martes, 31 de marzo de 2009

M48 - Cúmulo abierto en Hydra

Charles Messier observó este cúmulo abierto el 19 de febrero de 1771... pero... anotó mal las coordenadas y no era posible localizarlo. Posteriormente, por deducción a partir de sus anotaciones, se llegó a la conclusión de que el objeto que catalogó como M48, era el correspondiente a NGC 2548. Moraleja, debemos fijarnos cuando tomamos notas de nuestras observaciones...

Según unas fuentes, se encuentra a 1500 años luz de distancia, según otras a 2000 y tiene un tamaño angular de 54’.

Sea como sea, la noche del 13 de abril del 2008, con un seeing de 3/5 y con unas nubes amenazadoras que acabarían tapándome el cielo, después de observar un rato la Luna, a las 19h 44m T.U. apunté el telescopio hacia M48 y empecé a dibujar lo que veía a 69x:


Es un cúmulo abierto bastante disperso. No destaca ninguna componente en particular, pero por el contrario, hay un gran número de estrellas de magnitudes similares (alrededor de magnitud 9-11) que proporcionan una visión del cúmulo muy equilibrada.

Tal vez destacaría tres zonas:

-Una central donde destacan cuatro estrellas de magnitud 8-9 que forman un paralelogramo.

-En la parte superior izquierda, hay otras cuatro estrellas que me recuerdan el trapecio característico de la constelación de Hércules.

-Una zona en la parte derecha vacía de estrellas brillantes.

No sé en qué grado la luz de la Luna (estaba al 61%) me afectó a la hora de ver más componentes de este cúmulo, por lo que estaría bien observarlo en mejores condiciones. A pesar de ello, es destacable que dibujé una cuarentena de estrellas de este bonito y asequible cúmulo abierto de la constelación de Hydra.

Por cierto, mientras estaba observando y dibujando me pasó partiendo por la mitad el cúmulo un satélite artificial, que por razones estéticas no dibujé...

lunes, 30 de marzo de 2009

Zeta Cnc - Tegmine - Un sistema triple exigente

El 18 de marzo de 2007 observé por primera vez la doble/tripe Zeta Cancri, también conocida como Tegmine o STF1196 . Una estrella que representa un desafío en toda regla para la abertura de mi telescopio, y es muy exigente con las condiciones de observación de la noche. Si no son excelentes, no hay nada que hacer, no puedo desdoblar las componentes A/B.

En este primer intento las condiciones de observación que anoté eran buenas, un seeing de 4/5 (siendo 5 excelente), y todo hacía pensar que tendría éxito. Sin embargo, en aquella época todavía no había adquirido mi ocular Kasai ortoscópico de 5mm, ocular que me proporciona 250x, muy cerca del límite teórico de mi telescopio. Los máximos aumentos que podía poner eran los 208,33x que me daban mi ocular de 6 mm. Pues bien, lo único que pude apreciar fue un ligero alargamiento de la componente principal y nada de desdoblarla.

Pero si una cosa he aprendido en estos años, es que a veces, lo que no se ve una noche, si se puede ver en otra. Así que el 26 de marzo pasado, viendo las excelentes condiciones de la noche (Seeing 4-5/5) y armado de mi ocular de 5mm, decidí dar otra oportunidad a Tegmine.

Estas son las anotaciones que hice durante la observación:

Tegmine es una doble/triple para dejarse la vista. Como consejo general diría que antes de empezar a observarla vale la pena encomendarse a Sta. Lucía (“Que Sta. Lucía nos conserve la vista”) patrona de las modistas... y no estaría mal que los astrónomos aficionados la adoptáramos también como patrona.

A 50x la desdoblo perfectamente como una espectacular doble, con una componente principal blanca y una secundaria con cierta tonalidad amarillenta.

Pero sabiendo que la componente A tiene una compañera a 0,9” (más tarde leo que actualmente se encuentra a 1,04”), pongo los 208x. Muy conservador por mi parte, ya que con estos aumentos, aparte de separar considerablemente la componente C y de provocar al seeing, no consigo desdoblar la A/B.

Pero como la noche acompaña, decidido, pongo los 250x... y aquí es donde Sta. Lucía entra en acción. Y con paciencia, esperando momentos de serenidad atmosférica, puedo proclamar orgullosamente que la he podido desdoblar. La dibujo tal cual la veo a 250x. Una pasada. Dudo que a lo largo del año puedan haber más de dos noches en las que pueda realizar esta gesta.

Esa noche disfrute como nunca.

Este es el boceto que he hecho de Tegmine ayudado por el Photoshop:


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Muchas veces no es tanto lo que se ve a través del telescopio, como saber y comprender lo que se está viendo. En el caso de Tegmine, con mi modesto telescopio de 127mm he podido ver tres componentes. La pareja AB, que tanto me ha costado desdoblar, son dos estrellas con una masa de 1,1 y 1,0 masas solares (practicamente igual a la masa de nuestro Sol) y tienen un periodo orbital de 59,5 años.

Y a 5,9” he podido ver claramente la tercera componente. Pero hay mucho más que esto. Durante mucho tiempo se sospechó que C tenía una compañera, y finalmente, pudo confirmarse visualmente su existencia. C y D tienen 0,99 y 0,93 masas solares y un periodo orbital de unos 17 años. El problema es que tienen una separación de 0,3”.

Las últimas investigaciones han concluido que la componente D, lo más problable es que tenga otra compañera, por lo que estaríamos ante un sistema de no sólo tres componentes, sino de cuatro... o cinco... o más.

