viernes, 22 de julio de 2016

NGC6058 - Nebulosa planetaria en Hercules

Descubierta el 18 de marzo de 1787 por William Herschel, NGC6058 es una nebulosa planetaria que podemos encontrar en la constelación de Hercules. Brilla con magnitud 12,9 y presenta un tamaño de unos 25”x20”.

Resulta un verdadero reto para pequeños telescopios, pero para aberturas generosas es bastante asequible. De todas maneras, su estrella central, de clase espectral O9, es complicada de observar debido a su débil magnitud de 13,6 que visualmente suele quedar mimetizada con las capas gaseosas que la rodean.

Esta foto es la que aparece en Aladin Lite. No es demasiado espectacular, pero como imagen testimonial puede servir.

Aladin Lite
La noche del 23 de junio de 2016 estaba observando con mi SC de 235mm por la zona de Hercules y decidí apuntar hacia NGC6058.


Las condiciones de la noche cuando recién planté el telescopio no eran demasiado buenas, y lamentablemente, cuando me puse a observar esta planetaria, habían empeorado.

La Luna, que se encuentra iluminada en el 87% de su superficie, ya se encuentra bastante alta, y la ligera brisa de un principio, no sólo no ha parado, si no que ha aumentado en intensidad, pero a pesar de todo, cuando he puesto el ojo en el ocular para cazar a NGC6058, no he tenido ninguna dificultad en percibirla en compañía de tres estrellas brillantes.

La de la parte superior izquierda del dibujo, con su color anaranjado, es la más bonita y espectacular. Se trata de HIP78768, de magnitud 8,96 y clase espectral M3 II. Las otras dos, son TYC3064-1181-1 (mag. 10,9) t TYC3064-404-1 (mag. 9,31).

La planetaria, sin ser significativamente extensa, sí que ofrece un tamaño más que digno, por lo menos con los 168x que me proporciona el Delos de 14mm en el SC de 235mm.

Su forma es redondeada, pero a medida que voy adaptando la vista a la oscuridad, voy notando que sus límites externos no están demasiado definidos, al revés, presenta bastantes irregularidades.

Es muy difusa, tenue, delicada… y la verdad es que cuando añado el filtro OIII al ocular, puedo percibirla bastante mejor. Una manchita blanquecina, evanescente, fantasmagórica, pero que se deja querer.

Será interesante volver a observarla en una buena noche, sin Luna y con atmósfera estable.

lunes, 18 de julio de 2016

Sol – Regiones activas AR2565 – AR2567 el 17 de julio de 2016

No me acabo de acostumbrar a las observaciones solares.

Esto de sacar el telescopio, estando a unos 30ºC, empezar a sudar, tener dificultades a la hora de poner el Sol en el campo del ocular, tener que ponerme una toalla en la cabeza para no quedar deslumbrado mientras observo, batallar continuamente con el enfoque… solo puede verse justificado cuando el Sol me ofrece unas regiones activas como estas:


Hacía días que el Sol no mostraba ninguna mancha interesante, pero esta mala racha ha terminado con la aparición de las regiones activas AR2565 y AR2567. Ayer sábado tenía intención de observarlas, pero el viento soplaba fuerte y al final decidí dejarlo.

Hoy domingo, 17 de julio de 2016, las condiciones eran más favorables, y a pesar del calor, he decidido que no podía dejar pasar la oportunidad de ver estas manchas.

Esta vez monté primero la DBK a mi SC de 127mm para sacar la foto que he puesto arriba. Y una vez satisfecho con el resultado, he puesto el ocular de 18mm y he dibujado lo que veía por el ocular. Siempre con el filtro solar.


He pasado un buen rato disfrutando de AR2565 y AR2567, las regiones activas más complejas que he podido ver en el Sol hasta el momento.

SOHO

viernes, 15 de julio de 2016

IC4593 - Nebulosa planetaria en Hercules

Los que leéis de vez en cuando el blog ya sabréis que cuando voy a observar por primera vez un objeto, intento evitar ver previamente alguna fotografía de él o leer observaciones hechas por otros compañeros de afición. De esta manera busco no estar condicionado cuando pongo el ojo en el ocular para poder dibujar y describir lo que realmente estoy viendo, y no lo que se supone que debería ver.

