muchas estrellas desaparecen del campo y lo mejor y más significativo es que el brillo de Mu Orionis queda bastante atenuado.

Pero continúo sin percibir a Abell 12.

Sin embargo, a medida que me acostumbro a la visión que me ofrece el filtro y utilizando visión lateral, me percato de la presencia de una zona de forma redondeada y algo irregular que destaca al lado de la estrella. Muy tenue y esquiva, pero ciertamente, presente. No puedo reprimir una exclamación de victoria después de confirmar que he podido cazar, después de mucho esfuerzo, a esta planetaria. Parece ser que con telescopios de abertura considerable puede verse con una estructura anular, pero en mi caso, el solo hecho de percibirla ya ha sido un éxito.

Este es el dibujo que hice. Normalmente no suelo hacerlo, pero en este caso he añadido el halo resplandeciente de Mu Orionis para intentar plasmar mejor lo que nos podemos encontrar cuando pongamos el ojo en el ocular para ver Abell 12:



Para quien sienta curiosidad sobre el catálogo Abell de planetarias dejo el enlace del listado que he elaborado de todas ellas (86 en total) en formato excel:

https://www.dropbox.com/s/m519vu8t9sn8yax/Cat%C3%A1logo%20Abell%20de%20Nebulosas%20Planetarias.xls?dl=0

De todas maneras me veo en la obligación de avisar que no son nada fáciles. Se trata de planetarias muy avanzadas, de poco brillo y difusas. Para muchas de ellas es necesario un telescopio de gran abertura y el uso de filtro OIII.

El catálogo fue confeccionado por el astrónomo estadounidense George Ogden Abell quien a partir de las placas tomadas por el “Palomar Sky Survey” fue enumerando una serie de objetos desconocidos hasta ese momento que identificó como nebulosas planetarias o sospechosas de serlo.

En 1966 fue publicado un artículo suyo que compilaba todo el trabajo realizado, “Properties of some old planetary nebulae”, que podemos encontrar en este enlace:

http://articles.adsabs.harvard.edu/cgi-bin/nph-iarticle_query?1966ApJ...144..259A&data_type=PDF_HIGH&whole_paper=YES&type=PRINTER&filetype=.pdf

Abell 12 es asequible, pero francamente, representa un serio reto tanto para nuestros instrumentos, las condiciones de la noche como para nuestras capacidades observacionales.

Aladin

viernes, 14 de febrero de 2014

Siete estrellas dobles en Leo

Cuando a los astrónomos aficionados se nos habla de la constelación de Leo dos cosas nos vienen de manera inmediata a la cabeza, una visual y la otra conceptual. La visual es el asterismo que forman sus estrellas principales, una forma de león que se identifica perfectamente con el nombre que recibe la constelación (algo que no siempre ocurre). Y la conceptual, que queda resumida en una sola palabra: galaxias.

Sin embargo una noche dedicada a esta constelación puede enriquecerse yendo a la caza de unas cuantas estrellas dobles asequibles que pueden intercalarse entre observación de galaxia y galaxia.

A continuación propongo seis estrellas dobles que pude observar en 2008 con los comentarios que tomé de ellas y los dibujos que hice con el Photoshop:

Alpha Leo / STFB 6

Alpha Leonis (Regulus), una doble fácil, más de prismáticos que de telescopio, aunque el poco brillo de la secundaria puede dificultar su observación con ellos. De hecho, con mis 15x70 no he sido capaz de verla, aunque también es cierto que miraba sin trípode, el temblor de mi pulso no ayudaba y tampoco he insistido demasiado.

Con el telescopio, a 31,25x son más que suficientes para observarla. Pero lo mejor de esta doble es el color blanco inmaculado de Regulus que consigue acaparar todo el protagonismo. La secundaria se encuentra bastante separada y le aprecio un color de tonalidad ligeramente amarillenta, pero que pasa bastante desapercibida ante el blanco de la principal.



Gamma Leo / STF 1424

Con 50x, la veo alargada, pero no se aprecia la separación.

Con 69,44x, ya puedo adivinar la separación. Tal vez, con una buena estabilidad atmosférica ya podría quedar desdoblada, pero esta noche no.

Con 125x, ya se aprecia perfectamente. Dos estrellas amarillentas. La principal con un marcado color amarillo y la secundaria con un amarillo un poco más apagado. Lo que más me llama la atención es el excepcional brillo de las dos componentes, la componente A con más presencia, aunque la B aguanta perfectamente el tipo. Es difícil encontrar una doble tan potente en su conjunto, tal vez Castor...