Imaginemos por un momento que nuestro planeta Tierra no se encuentra donde está, si no que se encuentra orbitando a 83 años luz alrededor de Tegmine... junto a cuatro cuerpos estelares más...

domingo, 29 de marzo de 2009

"Leaping Minnow", asterismo en Auriga

La constelación de Auriga guarda un buen número de cúmulos abiertos realmente espectaculares, como son M36, M37, M38, NGC1778, NGC1893... pero también esconde un asterismo peculiar, el “Leaping Minnow” o Pececillo Saltarín, formado por cinco, o seis estrellas, dependiendo de con qué se observe.

Este es el dibujo que hice con el Nexstar 5i de 127mm a 50x:



Se encuentra en las coordenadas:

RA: 05h 19,0m
Dec: +33º 40’

Y está formado por las siguientes estrellas (estás son las que he dibujado a 50x):

16 Aur – Mag. 4,53; Espectro K2 III; Distancia: 235 años luz.
17 Aur – Mag. 6,12; Espectro B9 V; Distancia: 398 años luz.
HIP24799 – Mag. 5,37; Espectro B5 V; Distancia: 450 años luz.
18 Aur – Mag. 6,46; Espectro A8 V; Distancia: 235 años luz.
19 Aur – Mag. 5,03; Espectro F2 Ib; Distancia: 3106 años luz.

Si se observa con prismáticos también podremos incluir en el campo a:

14 Aur – Mag. 5,00; Espectro A7V; Distancia: 270 años luz.

Estas estrellas más brillantes que forman el asterismo se encuentran acompañadas por un gran número de estrellas más débiles, entre la magnitud 7 y la 10, que aportan gran espectacularidad al conjunto. Es sensacional a pocos aumentos.

También destaca una pequeña joya en medio del asterismo, la estrella doble ES 59 (RA: 05h 18,7m / Dec: +33º 31’) con magnitudes 8,46 / 9,59, una separación asequible de 13,8” y un AP de 10º. La principal la veo amarillenta, y la secundaria azulada.

Aprovechando la visita al asterismo vale la pena echar una mirada al cúmulo abierto NGC1893, que se encuentra a aproximadamente 1º de distancia.

sábado, 28 de marzo de 2009

NGC1893 + IC410 Cúmulo abierto asociado a nebulosidad

Aprovechando la noche de excepcionales condiciones de observación que disfruté el 26-3, decidí apartarme por un momento de los objetos Messier y echar un vistazo a NGC1893, un cúmulo abierto en la constelación de Auriga que se encuentra a unos 10.700 años luz de distancia y que aparece asociado a la nebulosidad de IC410.

Este es el dibujo que hice con el Nexstar 5i (127mm) a 50x:



Al ser un cúmulo abierto con nebolusidad, para dibujarlo, como siempre en estos casos, primero he dibujado el cúmulo, y después he añadido el filtro UHC para dibujar la nebulosidad.

Realmente, son necesarios cielos más oscuros que los míos para apreciar mejor la nebulosa, pero esta noche, he de reconocer que he podido sacarle mucho partido.

El cúmulo se me presenta con cuatro estrellas alrededor de la 9 magnitud, entre blancuzcas y azuladas, rodeadas por una veintena... o más estrellas, más débiles (mg. 10-12). Estas cuatro estrellas tienen una disposición en forma de estrella de tres puntas, estando en el centro la cuarta, acompañada por una “doble” que no puedo acabar de identificar. Lo más curioso es que la estrella de la “punta” superior, está semi-rodeada por seis o siete estrellas débiles que me recuerdan la forma de la constelación de la Corona Boreal.

Ya fuera del cúmulo, pero en el mismo campo del ocular de 25mm (50x), en la parte izquierda del dibujo, se puede disfrutar de una estrella triple espectacular: STF 687, que presenta las siguientes credenciales:

RA: 05h 22m
DEC: +33º 48’
mg. 8,69 / 9,77 / 10,22
Sep. 16,8” / 48,40”
AP: 69º / 154º

La principal la veo azul, la componente B amarillenta, y la C azulada. Una triple apta para pequeños telescopios y muy bonita.

En la parte inferior se ve otra doble (STI2094 – Catálogo de J. Stein), no tan espectacular como la anterior, pero lo suficientemente distinguida como para merecer la dedicación de un rato de nuestra atención:

RA: 05h 21m
DEC: +33º 23’
mg. 8,87 / 9,55
Sep. 14,5”
AP: 213º

Las dos dobles parecen escoltar el cúmulo abierto.

A continuación coloco el filtro UHC para probar de observar la nebulosidad. Y aquí empieza el sufrimiento. Después de un buen rato, de ir cerrando los ojos, de ir descansando la vista, y vuelta a empezar... al final adivino cierta nebulosidad rodeando las cuatro estrellas principales.

En conclusión: un buen cúmulo abierto asociado a nebulosidad que necesita buenas condiciones de observación, pero que resulta muy agradecido.

Por cierto, NGC1893 esconde otra sorpresa por sus alrededores: un atractivo y fácil asterismo, el conocido como “Leaping Minnow”. Pero esto merece un tema aparte...

jueves, 26 de marzo de 2009

Primer dibujo de Saturno

No soy muy aficionado a dibujar planetas, pero el miércoles 18 de marzo estaba echándole un rápido vistazo a Saturno (los días laborables no puedo recrearme demasiado en la observación) y en un momento de arrebato decidí esbozar mi primer dibujo serio del planeta.

El problema es que con “solo” 127mm de abertura, no es que se puedan apreciar demasiados detalles, pero en fin, la idea era pasar un buen rato y, sinceramente, pude cumplir el objetivo.