Lo más normal es que luego, cuando busco información sobre el objeto y otras experiencias observacionales sobre él, la mayoría de veces me doy cuenta que se me ha quedado alguna cosa en el tintero y que debería volver al objeto en cuestión para acabar de exprimirlo con mi telescopio.

Y este ha sido el caso de IC4593, una nebulosa planetaria de la constelación de Hercules que pude observar el pasado 23 de junio de 2016 desde cielos oscuros con mi SC de 235mm.

Pero no avancemos acontecimientos.

No se puede considerar que la noche se presentara con unas condiciones de observación ideales, soplaba el viento y las turbulencias atmosféricas no permitían demasiadas alegrías a la hora de forzar aumentos. Pero a pesar de ello, últimamente no estoy en situación de ser demasiado exigente, así que monté el telescopio y apunté hacia IC4593.


La planetaria se encuentra enmarcada en un campo estelar pobre, pero en este caso, esta circunstancia resulta más una virtud que un inconveniente, básicamente porqué permite identificarla con relativa facilidad a pesar del aspecto casi estelar que presenta.

IC4593 es pequeña, pero a la que acomodo un poco la vista, me doy cuenta sin problema que me encuentro ante una diminuta nebulosidad y no una estrella.

Como la noche no está, como he comentado, para forzar aumentos, prefiero acoplar directamente al Delos de 14mm (167x) el filtro OIII para intentar apreciar algún detalle de la nebulosa. Pero la verdad es que sólo me sirve para confirmar que efectivamente se trata de la planetaria. Mientras las otras estrellas que aparecen en el campo reducen su brillo de manera evidente, IC4593 refuerza su presencia.

Una pequeña bolita redondeada, blanquecina, evanescente, delicada, que parece encontrarse aislada en el espacio con la finalidad de acaparar el máximo protagonismo.

Como en muchos casos, no es tanto la espectacularidad de lo que se observa como el hecho de saber lo que se está viendo. Y la verdad, nunca me canso de contemplar estas explosiones estelares que marcan el inicio del final de una estrella.

Y esta fue mi experiencia con IC4593.

Al día siguiente empecé a buscar información sobre esta planetaria, y la primera sorpresa fue ver la fotografía que le hizo en su día el Hubble:

Credit: NASA, ESA, and The Hubble Heritage Team (STScI/AURA)
Sin lugar a dudas, las fotografías de nebulosas planetarias hechas por el Hubble son un colofón perfecto a nuestras observaciones de aficionado.

IC4593 no fue descubierta hasta que en 1907, Williamina Paton Fleming la identificara revisando unas placas fotográficas tomadas con el refractor de 8” del Harvard College Observatory, en Cambridge (Massachusetts, Estados Unidos).

Presenta varias capas gaseosas que se superponen entre ellas y que envuelven a la estrella central que brilla con magnitud 11.

¿Magnitud 11 he dicho?, entonces, ¿por qué no la percibí claramente cuando observé la planetaria con mi SC de 235mm?

En principio, con esta magnitud y la abertura del telescopio, no me hubiera tenido que pasar desapercibida, pero así fue. Después de pensarlo un poco creo que lo que me pudo pasar fue que la fuerte turbulencia de la noche me impidió distinguirla de la nebulosa.

Aunque también podría ser posible que me jugara una mala pasado el curioso efecto que se da en este tipo de planetarias, y cuyo principal exponente es NGC6826, la nebulosa parpadeante en Cygnus.

El efecto al que me refiero es el que se produce cuando se las mira fijamente y aparece la estrella central de manera puntual, pero no llega a apreciarse la nebulosa. Sin embargo, cuando se utiliza la visión lateral, la estrella desaparece y la nebulosa hace acto de presencia como por arte de magia.

