viernes, 15 de enero de 2016

NGC821 - Galaxia en Aries

Cerca de la frontera que separa las constelaciones de Aries, Cetus y Pisces podemos encontrar NGC821, una galaxia bastante asequible a la que llegaremos partiendo de Xi1 Ceti, y dirigiéndonos a unos 2,4º al norte-noroeste de ella.

Carta generada con Cartes du Ciel

La noche del 9 al 10 de octubre de 2015 resultó espléndida. Cuando se disfrutan de cielos oscuros, se dispone de un telescopio de generosa abertura y las condiciones atmosféricas acompañan, a pesar del frío que puede llegar a pasarse, uno se encuentra con lo que es la esencia de la afición a la observación astronómica.

Había empezado con un asequible cúmulo abierto, M103, para seguir con una colección galáctica formada por M33, M31, M32, M110, M74, M77 y NGC7727. Decidí hacer un pequeño alto con otro cúmulo abierto muy agradecido, M34, antes de ir al objeto previsto para concluir la sesión de observación, la galaxia NGC821 en Aries.

Y resultó un buen colofón.

Venía de NGC7727, una galaxia de magnitud visual 10,8 y un tamaño de 4,7’x3,5’, que, aunque pasé un buen rato con ella, acabó dejándome un sabor agridulce viendo que no podía exprimirla todo lo que me hubiera gustado.

Sin embargo, sólo poner el ojo en el ocular una vez apunté hacia NGC821, a pesar de presentar una magnitud visual de 11,2 y una pequeña extensión de 2,6’x1,6’, quedé entusiasmado.



Puede que se debiera a la disposición de las dos estrellas más cercanas que la acompañan y que forman un atractivo triángulo, la más brillante de las cuales es HIP9964, que con su magnitud 9,3 y clase espectral G0 presenta un bonito contrapunto a la galaxia.

Puede que se debiera a que se necesitan unas condiciones favorables en cuanto a cielos oscuros y abertura del telescopio para poder percibir con las suficientes garantías a NGC821.

O puede que no exista una razón objetiva y sólo sea debido a un estado de ánimo determinado o a una percepción muy particular por mi parte. Pero en esto consiste la afición, vivir de manera personal la experiencia de observar lo que el cielo nos ofrece.

El caso es que ver en ese momento esa diminuta manchita blanquecina me llenó mucho más que la observación de NGC7727.

Pequeña, con forma ovalada, dando la sensación de querer pasar desapercibida cediendo todo el protagonismo a HIP9964. Muy coqueta y tímida, tanto que cuando he terminado de dibujarla, después de encender la linterna roja, al volver a poner el ojo en el ocular había desaparecido.

Un buen reto que ofrece una buena recompensa a nuestros esfuerzos por cazarla.

NGC821 fue descubierta en 1786 por William Herschel y está catalogada como elíptica de tipo E2. Recientes estimaciones indican que se encuentra a unos 78,2 millones de años luz de distancia.

Empiezo a recoger mientras veo cómo empieza a despuntar a la constelación de Orión sobre las montañas. Las noches de invierno se acercan.

Aladin Lite

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