Aquí dejo el dibujo con algún retoque hecho con el Photoshop:


En un principio me cuesta ver como pasa el anillo por delante del planeta, pero una vez adapto la vista a la oscuridad, lo veo relativamente bien. De los anillos, justo al tocar el planeta, aprecio dos “agujeritos” negros, prácticamente como dos puntitos, una cosa muy fina, igual que los anillos, que se muestran impresionantemente planos. Me da la sensación de estar viendo unas alas de avión.

Veo el planeta con un tono ocre claro, y tanto en la parte superior de los anillos como en la inferior, noto unas zonas más oscuras, como si fuesen bandas, muy ténues... como si fueran las de Júpiter... pero claro, ni punto de comparación. De todas formas, ahí están.

En cuanto a los satélites, soy capaz de distinguir perfectamente Iapetus (mag. 10,97), Titan (8,21) y Rhea ( 9,58). Debería haber podido ver Dione, pero supongo que debido a su proximidad al planeta, el brillo de éste, evita que pueda contrastarlo.

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En la observación de Saturno del día 18 de marzo, quedé un poco escamado después de no haber visto Dione. Así que el 21 de marzo, después de haber dibujado M41 y M93 y teniendo la vista completamente adaptada a la oscuridad, decido dar otro vistazo a Saturno y sus satélites.

Aquí dejo el dibujo:


Hoy, debido a que tenía unas mejores condiciones de observación, he visto a Saturno de una manera espléndida. He visto las bandas claramente (cosa que hasta ahora no había hecho nunca, como mucho, el 18 pude llegar a intuirlas). El anillo atravesando el planeta, los dos puntitos oscuros entre los anillos y el propio Saturno... en fin, una maravilla. Hasta he podido llegar a poner 250x, y por momentos, cuando se calmaba la atmósfera, se veía genial.

Y en cuanto a los satélites, hoy he sido capaz de distinguir perfectamente Iapetus (mag. 10,97), Titan (8,21), Rhea ( 9,58) i Dione (10,29). En este sentido, prueba superada. Aunque Rhea, me ha dado algún que otro problema, supongo que por lo mismo que Dione el otro día: la proximidad al planeta.

Pero no todo han sido éxitos. Cuando compruebo qué satélites he podido observar, veo que al lado de Rhea se encontraba... Tethys, con magnitud 10,09, por lo cual... también lo hubiera tenido que haber visto... pero no lo he hecho.

Moraleja: Hay que planificarse mejor las observaciones. La próxima vez me imprimiré una carta con la situación de las lunas antes de hacer la observación, a ver si así no se me escapa ningún satélite.

miércoles, 25 de marzo de 2009

M93 - Cúmulo abierto en Puppis

M93 es un cúmulo abierto que se encuentra a unos 3.600 años luz en la constelación de Puppis. Por mucho que lo intento, estas distancias se escapan a la capacidad de mi imaginación y al final siempre acabo pensando: sí, lo he entendido, realmente está muy lejos.


Pero bueno, centrémonos en la observación de M93, un cúmulo realmente bonito que ofrece una visión muy atractiva. Después de probar diferentes aumentos he decidido hacer el dibujo a 69x… y, lamentablemente, seguro que me he dejado alguna estrella, pero es normal ante esta preciosidad de cúmulo abierto.

Es pequeño, compacto, muy poblado, con dos estrellas “brillantes” en medio del ocular y un gran número de estrellas débiles titilando de tal manera que parecen flotar sobre ellas. La gran mayoría las veo con un tono azulado, aunque puedo distinguir también estrellas amarillentas y rojizas.

Muchos observadores han visto en la disposición de sus componentes una punta de flecha, un pez, una mariposa, una estrella de mar… sinceramente, a mi no se me ocurrió nada similar, pero lo que sí me llamó la atención, como he comentado, fueron las dos estrellas brillantes, TYC6540-4176-1, de magnitud 8,34 y HIP 37729, de 8,15 y de clase espectral K3, es decir, con un tono rojizo; y sobre ellas un buen puñado de puntitos titilantes que me recordaron las brasas de un buen fuego.

En conclusión, la palabra que lo resume todo es “espléndido”. Si observándolo desde un lugar con cierta contaminación lumínica como es mi caso, he disfrutado tanto, desde un lugar oscuro puede ser de cine.

M41 - Cúmulo abierto en Canis Major

Esta observación la hice el pasado 21 de marzo con mi Celestron Nexstar 5i en una noche despejada, sin Luna, mucho frío y desde un lugar con una contaminación lumínica moderada. El seeing era de 3/5 (Siendo 5 inmejorable).

Aquí está el dibujo que hice de M41:



M41 es un cúmulo abierto que se encuentra a unos 2.300 años luz en la constelación de Canis Major. Popularmente es conocido como “Little Beehive”, (la Pequeña Colmena) al ser comparado en cierta manera con M44.

Y estos son los comentarios e impresiones que anoté durante la observación:

Acostumbrado como estoy a ver M41 con prismáticos, ya que es un objeto fácilmente localizable a partir de la estrella Sirius, me deja un poco descolocado observarlo a través del telescopio. He probado diferentes aumentos y considero que, para mis condiciones, lo ideal es utilizar los 50x. Con 69x parece que tenga un cúmulo abierto delante mismo de mis narices...

No está compuesto por estrellas extremadamente brillantes, pero sí que resaltan una docena, alrededor de la magnitud 7, que permiten ver el cúmulo desde un lugar con cierta contaminación lumínica como es mi caso. De todas formas, el panorama de conjunto es magnífico. Veo muchas estrellas de color metálico, algunas con tonos amarillentos y un par de estrellas rojizas (una de ellas en el mismo centro del ocular).

Uno de los alicientes de observar y dibujar cúmulos abiertos es que se puede llegar a disfrutar enormemente creando correlaciones estelares entre sus componentes, y M41, en este sentido da mucho juego. Las que más me han gustado han sido las que he dibujado a la izquierda del campo del ocular de 25mm.