De todas maneras, sin descartar categóricamente el efecto parpadeante, me inclino más a pensar que la turbulencia atmosférica y el desconocimiento de lo que llega a ofrecer IC4593, fueron los verdaderos culpables de que no pudiera apreciarla como debiera.

Como comentaba al principio, ahora sé que tengo que volver a observarla, y esta vez, esperando a una noche con la atmósfera estable para poder cazar la estrella central.

IC4593 se encuentra a unos 3.400 años luz de distancia, brilla con magnitud 10,7 y presenta un diámetro de tan sólo unos 12”. Un buen reto para pequeños telescopios y un objetivo atractivo para mayores aberturas.

domingo, 10 de julio de 2016

Saturno la noche del 9 de julio de 2016

Así como la noche del 8 de julio de 2016 todo me vino de cara y pude disfrutar de una buena observación de Marte, la del 9 de julio fue todo lo contrario.

Animado por el éxito de la noche anterior, mi intención era fotografiar Júpiter lo antes posible antes que se acercara demasiado al horizonte y se viera afectado por las turbulencias. Después, el objetivo sería Saturno, la primera visita que le haría este año.

Pero como digo habitualmente, una cosa es lo que nos planificamos y luego lo que nos encontramos sobre el terreno.

Monto el Nexstar 5i en la terraza y veo que unas cuantas nubes dispersas, estratégicamente distribuidas en el cielo, cubren las tres estrellas que en ese momento tenía a vista desde mi terraza para alinear el telescopio.

Arcturo, tapada, Spica, tapada, Antares, tapada… y Marte y Júpiter, tapados. El resto de cielo despejado.

Empiezo a ponerme de mal humor.

Después de media hora veo como Arcturus aparece, luchando por atravesar con su brillo a la nube que permanece en su zona. Y por otro lado, Antares ha dejado atrás las brumas costeras que la tapaban. No pierdo el tiempo y dejo el telescopio alineado.

Lo que tengo claro es que esta noche no utilizaré la cámara ASI con los filtros. Las nubes probablemente no tendrán la gentileza de permitirme grabar los cuatro videos LRGB. Así que acoplo al telescopio la DBK21.

Júpiter queda descartado. Marte también. Sólo me queda Saturno, y al final, con él me quedo.

Esta es la mejor fotografía que he conseguido. Viendo cómo se ha presentado la noche, no puedo quejarme en absoluto.


AR: 16h 36m
Dec: -20º 18’

Constelación: Ophiuchus

Magnitud Aparente: 0,20
Tamaño Angular: 18”
Disco iluminado: 99,91%
Distancia desde la Tierra: 9,21 U.A.

sábado, 9 de julio de 2016

Marte la noche del 8 de julio de 2016

La paciencia es una de las virtudes del observador astronómico, y la constancia es otra.

Y observando desde Barcelona ciudad ambas son vitales.

Durante la oposición de Marte de este 2016 he intentado apuntar hacia él con mi SC de 127mm en varias ocasiones, pero por una u otra razón no había manera de poder disfrutarlo en condiciones. Cuando no eran las nubes, eran las fuertes turbulencias, o sencillamente, el no poder sacar el telescopio por cuestiones familiares.

Pero la noche el 8 de julio de 2016, después de cenar y de asomarme al balcón para intentar soportar mejor el fuerte calor, vi que la atmósfera, a pesar de la capa de polvo sahariano que nos ha llegado estos días, se mostraba bastante estable.

Por un lado se veía a Júpiter, cada vez más cercano al horizonte, acompañado por un pequeño corte de Luna (21%). Siguiendo la eclíptica, Marte, con un bonito color rojizo. Y algo más allá, Saturno luchaba por dejar atrás unos edificios que me tapan parte del cielo sur.

De los tres, Marte era el que me resultaba más atrayente, y no me hice rogar demasiado. En un momento tenía el telescopio alineado y el planeta en el ocular.

Además de tener suerte con la estabilidad atmosférica, también Marte quiso unirse a la fiesta mostrando una región de su superficie que permite a los telescopios de poca abertura distinguir algún detalle en ella.