En definitiva, una doble espectacular ideal para verla de menos a más aumentos y enseñarla a neófitos a pie de telescopio.



54 Leo / STF 1487

Preciosa. Con 50x ya se desdobla y se aprecia como una doble fina y delicada, aunque es con 125x como la veo de manera más cómoda. Con anterioridad había observado Algieba (STF1424) y después del deslumbramiento que me ha provocado, se podría decir que el brillo que me ofrece STF1487 es ideal.

La principal la veo amarillenta, y la secundaria con un tono azulado. Una doble muy agradecida.

Para acabar por curiosidad pongo los 69,44x y compruebo que al encontrarse las dos componentes un poco más apretadas, ofrecen un mejor aspecto que a 125x. Pero sea como sea, 54 Leonis es una doble muy bonita.



Tau Leo (STFA 19) – 83 Leo (STF 1540)

¡Qué maravilla! Imprescindible.

Dos dobles espectaculares en el mismo campo del ocular de 25mm (50x). Tau Leonis, la más brillante, presenta un bonito contraste de colores, con una principal amarilla y una secundaria azulada.
83 Leonis un poco más homogénea cromáticamente hablando. Una componente A de color amarillo y una secundaria que percibo también amarilla pero un poco más marcada. Presenta una separación menor que Tau LEO y una diferencia de magnitudes menos evidente, aunque apreciable.

Es curioso comparar las dos secundarias, de la misma magnitud, pero con diferentes acompañantes. Un espectáculo al que merece dedicarle un buen rato comparando una doble con la otra.



STF 1529

Con 50x ya puedo desdoblar a STF 1529. Aprecio dos puntitos plateados bien definidos, uno claramente más brillante que el otro. Una vista delicada.

Con 69,44x la separación es más cómoda y todavía se mantiene atractivamente cercana. Y curiosamente, noto la secundaria con un cierto tono azulado. Finalmente, utilizo 125x y me confirman el color azulado de la B, pero noto por momentos un cierto tono amarillento en la principal. Sin embargo, al volverme a fijar vuelo a ver un color plateado. Esto de la apreciación de colores en las dobles a veces me hace bailar la vista, y nunca mejor dicho.

Sea como sea, una doble muy recomendable para observar.



STF 1552

Qué lástima que la componente C no esté un poco más cerca de A y B, y sea un poco más brillante. Si fuera así, sería una de las mejores triples que he visto hasta el momento.

Con 50x aparece una bonita “doble” con una componente secundaria de color azulado, y una principal blanquecina, un poco amorfa.

Pongo 69,44x y la componente amorfa, se convierte en una preciosa doble en sí misma con una compañera también blanca. Lástima que la C se vaya alejando de la nueva pareja, como si quisiera no molestar.

Finalmente, utilizo los 125x y veo ya claramente separadas la A y la B, pero por desgracia, la C, con estos aumentos, ya se ha alejado demasiado. Una triple que no puede dejarse de lado si se visita la zona de Leo.


domingo, 9 de febrero de 2014

NGC2343 - Cúmulo abierto en Monoceros

Hace ya un tiempo que tengo en mi libreta de objetos pendientes de observación una amplia zona que se encuentra a caballo de las constelaciones de Monoceros y Canis Major. El objeto más significativo que podemos encontrar en ella es IC2177, la conocida como Nebulosa de la Gaviota (Seagull Nebula). Pero es tan amplia que difícilmente podré abarcarla toda con mis telescopios, así que la idea es ir identificando los diversos cúmulos abiertos y nebulosidades que pueblan esta parte de cielo.



Para hacernos una composición de lugar, indicar que tengo anotados los cúmulos abiertos NGC2353, NGC2335, NGC2343; la estrella de carbono W CMa; y las nebulosas IC2177, LBN1036, LBN1034, Sh2-292, vdB93, vdb95, vdB98, vdB90 y Ced90, con la intención de percibir las zonas más brillantes de ellas.

En principio quería dedicar la noche del 1 de febrero a cazar la supernova SN 2014J en M82 y después visitar esta zona de la Nebulosa de la Gaviota, pero las difíciles condiciones de observación provocadas básicamente por el fuerte viento que soplaba, que llegó a rachas de 80km/h, me hicieron decidir centrarme sólo en cazar a NGC2343, un bonito y asequible cúmulo abierto que se encuentra en las inmediaciones de IC2177.