A la derecha veo una estrella que destaca en brillo por encima de todas las otras. Más tarde leo que se trata de 12 CMa, de magnitud 6,06 y que no pertenece físicamente la cúmulo, aunque a decir verdad, a nivel visual queda realmente espectacular.

En definitiva, un bonito cúmulo que merece la pena ser visto a través de unos prismáticos, para después navegar a través de sus estrellas con el telescopio y completar así una buena sesión de observación.

sábado, 21 de marzo de 2009

M50 - Cúmulo abierto en Monoceros


A pesar que los cúmulos abiertos soportan mejor la contaminación lumínica que las galaxias y las nebulosas, en el caso de M50 me ha quedado la impresión de no haber podido sacarle todo el jugo a su observación por culpa de no disfrutar de unos cielos un poco más oscuros. Pero no se puede hacer otra cosa que adaptarse a las condiciones de observación que se tengan en cada momento.

M50 es un cúmulo abierto situado en la constelación de Monoceros y se encuentra a unos 3.000 años luz de distancia.

Su observación, que hice el pasado 18 de marzo, fue un poco decepcionante. Después de documentarme un poco sobre este cúmulo abierto y comprobar que casi todo el mundo lo encontraba espectacular, comencé la noche con la esperanza de encontrar una verdadera joya, pero como he comentado, supongo que necesito cielos más oscuros para verlo en todo su esplendor, ya que está compuesto por un gran número de estrellas de la magnitud 9,7 hasta la 11,5. Yo sólo pude ver las más brillantes.

M50 me ocupaba casi todo el campo del ocular de 25mm (50x), eso sí, muy disperso y con estrellas no excesivamente brillantes. Al final decidí dibujarlo a 31,25x para tener un poco más de perspectiva.

Destaca la estrella rojiza HIP33959 (Espectro M3) de magnitud 7,81 en el centro, mientras que la poco más de veintena de estrellas que puedo apreciar a su alrededor son azuladas y blancuzcas. Al tener estas estrellas más brillantes muy dispersas, produce una sensación anárquica, sin armonía alguna. Sólo destaca la estrella rojiza que he comentado y dos o tres tríadas de estrellas.

Como he comentado al principio, me ha quedado la impresión que este cúmulo puede ofrecer mucho más, así que me dejo anotado en la agenda observarlo desde un lugar más oscuro en la primera ocasión que tenga.

miércoles, 18 de marzo de 2009

NGC2903 - Galaxia asequible en Leo

Para la observación de galaxias es imprescindible disponer de unos cielos con poca o nula contaminación lumínica. Es una pena, pero yo sólo puedo disponer de ellos muy pocas veces a lo largo del año, por lo que siempre que tengo ocasión, aprovecho para hacer un tour galáctico.

A 1º 28’ al sur de Alterf (Lambda Leonis), en la constelación de Leo, encontramos la galaxia NGC 2903, una muestra viviente que no sólo de messiers vive el astrónomo aficionado. Según James O’Meara, en su libro “Hidden Treasures”, puede ser observada desde un lugar oscuro con prismáticos 7x50, aunque este extremo no lo he comprobado, de ser cierto, cualquier pequeño telescopio serviría.

Es una galaxia espiral barrada descubierta por W. Herschel el 16 de noviembre de 1784 que se encuentra a 20 millones de años luz de nosotros, presenta una magnitud aparente de 9,00 y abarca 13 arcmin. Se puede observar desde un lugar con moderada contaminación lumínica y con un telescopio modesto como el mío (SC Celestron Nexstar 5i - 127mm). La noche del sábado 8-3-08, la pude localizar fácilmente con el ocular de 25mm (50x), pero como mejor la vi fue con el de 18mm (69,44x). Dejo aquí el dibujo que hice:



Pude ver una galaxia alargada, con un núcleo brillante (también alargado) y unos contornos difuminados de un tamaño más que respetable. Muchas galaxias messier no las he visto tan bonitas como NGC 2903.

lunes, 16 de marzo de 2009

Alpha CVn - Cor Caroli - STF1692

El pasado domingo, 15 de marzo, estuve observando unas cuantas estrellas dobles en la constelación de Canes Venatici, y de entre ellas me llamó especialmente la atención Cor Caroli.

Pude observar una componente principal muy brillante, de un amarillo pálido, con una secundaria azul claro que aguanta perfectamente el fulgor de la principal.

Las tonalidades son muy tenues. A 50x ya se desdoblaba perfectamente, y en el mismo campo aparece la doble STF1709 (mag. 8,0/8,5; sep. 35"), mucho más débil, pero que proporciona una buena compañía.

Pongo los 69x y mantiene todo su encanto... y no es necesario ponerle más aumentos. En definitiva, una bonita doble ideal para pequeños telescopios.

Curiosamente, leo más tarde que las dos componentes de Cor Caroli son blancas, pero debido a la peculiar composición de la componente principal, a veces se aprecian diferentes tonalidades claras de color, y difícilmente he encontrado dos observadores que coincidan en la apreciación de los colores. Un aliciente más para su observación.

Pongo aquí el dibujo de lo que pude apreciar esa noche:

domingo, 15 de marzo de 2009

Proclus, Messier, Messier A y Censorinus


Durante la Luna Llena, o en la noche anterior o posterior, resulta complicada la observación de nuestro satélite, ya que la excesiva luz que refleja evita que sus formaciones se muestren con el suficiente contraste como para resultar atractivas.
Sin embargo, el pasado 8 de marzo, con la Luna iluminada al 93,6%, pude disfrutar de una sesión de observación realmente espectacular. Me centré en cuatro cráteres relativamente cercanos: Proclus, Messier, Messier A y Censorinus.