Esta era la situación según la aplicación el Mars Profiler de Sky & Telescope:

Mars Profiler
Me dispuse a tomar una fotografía añadiendo la barlow x2 con la esperanza de que las condiciones favorables de la noche me permitieran sacar algo decente con el SC de 127mm. Para simplificar el trabajo, esta vez decidí utilizar mi antigua DBK en color en vez de la ASI, con la que tengo que utilizar los filtros LRGB para sacar la imagen final en color. Y el resultado me ha dejado francamente satisfecho:


Siempre me quejo de los inconvenientes con los que me enfrento a la hora de observar desde ciudad, pero cuando la noche viene de cara, es justo que lo reconozca. Disfruté enormemente de Marte, tanto a la hora de fotografiarlo como posteriormente observándolo visualmente.

Evidentemente, no es lo mismo la fotografía con lo que pude ver por el ocular, ni tampoco se puede comparar con la posibilidad de disponer de un telescopio de mayor abertura, pero mentiría si dijera que no he pasado un buen rato intentando exprimir al máximo lo que ofrecía el planeta a mi SC de 127mm.

Este es el dibujo que hice de lo que pude llegar a percibir de él:


El polo norte se apreciaba con bastante claridad, así como la zona de Mare Acidalium y Niliacus Lacus. Pero lo que más destacaba eran las sombras del sur formadas por Mare Erythraeum.

Aunque el dibujo pueda transmitir que resultaba fácil contrastar esas zonas, la verdad es que he estado un buen rato con el ojo pegado al ocular adaptando bien la vista y esperando momentos en los que la turbulencia atmosférica se mantuviera especialmente estable.

Me doy por satisfecho con la noche y me voy a dormir contento y relajado. Ahora cruzo los dedos para poder cazar la zona de Syrtis Major antes que el planeta quede fuera de mi alcance.

AR: 15h 21m
Dec: -21º 16’

Constelación: Libra

Magnitud Aparente: -1,23
Tamaño Angular: 15”
Disco iluminado: 91,43%
Distancia desde la Tierra: 0,61 U.A.

viernes, 1 de julio de 2016

IC4665 cúmulo abierto en Ophiuchus con el SC de 235mm

Cuando observé por primera vez IC4665 en la constelación de Ophiuchus con mi SC de 127mm pude comprobar que me encontraba ante un cúmulo abierto muy adecuado para telescopios pequeños. Y cuando subí la observación al blog, algunos compañeros de afición me comentaron que incluso, era mejor observarlo con prismáticos.

La noche del 16 de junio de 2016, revisando unos papeles recordé este cúmulo, pero curiosamente, no tenía a mano los prismáticos, sino nada menos que el SC de 235mm.

A pesar de todo, decidí echarle un vistazo y dibujarlo con esta abertura que a primera vista puede parecer tan poco adecuada.

Pero sólo en un primer momento, porqué nada más poner el ojo en el ocular empecé a disfrutar con este espectacular cúmulo abierto.


Extenso, muy extenso. Con una quincena de estrellas brillantes, de magnitud 6-7. Se encuentran bastante separadas entre sí, pero gracias a los cielos oscuros y la abertura del telescopio aparecen también un buen número de estrellas más débiles que ofrecen una vista ciertamente espectacular.

Sus colores blanco-azulados transmiten una gran serenidad.

Y esta vez, la doble STF2216, en el dibujo en la parte inferior, destaca del resto gracias a su belleza. Una potente principal de magnitud 8,0 acompañada a una cómoda distancia por la componente secundaria de una magnitud contrastada de 10,1. Con el SC de 235mm no me ha pasado desapercibida, tal como me ocurrió cuando observé el cúmulo con el SC de 127mm.

Acabo la observación pensando que me queda pendiente cazarlo y disfrutarlo con prismáticos, pero la verdad es que no me arrepiento de haber estado un rato con él con el SC de 235mm.

Y hasta que no vuelva a él, intentaré hacerme una idea de lo que me espera disfrutando  con esta imagen sacada de Aladin Lite:

Aladin Lite