Carta generada con Cartes Du ciel

Utilizo el ocular Nagler de 16mm y nada más poner el ojo puedo reconocer de manera clara el cúmulo abierto. Cuento una decena de estrellas brillantes de magnitud 9-10 que están acompañadas por un número similar de estrellas más débiles. Entre todas ellas destaca la doble catalogada como STF1028.



La estrella principal presenta un atractivo color entre amarillento y anaranjado que le proporciona al cúmulo un bonito toque cromático. La secundaria un tímido punto grisáceo que la acompaña a una distancia cómoda para ser observada.

El resto de estrellas de NGC2343 se distribuyen de una forma que me recuerda a un rombo a lo largo de 7’, ocupando buena parte del campo que me ofrece el ocular. Supongo que debe ser cosa del cerebro, pero el caso es que me da la sensación de estar viendo un cúmulo abierto formado por estrellas dobles. Es sólo mi percepción, pero me ha resultado curioso.

Este es el dibujo que hice, faltándome manos para que no me volaran los papeles:



NGC2343, descubierto en 1785 por William Herschel, se encuentra a unos 3.400 años luz de distancia y algunos estudios han barajado la posibilidad de que sea un posible miembro de la Asociación Canis Major OB1. Pero según el artículo de J.J. Clariá, “A study of the stellar association Canis Major OB1” al estimársele una edad de alrededor 100 millones de años parece descartarlo.

Acabo con la imagen de Aladín de NGC2343:

Aladin

Tenía ganas de dedicar más tiempo al cúmulo y de intentar cazar algún que otro objeto de la zona, pero el vendaval arreciaba y decidí dejarlo para una mejor ocasión. La próxima vez intentaré centrarme ya con las zonas nebulosas, a ver si hay más suerte.

martes, 4 de febrero de 2014

Supernova SN 2014J en M82

El 21 de enero de 2014 cuatro estudiantes, Ben Cooke, Tom Wright, Matthew Wilde y Guy Pollack, dirigidos por el Dr. Steve J. Fossey tenían programado un taller de 10 minutos donde se impartiría una clase de astronomía práctica utilizando uno de los dos  telescopios Celestron C14 del University of London Observatory. Sin embargo, en astronomía una cosa es lo que se planifica y la otra lo que al final se puede hacer.

Al empezar, el Dr. Fossey vio que el cielo iba nublándose por momentos, así que decidió derivar la clase a una demostración práctica de cómo se utilizan las cámaras CCD en telescopios automatizados. Los estudiantes eligieron como objetivo M82, la conocida galaxia del Cigarro en Ursa Major.

Después de tomar unas cuantas imágenes el Dr. Fossey se dio cuenta que había una estrella superpuesta a la galaxia que no recordaba haber visto en anteriores ocasiones. Sacó unas cuantas fotos más, con diferentes filtros, hasta que el cielo se nubló por completo. Con este material envío un informe a la IAU Central Bureau for Astronomical Telegrams (Unión Astronómica Internacional, Departamento Central de Telegramas Astronómicos) y al día siguiente la UAI confirmó que el Dr. Fossey era el descubridor de esta supernova que se catalogaba como SN 2014J.

Realmente, se dio una de aquellas casualidades, tan habituales en el campo científico, que conducen al descubrimiento de algo que uno no esperaba en absoluto.

El caso es que desde que se tuvo noticia de la existencia de esta supernova en una galaxia tan asequible y espectacular, pasó al primer lugar de mi lista de objetos pendientes a observar.

Por diversas razones no pude sacar el telescopio hasta el fin de semana del 31 de enero, y las perspectivas meteorológicas no eran demasiado favorables, aunque las predicciones indicaban alguna ventana entre las nubes la noche del viernes.

Pues bien, con las ganas que tenía de observar la supernova, cogí el coche y después de un día de duro trabajo me desplacé 200 km. hasta mi pueblo, donde me esperaba mi SC de 235mm. Durante el camino la constelación de Orión y una brillante Sirius me fueron acompañando a mi izquierda. Por la derecha, nubes y claros.

Finalmente llegué hacia las diez de la noche. Sin descargar el coche subo a la terraza y veo que en el cielo hay más zonas con nubes que no despejadas, imposible alinear el telescopio. Opto por descargar los bártulos y ponerme a cenar.