El cráter Proclus, situado entre el Mare Crisium y el Mare Tranquilitatis, es uno de los cráteres más brillantes de la Luna. Su forma es pentagonal y tiene un diámetro de 28 km. Lo más destacable de este cráter, aparte de su brillo, es su sistema de rayos en forma de abanico; sistema de rayos en forma asimétrica que son un claro ejemplo de lo que es un cráter formado por un impacto oblícuo.

En el Mare Fecunditatis encontramos a Messier y Messier A (12 y 13 km. de diámetro respectivamente), dos cráteres que, se supone, fueron fruto de un impacto oblícuo en un ángulo de no más de 5º, producido por un solo cuerpo. Sus radiaciones son claras y se extienden en línea recta a lo largo de unos 100 km. Realmente muy llamativos.

Y por último, en la orilla del Mare Tranquilitatis, encontramos el Cráter Censorinus. Un cráter con un diámetro de 3,8 km. que en condiciones normales no puedo distinguir con mi telescopio. Sin embargo, cuando los rayos del Sol se reflejan sobre él con toda su potencia, el brillo de su eyecta destaca espectacularmente.

Estos cuatro cráteres se formaron durante el llamado Período Copernicano, que abarca desde hace 1.000 millones de años hasta la actualidad y son el testimonio de un pasado convulso de nuestro Sistema Solar. Observándolos en el plenilunio o cerca de él, no podemos por menos que estremecernos al imaginar la historia que esconden detrás de la belleza que nos regalan en la actualidad.

Por cierto, la foto la hice con la cámara DBK21AU04.AS y mi telescopio de 127mm.

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Actualización de la entrada

El 26 de junio de 2015 tuve ocasión de volver a disfrutar de estos cuatro cráteres lunares y pude hacer una foto con el SC de 127mm y la cámara ASI120MM:




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viernes, 13 de marzo de 2009

M47 - Cúmulo abierto en Puppis

M47, un cúmulo abierto en la constelación de Puppis que se calcula se encuentra a unos 1.600 años luz de nosotros, me proporcionó una buena hora de observación el pasado 20 de febrero.

Aquí dejo el dibujo que hice con el SC de 127mm a 50x, con un seeing de 3/5, mucha humedad y a 5ºC:


M47 es un cúmulo abierto realmente extenso, ya que me ocupa prácticamente la totalidad del campo del ocular de 25mm (50x). Cuento unas cuarenta estrellas, no excesivamente brillantes. Casi todas, por no decir todas, las veo de un color azul metálico muy noble.

Destacan sobretodo unas cinco o seis estrellas bastante brillantes, calculo alrededor de la 6-7 magnitud. (Después leo que precisamente, estas estrellas más brillantes no corresponden físicamente al cúmulo, pero de todas maneras, a nivel visual, que es lo que me importa en ese momento, hacen que el cúmulo se convierta en una maravilla).

Fuera del campo del ocular destaca una estrella anaranjada muy brillante, HIP36773, una variable de magnitud media de 4,81. Vale la pena desplazar por un momento el telescopio para disfrutar de su brillo rojizo.

Pero vuelvo a centrarme en el cúmulo. En un primer vistazo me llaman la atención cinco estrellas, hacia la parte superior derecha del dibujo, que forman la típica figura del número cinco en un dado, siendo uno de sus extremos la doble STF 1121. Una preciosidad de dos componentes gemelos de magnitud 7 con una separación de 7,4”. Para disfrutar un buen rato

A su izquierda, un poco más abajo veo la que parece ser la estrella más brillante del conjunto HIP 36981, que también resulta ser doble (STF 1120, para los amigos). Tiene un mayor contraste de brillo (5,7-9,6) y una separación de 19”. También muy bonita.

También comentar que por la zona central e inferior se presentan dos tríadas de estrellas, que dan mayor prestancia, si cabe, al cúmulo.

Y una curiosidad. En la parte inferior veo cinco estrellas que automáticamente bautizo como la “Mini Cassiopeia” ya que me recuerdan el asterismo típico de esta constelación.

De paso, se puede visitar M46 y NGC 2423, que se encuentran por los alrededores, pero lamentablemente, mis cielos no permiten un gran lucimiento a estos cúmulos. En otra ocasión será.


Esta es una foto rápida de M47 con el SC de 127mm a foco primario con una Nikon D70S. Como se puede ver, la foto no es demasiado buena, pero me sirve para compararlo con mi dibujo y así ir puliendo defectos en el futuro. La foto la he invertido en horizontal para que coincida con lo que veía yo con el SC y la diagonal.

domingo, 8 de marzo de 2009

M42 - La Nebulosa de Orión junto M43

En los meses de invierno podemos disfrutar de una de las vistas más atractivas e impactantes de las que podemos ver con nuestros telescopios: La Nebulosa de Orión.

El pasado 24 de diciembre pude disfrutar de una noche con unas condiciones casi perfectas de observación. El seeing rondaba 4/5 (siendo 5, excelente), no había ni una nube en el cielo y la Luna no estaba presente. Además, estuve observando en el campo, con una contaminación lumínica casi inexistente. En definitiva, dudo que mi SC de 127mm pueda darme un mejor rendimiento que en esa noche. La única pega es que rondábamos los 2º C de temperatura.

Para los que no lo sepan, haré un pequeño inciso: observar a través del telescopio desde un lugar con contaminación lumínica no puede compararse en absoluto con hacerlo desde un lugar realmente oscuro.

Poco puedo decir de M42 (y de M43, que se encuentra al lado) que no esté bien documentado en los libros o en otros sitios de internet. Viendo una foto de M42, no podemos por menos que maravillarnos, pero, hay que tener en cuenta que a través del telescopio nunca veremos esos colorines que aparecen en las fotografías.

Más bien veremos algo como esto:

M42 es un nebulosa de emisión que podemos ver gracias a la luz que emiten las estrellas del Trapecio. Estas cuatro estrellas centrales son las más brillantes en esa zona, pero con un telescopio con suficiente abertura, pueden llegar a identificarse unas cuantas más. Yo, con mi telescopio, puedo teóricamente llegar a ver 6 componentes, pero hasta ahora sólo he tenido ocasión de ver 5:

M43 es también una nebulosa de emisión que se encuentra canibalizada por su espectacular compañera, M42.

La Nebulosa de Orión se encuentra a unos 1.500 años luz de distancia y su diámetro lineal es de 30 años luz... una barbaridad. Es tan bonita y es tan emocionante verla a través del telescopio que cualquier descripción o explicación que pueda hacer aquí sobra.

El dibujo, es uno de los más complicados que he hecho hasta el momento, y lo hice alternando la observación con y sin un filtro UHC. Si he de ser sincero, no hace honor a lo que se ve a través del telescopio en una buena noche, pero soy incapaz de hacerlo mejor... Por lo que, si se tiene ocasión, no hay que desperdiciar la oportunidad de ver este nido de estrellas en directo.

sábado, 7 de marzo de 2009

Cómo empezar a ser un astrónomo aficionado: Libros

Sin miedo a equivocarme, diría que un altísimo porcentaje de astrónomos aficionados empezaron su andadura en alguna clara noche de verano, en el campo, bajo un manto sin igual de estrellas y viendo cómo atravesaba el cielo nuestra Vía Láctea... ese "camino" blanquecino que nos llamó especialmente la atención.

No puedo imaginarme ninguna situación mejor en la que seamos capaces de volver a ponernos en comunión con la Naturaleza y nos replanteemos nuestra propia existencia.

Después de una experiencia como esta, se puede volver al día a día de nuestra vida cotidiana... o empezar a interesarnos sobre lo que hay ahí arriba.

Supongamos que optamos por la segunda opción, ¿por dónde empezar?.

Yo aconsejaría en un primer momento investigar por internet y acceder a webs especializadas en el tema. Hay información, muchísima información. Tal vez demasiada. Razón por la cual, tal vez sería mejor volver a las prácticas de antaño. No nos engañemos, nada puede sustituir a un buen libro.

La afición a la astronomía es un hobby que puede ser muy barato, pero que puede llegar a convertirse en un pozo sin fondo. Por ello, en mi opinión, lo mejor es ir por pasos y poco a poco.

Con unos prismáticos 10x50, un planisferio y un libro de iniciación, ya podemos "catar" la afición y decidir, con una mínima inversión económica, si esto es lo nuestro, o no. En el peor de los casos, siempre nos quedarán unos prismáticos ideales para llevar en las excursiones, o a los conciertos, o utilizarlos para disfrutar de la naturaleza en general.


En mi caso, mi primera aproximación fueron un planisferio promocional de una empresa de transportes (pero que se pueden adquirir en cualquier tienda especializada). Y el software gratuito siguiente:

Cartes du Ciel
Stellarium

Unos prismáticos Meade 10x50 comprados por 20,00 Euros en la cadena de supermercados Lidl y el siguiente libro:

"Guía del cielo Nocturno. Astronomía"; Burnham, Dyer y Kanipe; Ed. Blume. ISBN: 84-807-6413-9

Un libro muy recomendable para todo aquél que empieza. Esta pequeña guía se compone de dos partes. En la primera, "Descubrir el Universo", presenta de manera amena un compendio de la historia de la astronomía, describe los cuerpos celestes principales, aconseja sobre la elección de los instrumentos adecuados para observar el cielo y sugerencias y consejos de observación.

En la segunda parte, "Guía de los objetos celestes", ofrece una guía de campo para la observación. Incluye mapas, recorridos guiados y apartados dedicados al Sol, la Luna, los planetas, las estrellas, nebulosas y galaxias.

Lo recomiendo con conocimiento de causa...: fue mi primer libro sobre astronomía (miento, de hecho el primero fue "Cosmos" de Carl Sagan, pero bueno, ya se entiende mi intención).

Para exprimir al máximo los prismáticos es muy aconsejable que nos desplacemos a un lugar oscuro, sin contaminación lumínica y en una noche sin Luna. Y para saber qué podemos mirar con ellos nada mejor que este enlace a un pdf elaborado por la IFAS:

IFAS Binocular Handbook

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Una vez vemos que estamos realmente entusiasmados con la astronomía lo más probable es que nos decidamos a comprar nuestro primer telescopio.

En otra entrada intentaré hablar sobre este tema tan complicado, y crucial para el crecimiento de nuestra afición. De momento sólo indicaré que hay que evitar a toda costa comprar de manera compulsiva.

Debemos informarnos sobre los distintos telescopios que existen, debemos pararnos a pensar qué nos atrae más de la afición (aunque no nos engañemos, al principio la respuesta es Todo, pero con el tiempo veremos que el tema no es tan simple), debemos ver cuáles son nuestras condiciones personales en cuanto disponibilidad de un lugar de observación adecuado, o medios para desplazarse a uno... y por último, tal vez el más importante: nuestro presupuesto.