Hacia las once vuelo a sacar la cabeza y veo más claros que nubes. Rápidamente monto la CGEM y el tubo y me dispongo a alinearlo. Acabo el proceso y ante mi desesperación veo que la zona de Ursa Major está completamente cubierta. No arrojo la toalla, algo hemos avanzado alineando el telescopio. ¿Quieres decir que en toda la noche no se abrirá un pequeño claro en la zona de M82?.

Pues no. No se abrió un miserable claro, por lo menos hasta las dos de la madrugada, que lo dejé por inútil al ver que las nubes ya reinaban por completo. Así que lo único que puedo aportar de esta primera noche, es el panorama con el que me encontré:


Si le hubiese pasado lo mismo al Dr. Fossey, no habría podido descubrir la SN 2014J.

En la web de Meteoblue las previsiones para el sábado eran que por la mañana estaría nublado. Al mediodía llovería. Por la tarde más nubes, más lluvia y hacia la noche se levantaría viento y despejaría. Y para ser sincero, tengo que reconocer que lo clavaron.

Alguien que no esté familiarizado con el tiempo que suele hacer en mi pueblo, podría pensar que la cosa pintaba bien, pero no era así. Cuando en mi pueblo sopla el viento, lo hace con ganas. A las siete de la tarde llovía. A las diez empezó a escucharse el viento, y a partir de las once de la noche empezaron las rachas de 80 km/h que ya no pararían en dos días. Por lo que a veces aguantamos (no es difícil que el viento pase de los 100 km/h), no era demasiado terrible, pero teniendo en cuenta que tenía que observar la supernova esta noche, o ve a saber cuándo tendría ocasión de echarle el ojo, las condiciones eran bastante adversas.

Si hubiese tenido que observar con el SC de 127mm no me hubiera atrevido a plantarlo, pero la CGEM y el tubo de 235mm pesan lo suficiente como para aguantar de manera más o menos estable estas rachas de viento.

Con cuatro capas de abrigo, dos pares de pantalones, botas y pasamontañas me enfrenté a los elementos. Apunté, por fin el telescopio hacia M82 y allí estaba. Realmente espectacular y reconocible sin ningún tipo de dudas. Le estimé, comparándola con el brillo de otras estrellas que aparecían en el campo, una magnitud aproximada de 10,6.

Lo que más me llamó la atención fue su marcado color amarillento y la manera en que emergía en la galaxia. La explosión debió ser cataclísmica. Este es el dibujo que hice utilizando el ocular Nagler de 16mm (146x):


Mientras dibujaba en ocasiones tenía que aguantar el protector de rocío con una mano hasta que me di cuenta que los nervios no me dejaban pensar con claridad. ¿Para qué quiero el protector con el viento que hace?. Lo quité, y cuando iba a dejarlo dentro de casa oigo una racha más fuerte de viento y veo pasmado como los papeles con los dibujos, las notas y demás informaciones empezaban a volar por la terraza. Los dos minutos que vinieron a continuación no se los deseo a nadie… Al final creo que recuperé todos los papeles, pero curiosamente, empecé a pensar que las cuatro capas de abrigo ya empezaban a ser excesivas.

Y el viento seguía soplando cada vez con mayor intensidad. Las estrellas se veían bastante gruesas, aunque también tengo que decir que no demasiado distorsionadas, de manera que me animé a sacar una foto testimonial de la SN 2014J. Es una toma única de 30s a ISO 2500 con la Nikon D5100 acoplada al telescopio:


La Supernova es la estrella que aparece encima de M82. Y con esto, misión cumplida.

M82 es una galaxia que se encuentra a unos 11,5 millones de años luz de nosotros, lo que implica que SN 2014J sea la supernova que ha estallado más cerca de nuestra galaxia en los últimos 20 años y comparando algunas fotografías tomadas durante estos días se ha llegado a la conclusión que su explosión tuvo lugar entre el final del 14 ó el inicio del 15 de enero.

Se trata de una supernova tipo Ia y podemos seguir su evolución en la página de la AAVSO:

http://www.aavso.org/apps/webobs/results/?star=SN+2014J&num_results=200&page=1

Hay veces que pienso que no me extraña que mucha gente que nos ve hacer lo que hacemos en ocasiones para observar por nuestros telescopios, piense que todos los astrónomos aficionados estamos un poco locos.  Y luego me sorprendo con una sonrisa de oreja a oreja después de haber pillado esta preciosa supernova.