Con el telescopio ya en nuestro poder llega el momento de ampliar nuestra biblioteca temática. Para ello, recomiendo tres libros más:


"Descubrir la Luna"; Lacroux, Legrand; Ed. Larousse; ISBN: 84-8332-548-9

Cuando empezamos, no resulta fácil movernos por el cielo. Con el tiempo y la experiencia todo mejora, pero hasta que esto llegue, la Luna se convierte en una compañera fiel que nos ofrece vistas espectaculares en todo momento. Para saber qué mirar, cómo hacerlo y qué es lo que estamos viendo, este libro resulta indispensable. Ofrece 14 sesiones guiadas de observación desde la Luna Nueva a la Luna Llena, describiendo los cráteres, mares y montañas que podremos ver en cada momento. Además incluye un mapa de la Luna portable y muy útil.

Por cierto, internet nos permite utilizar gratuitamente otro progama que nos será de gran ayuda:

Virtual Moon Atlas

El siguiente libro es:

"Guía de Campo de las Constelaciones"; Pedro Arranz; Ed. Equipo Sirius; ISBN: 84-95495-40-6

Yo considero este libro uno de los mejores de su categoría. Por una parte, presenta una explicación clara y comprensible para todos, de los diferentes conceptos astronómicos, que con el tiempo nos llegarán a resultar muy familiares, pero que en un principio pueden resultar, digamos, desconcertantes. Y por otra parte, siendo el cuerpo central del libro, enumera y comenta constelación a constelación las estrellas dobles, las variables, los cúmulos abiertos abiertos, los cúmulos globulares y las galaxias que podemos observar en ellas con un telescopio de aficionado.

Y para finalizar, lo que muchos observadores consideramos como la "biblia" del astrónomo aficionado:

"Guía del Firmamento"; José Luis Comellas; Ed. Rialp; ISBN: 84-321-1976-8

Una excelente guía a través de los cielos con una narración entrañable que transmite esas emociones que sentimos tan propias cuando ya hemos mirado en varias ocasiones a través de un telescopio. Para planificar observaciones, es una fuente de información de valor incalculable.

Puede considerarse un libro un poco caro, pero sinceramente, es un dinero muy bien invertido.

En conclusión, con estos libros y el apoyo de foros de astronomía en internet, podemos sentar unas sólidas bases para nuestra bonita afición.

Nota final: Para cuando decidamos que realmente queremos un telescopio:

http://laorilladelcosmos.blogspot.com.es/2014/11/guia-para-comprar-nuestro-primer.html

jueves, 5 de marzo de 2009

M67 - Iniciación al dibujo astronómico

Después de leer unos cuantos libros de iniciación a la astronomía y estar unos cuantos meses escrutando el cielo con unos prismáticos 10x50, decidí comprarme un telescopio. El proceso de elección no fue nada sencillo, y sobre él comentaré algo en una futura entrada. Ahora me gustaría explicar cómo me aficioné a dibujar los objetos que veía a través del telescopio.

Lo primero que hice cuando tuve el telescopio en mis manos fue querer ver el máximo número de objetos posible: apuntaba a M42, apuntaba a M44, luego a Sigma Orionis, a M35... observaba unos minutos, y a continuar la caza. No me preparaba buscando información sobre los objetos que iba a ver en una sesión de observación, ni tomaba notas acerca de mis impresiones, nada de nada.

Al cabo de un tiempo, y de empaparme de información que encontraba por internet o por los libros o revistas que me compraba, me planteé empezar un cuaderno de observación donde anotar lo que veía en el ocular, las sensaciones que me producía y ser un poco más metódico en mis observaciones nocturnas.


Al mismo tiempo viendo las maravillosas fotos que hacen muchos aficionados y que publican por los foros de astronomía y por las revistas especializadas, me planteé hacer unos pinitos con la fotografía astronómica. Es un poco vergonzoso explicarlo, pero los resultados (aparte de fotos a la Luna y a los planetas) fueron bastante decepcionantes.


Veía que mis cuadernos de observación iban tomando forma, pero me quedaba con las ganas de plasmar gráficamente aquéllo que explicaba con palabras. Así fue cuando me acerqué al asequible mundo del dibujo astronómico.Mi primera intentona fue bastante mediocre, pero quiero exponerla aquí para animar a aquéllos que empiezan y ponen como excusa que no tienen talento para no lanzarse a dibujar lo que ven a través del ocular.


Fue un dibujo de M67, un cúmulo abierto que también es conocido como “King Cobra” que se encuentra en la constelación de Cancer y a unos 2.700 años luz de distancia.


Y este es el dibujo que hice de M67 aproximadamente un año después:


Quiero pensar que existe una evolución positiva de un dibujo al otro...

La ventaja del dibujo astronómico es que puedes complicarlo tanto como quieras. Es decir, puedes dibujar tan solo con un lápiz, un papel y un algodón (como es mi caso) o utilizar carboncillos, difuminadores, colores...

El proceso que seguí para dibujar mi primer M67 fue muy simple: cuaderno de observación, bolígrafo, circunferencia delimitando el campo del ocular, y unos cuantos puntitos representando las estrellas del cúmulo.

El proceso para dibujar mi segundo M67 fue un poco más elaborado, pero aún así, sencillo y asequible a cualquiera:


  1. Elegí el objeto que quería dibujar y recogí toda la información que pude sobre él, pero evitando en lo posible que el ver fotos o dibujos de M67 ya hechos me condicionara a la hora de observarlo y dibujarlo.


  2. Esperé una noche adecuada para su observación, cogí un lápiz normal del nº2 y una plantilla de observación que tengo para dibujar imprimida en un papel normal DIN-A4 y monté el telescopio, la silla y la mesita de camping.


  3. Después de anotar las condiciones de observación y aclimatar la vista y el telescopio, me puse a observar con tranquilidad M67 y a disfrutar de él, intentando memorizar en mi retina todos los detalles que estaba viendo.


  4. Cuando ya más o menos "dominaba" el campo del ocular (lo que estaba viendo), pasé a dibujar las estrellas más brillantes para que me fueran sirviendo de referencia.


  5. Dibujé el resto de estrellas con paciencia y lo mejor que pude. (Un consejo: para objetos difusos o estrellas débiles, más vale utilizar la memoria, ya que al tener que utilizar la linterna roja para dibujar, pierdes fácilmente sensibilidad y después es más difícil recuperar los detalles del objeto difuso o débil que quieres dibujar)


  6. Al día siguiente, cuando todavía tenía fresco todo lo que había visto, pasé "a limpio" el dibujo, calcándolo apoyando el papel en una ventana. Las condiciones atmosféricas durante la observación suelen causar estragos en el papel original.


  7. Lo escaneé y empecé el trabajo con el Photoshop. Por un lado, pasé el dibujo a "Escala de grises" y después en Ajustes lo "invertí" para conseguir el fondo negro y los objetos blancos. Finalmente, modifiqué un poco el brillo y el contraste hasta conseguir un resultado más o menos fiel a lo que vi por el telescopio.

Como se ve, un proceso muy sencillo que recomiendo a todos los astrónomos aficionados. Dibujar lo que ves en el ocular te ayuda a mejorar tu calidad como observador y te permite, si no eres buen astrofotógrafo, plasmar gráficamente el objeto en cuestión. Con el tiempo los dibujos se convertirán en testimonio de lo observado esa noche y en un recuerdo realmente entrañable.

martes, 3 de marzo de 2009

El rápido cometa C/2007 N3 Lulin junto a Regulus

El último cometa remarcable que hemos tenido ocasión de observar ha sido el C/2007 N3 (Lulin), que sin ser excesivamente brillante, sí que ha proporcionado unas vistas realmente espectaculares. El pasado 23 de febrero se encontraba junto a Saturno… y el 27 de febrero pasó al lado de Regulus (Alpha Leonis) Aquí dejo el dibujo que hice esa noche. Utilicé mi telescopio SC de 127mm con un ocular de 40mm:


La noche no era especialmente buena para observar objetos difusos, aunque estaba despejado y sin Luna, había una humedad bestial que al final de la noche me dejó el equipo chorreando.
Pero volviendo al cometa. Como he comentado, esa noche pasaba muy cerca de Regulus, ofreciendo una visión de conjunto bastante atractiva: una bonita doble (magnitud 1,4/8,2; separación 176”; Angulo de posición 180º), fácil, brillante, con una principal blanca inmaculada y una secundaria plateada bastante separada… y un cometa pasando por allí…

La humedad de la noche unida a la contaminación lumínica que sufro en mi localidad, donde observo habitualmente, impide que vea el cometa en todo su esplendor, aunque bien es cierto que lo puedo distinguir claramente.

Pero esa noche quise comprobar una cosa. En el foro de la Asociación Astronómica Hubble se comentó que el cometa Lulin se desplazaba a una velocidad especialmente alta, y mi intención fue observar el cometa a lo largo de tres horas y dibujar su evolución en el campo estelar.

A las 21h25m T.U. puedo distinguir el cometa como una bolita de algodón, pero me cuesta distinguir un poco las estrellas de su alrededor por culpa de las luces de un campo de futbol que tengo al lado de mi casa.

A las 22h25m T.U. ya han apagado las luces del campo y puedo disfrutar mejor del conjunto, y además compruebo que el cometa se ha desplazado claramente.

Finalmente, a las 23h25m T.U. confirmo definitivamente la gran velocidad con la que se mueve.
En el dibujo muestro el desplazamiento del Lulin durante estas tres horas en las que durante su transcurso me fui quedando con la boca abierta.

lunes, 2 de marzo de 2009

Una breve presentación

En esta primera entrada de mi recién nacido blog quiero presentar a grandes rasgos lo que me gustaría transmitir a través de este medio de comunicación, nuevo para mi, que aporta grandes posibilidades a la hora de divulgar mis experiencias de astrónomo aficionado.

En primer lugar, comentar que no soy ningún experto en el tema, por lo que mi intención no es dar clases magistrales a nadie, sino más bien compartir mis observaciones astronómicas y experiencias con otros aficionados.

Querría también dar a conocer un poco más esta gran afición que es la astronomía. De manera que los neófitos que se sientan atraídos por experimentar lo que se siente al observar a través de un telescopio se hagan una pequeña idea de lo que pueden esperar ver a través de él. Y como no, que se animen a convertirse en… astrónomos aficionados.

Mi interés por la astronomía se remonta a mi infancia, en las cálidas noches de verano en mi pueblo, donde mi padre, con una paciencia de santo, se dedicaba a enseñarme a reconocer objetos celestes. Así aprendí cuál era la W de Cassiopeia, el cazo de la Osa Mayor, la tetera, el Camino de Santiago…

Un poco más tarde, tuve otro empujoncito en mi afición. Fue cuando emitieron por la televisión la mítica serie “Cosmos” de Carl Sagan. A este excelente divulgador científico le hago un guiño con el título de mi blog.

Y la cosa ya se consolidó a finales del 2003 cuando me compré mi primer telescopio: un flamante Celestron Nexstar 5i, un telescopio catadióptrico de 127mm de abertura con el que he hecho todas las observaciones que iré comentando en lo sucesivo.




Existen muchas páginas en internet donde explican cómo empezar a introducirse en el mundo del astrónomo aficionado. Pongo algunas en los enlaces, pero no ahondaré en el tema, ya que mi intención es tan sólo ir presentando comentarios relacionados con los objetos que observo a través de mi telescopio y de mis prismáticos, así como los dibujos que, con más o menos maña, hago de ellos.Espero que con todo ello anime a más gente a introducirse en esta bonita afición.